FIREWORK [YUWIN]

-3-

Un chico oscuro. Si alguien se hubiese molestado en observar detenidamente en el japonés, todos habrían notado como pasaba a ser un chico alegre y chistoso, que llevaba siempre colores pasteles y era extremadamente apuesto a un chico oscuro, con ojeras bajo los ojos y la ropa casi rota, siempre en tonos apagados. Yuta no estaba enamorado de Lucas, no le había importado que el chico actualmente gustase de otro pero... él realmente amó al contrario, Lucas fue un todo para él y, sin embargo, él parecía nunca haber sido nada para el chino.

Una chica se acercó a él. No tardó demasiado en reconocerla. Era una de las transferidas de Japón. Habían estado juntos en el mismo programa de integración.

- Namakoto-kun, ¿estás bien? - preguntó ella. Puede que ambos ya manejasen el coreano perfectamente, sin embargo, entre ellos preferían usar su lengua natal; era como un breve recordatorio de si tierra.

- No mucho. Creo que mi novio nunca me amó. Mi ex novio, perdón.

- Oh... Tranquilo, Namakoto-kun. Eres una persona increíble, llegará quien lo ame tal cual es.

- ¿Serás tú esa persona? - dijo él mirándola directamente a los ojos - Creo que eres la única que me considera increíble.

- Lo siento - dijo ella apenada -. Admito que eres muy guapo pero, tengo novia. No la cambiaría por nada.

- Ojalá mi novio hubiese pensado igual. Minatozaki-chan, gracias. Debo irme ahora.

La chica quiso añadir algo, pero él simplemente se fue. Ni una sola mirada más, ninguna palabra suelta. Sin embargo, Yuta había sacado algo de la conversación con aquella chica. Se había podido liberar de alguna forma, había podido sacar de sí una pequeña parte de aquello que lo estaba carcomiendo por dentro.

- No me creo que se lo haya acabado de contar justo a ella.

Sana era una chica maravillosa, pero siempre buscaba el lado bueno de las personas y se preocupaba en exceso. Posiblemente durante unos días la tuviera encima tratando de asegurarse que él no fuese a cortarse las venas ni nada.

Tampoco tenía pensamiento de ellos.

Había más peces en el mar. Y si no encontraba a la persona indicada en Corea, no tardaría en hallarla en su país natal, al que ya tenía marcada una fecha de vuelta.

Anteriormente pensó en quedarse allí. Ahora no encontraba ninguna razón de peso.