ABUSOS

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-¡Hora de cenar!- anunció Ester al entrar por la puerta.

-¡Uh, tengo hambre atroz!- la tripa me rugia, de repente me habían entrado unas ganas de comer terribles. Pero a la vez, me sentí algo culpable, Andrés había muerto, Julia acababa de morir, mi hijo estaba convaleciente, y yo estaba pensando en comer.

- esa es muy buena señal, se estas recuperando muy rápido. Deje que vea como está la herida - se inclinó, descubrió la herida y la examinó con cuidado.

-¿Qué tal está?- pregunté.

- tiene muy buen aspecto, se ha cerrado muy bien - dijo esbozado una sonrisa cautivadora - ¡bueno ahora a cenar, y a dormir¡, esa es la mejor manera de recuperarse -

Me dejó sólo con la bandeja de comida. Mire el menú, que consistía en una sopa de fideos, una pechuga de pollo empanao y de postre, una manzana verde y jugosa que me supo a gloria bendita.

Al rato volvió Ester, y recogió la bandeja de la comida.

- ¡Muy bien, se lo has comido todo!-

- ya te dije que tenía mucha hambre -

- bueno, ahora tiene que dormir -

- no tengo sueño - proteste.

- ¿quieres un tranquilizante, para que te ayude a conciliar el sueño?-

- no, prefiero que me des conversación -

Ester frunció ceño.

- en un momento acabó mi turno y tengo cosas que hacer..., lo siento. Sandra viene enseguida a sustituirme, se a ofrecido voluntaria para atender este turno. Si necesita algo llámala, ella le ayudará mejor que yo -

-¿ cómo sabes eso? -

- porque somos compañeras de piso, ella me ofreció compartir vivienda cuando empecé a trabajar aquí, está aquí cerca y me ha dejado un buen precio-

- preferiría que te quedaras tú-

- pues no va a poder ser-

-¿Porque?-

- bueno, como tú dijiste,  ella tiene más experiencia que yo - dijo con resentimiento.

- ella tiene más experiencia, pero yo te prefiero a ti - mientras soltaba la frase me di cuenta, de que casi le había hecho una declaración de amor, me subieron los colores y mire al suelo avergonzado.

-¡ ya le he dicho que acabo turno enseguida!- su voz seguía sonando resentida.

- ¿entonces te veré mañana?- insistí.

- no, mañana tengo el día libre, con un poco de suerte ya no me volverá a ver - yo intenté aparentar indiferencia, aunque en mi interior sentía pena al pensar que no la volvería a ver- lo digo, porque eso significará que se ha recuperado y ha vuelto a su casa - dijo para consolarme.

- pues adiós - dije algo dolido.

Ester dio media vuelta y salió de la habitación con la bandeja de comida vacía en las manos.

- a lo mejor puedes venir algún día a casa a visitarnos a Sandra y a mí- dijo dándose la vuelta.

- sí, eso me gustaría-

- pídele la dirección luego a Sandra seguro que le encanta dártela-

- lo haré- le dije mirándole a los ojos.

No conseguía conciliar el sueño , me estaba arrepintiendo de haber rechazado el somnífero que me ofreció Ester.

Aunque no me hacia gracia, que Sandra viniera a la habitación, decidí llamar a la enfermería para que me trajeran algo para conciliar el sueño.

PALABRAS EXTERMINANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora