вαʝσ ℓα мáѕcαяα || кσσкмιи

Capítulo 14

Más tarde, Jimin caminaba tranquilamente por los pasillos de la mansión, cuando repentinamente sintió como su brazo era jalado hacia una de las tantas habitaciones.

A penas tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió unos labios sobre los suyos, y entonces su corazón se agitó al recordar una escena muy parecida de su pasado, por lo que con brusquedad empujó a la chica de cabellera negra que le miró confundida.

—¿Por qué me haces ésto Jimin?— preguntó ella quebrada con las lágrimas empezando a descender por sus mejillas pálidas.

—Lo siento Emma, no puedo.— respondió tratando de sonar amable.

—¿Por qué no? ¿Hice algo mal?

—No Emma, no hiciste nada malo, pero si te soy honesto, no me gustas... Y no sólo tú, no me gustan las mujeres en general.

—¿Q-Qué?

—Emma, me gustan los hombres— confesó finalmente  el peli gris pegando su espalda a la pared.

—P-Pero... Me besaste ¡Me besaste! — chilló la chica golpeando el pecho de Jimin con desespero— A-Algo debiste sentir para hacerlo.

—Emma, trato de ser amable pero mi paciencia es casi nula y estas acabando con ella.

—¡Me besaste!

—¡Fue un error! — gritó Jimin empujándola hacia atrás, pues realmente no quería lastimarla, pero ella siguió llorando, y esta vez con más fuerza.

Tal parecía que no le importaba que el joven la hubiera intentado asfixiar, al parecer no le importaba que prácticamente hubiera dicho que la uso, ella estaba obsesionada con el muchacho de la máscara.

—¡Me mataré entonces! ¡Me voy a matar!

—No digas estupideces.

—¡Lo haré! ¡Lo haré si no eres mío!

—Nunca seré tuyo Emma, por favor no hagas más tonterías, deja de comportarte así.

—¡Te arrepentirás! ¡Lo juro!

La chica, enfurecida trató de darle una bofetada, pero sus manos fueron detenidas por Jimin. Parecía una fiera sacando sus garras, su rostro era igual que una completa loca.

Así, entre los forcejeos, la máscara de Jimin salió volando hasta el otro lado de la habitación. En ese momento dirigió la mirada a la chica y sus ojos empezaron a ponerse negros, sus venas aparecieron en su rostro y la perla comenzó a brillar.

Emma retrocedió lentamente, pero era imposible apartar su mirada de él, sus venas se marcaron y sus ojos lentamente se tornaron blancos, aunque para sorpresa del peli gris, la muchacha sonrió antes de caer al suelo provocando un fuerte ruido y empezando a convulsionarse.

En ese instante, Jungkook abrió de golpe la puerta y vió a Emma en el suelo de esa manera, moviéndose bruscamente sin borrar aquella sonrisa escalofriante. Después miró a su lado y vió al peli gris con el cuerpo tembloroso y los ojos azulados fijos en la peli negra.

—Jimin — corrió donde él para abrazarlo importándole poco la chica en el piso, aunque tampoco es que pudiera hacer mucho por ella, y siendo honesto, a Jungkook le daba igual lo que pudiera pasarle— ¿Estás bien?

—Y-Yo no quería hacerlo — habló el menor aferrándose a la camisa del mayor— Yo no quería... E-Ella fue... Ella lo provocó.

Sus ojos empezaron a arder cuando las lágrimas descendieron por sus mejillas, y empezó a gritar del dolor pues jamás había sentido algo como eso.

—No llores Jimin, por favor — pidió Jungkook nervioso al notar que lo que salía por sus ojos no eran lágrimas, era sangre.

—Duele — lloriqueo el menor cubriendo su rostro.

—Jimin, cálmate.

Jungkook lo abrazó fuertemente, la única manera para calmarlo, era absorber todo aquello que sentía el menor, aunque eso le quemara por dentro provocándole un dolor casi insoportable.

El peli gris lentamente se fue tranquilizado y las lágrimas de sangre pararon.  Jeon apretó los dientes y pronto sus ojos ya estaban negros en su totalidad.

—Ponte tu máscara cariño— pidió tranquilamente, a lo que Jimin asintió y se levantó para tomarla.

Sin embargo, el peli negro se sujetó de la pared tratando de calmar aquel dolor interno que parecía quemarlo, hasta que sus ojos volvieron a su tono original.

Después de eso, ambos dirigieron la mirada hacia Emma, quien seguía en el suelo ahora inmóvil, completamente ida, pero con aquella sonrisa en los labios. Y al mirar sus ojos, éstos se encontraban vacíos, perdidos bajó aquel manto blanco que le impedía ver.

Unos minutos después, Louis y Amélie guiaron a la chica hacia su habitación, la mujer lloraba al ver que Emma había quedado ciega como las demas personas que tuvieron contacto con su hijo, y claro que no creían cuando Jimin dijo que ella misma lo provocó.

—Tú me crees ¿Verdad? — preguntó Jimin acomodándose en los brazos de Jungkook.

—Claro que te creo.

El mayor dejó un beso en su frente y sonrió. Jimin cerró sus ojos y se quitó la máscara para poder dormir. Pero Jungkook se mantuvo mirando a la ventana. Su angustia crecía cada vez más.

Aquellas lágrimas de sangre eran un mal augurio, y le prevenían que algo peor estaba acercándose.