Más cigarros con ella. (Terminada)

Vigésima parte.

Estaba totalmente asombrada, podría aparecer cualquier persona en el mundo, pero como mi suerte era nula, apareció alguien que no deseaba ver. Sí, mi madre.
Estaba arriba del auto cuando aparentemente, frenó al verme, bajó la ventanilla y comenzó a llamarme a gritos. Chloe y yo quedamos anonadadas.

-¡Ali! ¡Al fin! -Bajó del auto casi corriendo atropelladamente y me abrazó muy fuerte. -Ay Alice, gracias a Dios. Qué bueno es haberte encontrado.

-¿Mamá? -Pregunté extrañada y enojada al mismo tiempo. Me alejé porque no quería que me abrazara después de lo sucedido. -¿Qué hacés acá?

-Iba para casa, pero... -Se puso totalmente seria- Todos los días pasábamos por aquí para ver si volvías a lo de Chloe. Queremos que vuelvas a casa, te debemos unas disculpas y nos sentimos muy mal. Hace mucho tiempo estamos sin vos, nos faltaba algo y ese algo sos vos. Volvé Ali... Te lo suplico. -Comenzó a llorar fuerte.

Quizás decía la verdad, pero me parecía extraño que una familia católica como la mía cambiara de opinión. Muchas cosas se me pasaron por la cabeza, muchas peleas, gritos, pero sobre todo, lo más doloroso seguía en mi mente: Gwen, mi hermana. Creo que jamás podré olvidar las cosas horrendas que me dijo, sentía que la odiaba con todas mis fuerzas. Podría ser católica pero sus palabras parecían dichas por el diablo mismo. Frases tales como "te hubieses matado" "eso no es normal, no sos normal" entre otras, me daban ganas de llorar durante una vida entera. No me entraba en la cabeza cómo alguien que de supone que te quiere puede llegar a decirte tantas atrocidades. Aún así, lamentablemente era mi familia y no podía escaparme por siempre de ella.
No tenía otro lugar para irme, sí o sí debía volver a casa.

-No lo sé...Pero quizás sea lo correcto. -Dije en voz alta.

-Quería disculparme cara a cara con ambas. -Se puso en frente de Chloe y la abrazó.- Ambas son dos chicas asombrosas. Lamento que hayan pasado un tiempo horrible por nuestra culpa. -Se secó las lágrimas que le seguían cayendo.- Es todo muy extraño para nosotros pero aún así, estuvimos fatal. Reaccionamos mal en vez de pensar. -Paró un segundo y nos observó a ambas.- Si quieren estar juntas deben hacerlo. Me costó entender que el amor lo es todo, y que va más allá de...

-Mamá, ya basta. ¿Sí? Vayamos a casa.

-Pero...

-Vamos a casa mamá. -Bajó la cabeza, saludó a Chloe con otro abrazo y se dirigió al auto, dejándonos solas.

-Bueno...Llegó la hora... -Dije mordiendo mi labio para no llorar de nuevo. Mi corazón no dejaba de romperse, se estaba triturando, no daba más, no aguantaría sin ella.

-Adiós.

Nos miramos durante unos segundos a los ojos, sin decirnos absolutamente nada. Nuestras miradas decían cuánto nos íbamos a extrañar y cuánto nos dolía todo esto, pero las decisiones ya estaban tomadas. No nos abrazamos ni nos volvimos a saludar, simplemente me fuí. Subí al auto y ella estaba en la misma posición que antes, dura, sin moverse y nos seguíamos mirando. Era el verdadero final.
Mamá me preguntó qué le sucedía a Chloe y mentí diciendo que seguramente estaba cansada.

En el trayecto a casa no hablamos nada de nada. Todo era súper incómodo y estaba muerta de miedo.
Al llegar ella abrió la puerta y gritó "traigo una sorpresa" y automáticamente bajaron todos. Mi padre se alegró un poco de verme y me abrazó extraño. Lo hizo como si alguien tuviera una enfermedad mortal, pero al menos lo intentó. Gwen me miró a lo lejos y me saludó con la mano. Yo no era consciente del infierno al que estaba ingresando nuevamente.
Me dirigí a mi habitación, mientras subía las escaleras escuchaba a mi familia cotillear bien bajo, no llegaba a oír nada.
Mi habitación estaba prácticamente igual aunque sentía que alguien había estado manoseado todo, Gwen era la sospechosa inicial. Necesitaba dormir luego de toda mi odisea. Traté de descansar hasta que me llamaron desde la cocina. Bajé sin ganas y ahí se encontraban mis padres parados al lado de la mesa.

-Sentate Ali... -Ordenó papá, extrañada obedecí. -Queremos hablar de algo.

-Por favor, si es sobre mi "enfermedad" no quiero hablar. Estoy bien, no voy a disculparme ni arrepentirme por amar a Chloe. Si ustedes lo aceptan bien, si no, cuando tenga trabajo me iré a vivir sola, o a donde sea. -Comenté irritada y mirándolos fijo.

-Hija, esto nos duele más a nosotros... -Siguió papá.

-¿Cómo les va a doler más a ustedes? Yo sufrí huyendo de mi casa, yo sufrí insultos y mal tratos de ustedes...Yo viví en varios lados, YO tuve que vivir todo esto, no ustedes. -Tragué saliva- Ustedes sólo debían aceptarme.

-Lo lamentamos... -Miró fijo a mi madre y ella asintió con la cabeza.- Esto es raro para todos pero intentaremos llevarnos bien.

-De acuerdo. -Dije cruzada de brazos, esperando alguna otra estupidez.

-Nos gustaría que hables con tu hermana... -Ahí estaba la estupidez dicha por mamá.

-No no no y no. No lo haré.

-Es tu hermana.

-¡Eso le tendrían que explicar a ella no a mí! Yo no dejaré que alguien me trate mal. Pidan lo que quieran menos eso. Me rehuso completamente. -Me levanté de la mesa súper enojada para ir de nuevo a mi habitación.

-Nos gustaría que se lleven bien, son hermanas y deben ser incondicionales...

Dejé de escuchar sus palabras porque de a poco me alejaba de ellos. Lo que me había hecho Gwen no lo iba a perdonar jamás. Toda mi vida la defendieron a ella, y sí, lo seguirán haciendo. Lastimosamente ya no tenía lugar a dónde escapar, debía quedarme en casa. Era una casa pero no un hogar. Subiendo por las escaleras vi que mi hermana estaba escuchando mi conversación con mis papás, enojada le hice un mal gesto con el dedo medio y cerré la puerta con mucha fuerza. A veces (siempre) sentía que nadie se ponía en mis zapatos, ¿Por qué tuve que nacer en una familia así? ¿Por qué no puedo llevarme bien con ellos? ¿Acaso es todo mi culpa?
De a poco, de nuevo, todo se caía abajo y cada vez se me hacía más dificil levantarme y seguir. Pero debía hacerlo, no estaba en mi vocabulario abandonar.
Iba a enviarle un mensaje a Chloe para que me ayudara, aconsejara y escuchara, hasta que recordé que yo le hacía mal y que toda nuestra relación había acabado.