Capítulo 31

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El día siguió su curso hasta que por fin llegaron a Roquefort. Llevar las máscaras colocadas no sería buena idea, ya que aún había luz y gente en las calles, seguramente llamarían demasiado la atención.


Dejaron el vehículo estacionado un poco lejos del centro y caminaron viendo a los vendedores de queso y a la gente comprando.

—Disculpe— habló Jungkook amablemente a uno de los vendedores — ¿Usted conoce a una persona de nombre Abadie?

—Oh, sí, por su puesto.

—¿Me puede decir en dónde puedo encontrarlo?

Y el señor amablemente le dió indicaciones de cómo llegar hasta la casa de la persona que estaban buscando, sin saber que estaba ayudando a dos asesinos a encontrar a su próxima víctima.

...

Cuando la luna se hizo presente, un hombre de cabello negro con piel canela se encontraba revisando el viñedo bajo la oscuridad de la noche, sin ser consciente de que alguien lo observaba muy de cerca, estático entre las sombras, sin hacer ni un sólo ruido, casi como una estatua.

—Bonito lugar— habló finalmente una voz un tanto ronca a sus espaldas. El hombre dió un respingo e inmediatamente volteó, sin embargo, no vió a nadie.

—¿Quién está ahí?

—Lindo viñedo— Jungkook por fin se acercó lentamente con las manos a los costados meciéndose suavemente junto a su caminar, y la máscara cubriendo parte de su rostro— Abadie... No sabes lo que tuvimos que hacer para conseguir información.

—N-No puede ser— el hombre comenzó a retroceder con cada paso que el asesino se acercaba— T-Tú.... JKiller...

—¿Dónde está Seokjin?— preguntó directamente sacando el cuchillo y empezando a jugar con el filo de éste.

—N-No lo sé...

—¿Estás seguro? porque tu familia podría estar ahora mismo en manos de mi compañero, y no quieres que algo les suceda, ¿O si?

—¡No! ¡Mi familia no, por favor!— el hombre se acercó asustado con las manos juntas en forma de suplica— Te diré lo que quieras... ¡Pero no lastimen a mi familia!

—De acuerdo, entonces empieza a hablar, tienes solamente tres minutos para decirme dónde está Seokjin, y correr hasta tu casa para pedirle a mi compañero que se detenga— Jungkook sonrió con sorna al ver el sudor que recorría la frente del hombre—. El tiempo ya está corriendo.

—Y-Yo, yo no lo sé todo, pero sé que Seokjin se fue de aquí... C-Creo que se encuentra en España...

—¿Crees?

—E-Estoy seguro... Taehyung huyó con él, pero no sé dónde están exactamente... ¡Lo juro! sólo sé que uno de los hombres que estuvo... aquella noche, se encuentra en Salamanca, Madrid, y parece que él los ayudó... Es un hombre de dinero.

—Como todos ustedes— murmuró y chasqueo la lengua.

—Y-Yo... Yo ya dije todo lo que sé...

—Su nombre.

—Leandro Fraga.

—Bien. Ya puedes correr.

El hombre desesperado empezó una carrera hacia su casa para impedir que algo le ocurriera a su esposa e hijos, mientras que Jungkook simplemente comenzó a caminar detrás de él en completa calma, colocando incluso un cigarro entre sus labios.

A él no le preocupaba, pero por otro lado, al hombre que corría desesperado, sí, tanto que el sudor recorría su frente cuando estaba por llegar, pero entonces el marcador llegó a cero.

La explosión de su casa lo hizo caer, y el fuego rápidamente comenzó a expandirse mientras que pequeñas explosiones en el interior podían escucharse.

—¡No!— gritó desesperado y se dejó caer de rodillas cuando se dió cuenta de que ya no quedaba nada por hacer. Su esposa e hijos debían estar ahí.

—Es una lástima que no llegaste a tiempo— habló Jeon con una sonrisa burlona mientras sacaba el humo del cigarro.

—¡Maldito!

Abadie se puso de pie para intentar agredirlo, sin embargo, sus dedos ni siquiera lograron rozarlo, pues un filoso cuchillo le atravesó el abdomen.

Los ojos marrones de Jungkook le miraban fijamente y el hombre bajó la vista sólo para ver la punta del cuchillo saliendo de su piel. Jimin sacó el objeto filoso en un brusco movimiento y pudo observar la sangre manchar la ropa del hombre.

Su cuerpo tembló y volvió a caer de rodillas mientras veía a un peli gris colocarse a lado de JKiller y después ponerse en cuclillas para mirarlo.

—Tengo un obsequio para ti.

Jimin extendió su mano llena de sangre y dejó caer un corazón a su lado.

—Es de tu esposa.

El hombre comenzó a llorar mientras se revolcaba en el suelo por el dolor físico y el dolor de su perdida. 

—No te mataremos— mencionó Jeon esta vez—. Puedes avisar a los otros idiotas que los estamos cazando... Y aún así no van a poner escapar de nosotros.

—¿Por qué?— sollozó el hombre— ¿Por qué a mí?

—¿Por qué? ¿Pensaste que estar en aquel ritual esa noche no traería consecuencias? Aquí las tienes, fuiste capaz de quitar la vida de muchas personas, y ahora le hemos quitado la vida a quienes amabas. Tómalo como un pago.

—¡Malditos!...¡Lo pagarán!

—Quizá, pero primero nos encargaremos de hacer miserables a todos ustedes.

Los gritos y voces de la gente acercándose al incendio ya comenzaba a escucharse. Así que Jungkook tomó la mano de Jimin y miraron una última vez al hombre en el piso.

—No olvides decirles ésto... Darkness y JKiller los van a cazar hasta matarlos a todos.

Sin más, se dieron la vuelta, pero ambos sabían que el hombre no se quedaría en el suelo, por lo que Jungkook preparó un cuchillo. Ambos miraron por el rabillo del ojo, y pudieron ver cuando Abadie tomó una roca, y con las pocas fuerzas que le quedaban, corrió hacia Jimin para intentar golpearlo, pero Jungkook se volteó en ese instante, le pateó el abdomen impidiéndole acercarse, haciéndolo gritar por la herida.

Abadie dejó caer la piedra, y poco después solo sintió el filo del cuchillo en su garganta. Todo había terminado para él. Jungkook y Jimin pudieron presenciar el momento en que la vida abandonaba sus ojos, y cuando se marcharon, varios pueblerinos llegaron hasta él, entre ellos su familia, pues al final solamente quisieron hacerle creer que los habían asesinado, para que muriera con aquella idea.

Y nadie supo que ahí habían estado dos asesinos; Darkness, porque él era la oscuridad personificada, porque él hacía que los demás se hundieran en la oscuridad, que sus ojos no vieran más que eso. Y JKiller, el asesino más peligroso y temido, con ese apodo que le había sido otorgado desde la infancia por alguien más, aunque ese era un secreto.






































Holis, me gustaría saber si les está gustando la historia o ya se aburrieron jeje.

Cada vez nos vamos acercando más al final.

Decidí cambiarle el seudónimo a Jimin, porque creo que ese va un poco más con él. Aparte algunas personas quizá sepan que ese es el apodo de Jimin en otra historia, relacionado también con la oscuridad jaja, y pues, la verdad es que me gustó, no sé que opinen.

вαʝσ ℓα мáѕcαяα || кσσкмιи Donde viven las historias. Descúbrelo ahora