Un chico rubio ceniza se encontraba en su habitación analizando la situación que se presentaba frente a sus ojos. Si no le daba vía libre a Sicheng con Yuta, Yuta se iba a Japón y Sicheng lo odiaría por siempre, posiblemente incluso se marchase de vuelta a China. Por el contrario, si daba vía libre... Puede ser que Yuta el obstinado no dejase que Winwin se acercase a él de todas formas...
Esa era una mejor posibilidad.
Tomó su teléfono, completamente decidido a hablar con su rubio amigo.
Yukhei
Winnie! He estado pensando...
Lo q dije el otro dia de Yuta...
Olvidalo...
Puedes acercarte a el
Por mi esta bien...
Winnie
...
¿Seguro?
OK
Gracias
Yukhei
Si, si
Completamente
Debo irme ahora...
Adiooooozzz bby
Bloqueó su móvil y se tumbó en la cama. Había notado como volvía a vibrar. Posiblemente, Sicheng le había mandado un gif con alguien diciendo adiós o haciendo cualquier estupidez. El chino aprovechaba mucho el uso de gifs ya que no se manejaba completamente bien el nuevo idioma, y eso lo había llevado a esa nueva costumbre de los gifs.
- ¿Lucas? - preguntó Jungwoo mientras entraba en la habitación de este.
- Hey... Ya te estabas tardando, ¿no crees?
Jungwoo removió su cabello azulado.
- Me citaste hace unos veinte minutos, no podía llegar más temprano - dijo como si nada.
- ¿Sabes por qué estás aquí?
El muchacho negó, la sonrisa ciertamente maliciosa creciendo en el rostro de Lucas.
- Tu novio me ha puesto en una situación muy mala... ¿No crees que debe aprender a no meterse en asuntos que no le incumben?
- Lucas... - el coreano estaba extrañado por el comportamiento del que había sido su mejor amigo - Tú no eres así.
Y era verdad. Pero Yukhei ya no era más el mismo. Sus fallos, poco a poco, lo habían ido rompiendo. Empezó poco a poco a convertirse en una persona que no era, alguien a quien odiaba, a quien desagradaba. Había empezado a sentir demasiada envidia y demasiado soledad.
- Ahora sí, Jungwoo... Y el nuevo Lucas necesita vengarse.
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FIREWORK [YUWIN]
FanfictionNakamoto Yuta no sabía que tenía de especial aquel chino de orejas llamativas, pero supo que no podía dejarlo ir cuando miles de fuegos artificiales estallaron alrededor de él nada más verlo. Aunque claro... ese chino no era otro que el mejor amigo...