Más cigarros con ella. (Terminada)

Vigésima novena parte.

Pasé dos noches en observación en el hospital, (me hicieron miles de estudios para corroborar mi salud) y acostada en aquella camilla súper dura e incómoda pero no me importaba, tenía a mi familia en buen estado (al igual que yo) y a Chloe cuidándome. Más allá de los cientos de estudios que tuvieron que hacerme y de los múltiples dolores que sentía yo me sentía bien anímicamente y lo demás no me importaba nada. Mi doctor me había dicho que es fundamental que un paciente se sienta bien anímicamente ya que, si realmente quiere salir adelante, lo logrará.

Aunque, sigo pensando que si quizás no hubiese tenido este accidente seguiríamos peleadas y distanciadas con Chloe. No hay que llegar a estos momentos, no hay que esperar a que a la otra persona le suceda algo grave, hay que decir las cosas cuando las sentimos, no debemos tener miedo de expresarnos porque nunca sabemos cuándo es la última vez que vamos a ver a alguien, un día estamos y al segundo que sigue quizás no. La vida es extraña y hay que aprovechar cada segundo. Dejemos de tener miedo, dejemos de tener vergüenza e intentemos realizar las cosas que nos hacen felices.

No estaba enamorada de Chloe, estaba total y locamente enamorada, me encantaba absolutamente todo de ella y no podía dejar de mirarla sin pensar en cuánto la amaba.
Me cuidó todo el tiempo estando en el hospital, me contaba chismes sobre todos para que pudiera reírme, me tomaba y acariciaba mi mano hasta dormirme y me llenaba de besos. Me relajaba por completo, me ayudaba muchísimo a mejorarme, le agradecía constantemente por estar siempre a mi lado y respondía con un "No agradezcas, yo te amo." lo decía con tanta claridad y dulzura que provocaba que llorara. Sentía dentro mío tantas cosas hermosas que creía que no existían palabras para explicar cuánto la amaba. Seguía algo traumada por el accidente, no quería subirme a un auto en un tiempo largo, ni salir a la calle si podía. Pero no dejaba de pensar en qué hubiese pasado si yo, mi hermana o mi padre no seguíamos vivos, es muy extraño pensar que un día estamos y al otro posiblemente no, en serio. Realmente creo que tenemos que disfrutar al máximo cada día de nuestras vidas porque no sabemos cuándo se nos va a terminar todo esto, el destino es incierto, lo único que sabemos es que nacemos y morimos, lo demás no sabemos; cada uno vive de manera muy diferente a los demás, pero eso es lo único real. Hay que cuidarnos, intentar ser felices, luchar por nuestros sueños, metas, amores, amistades, hay que luchar siempre sin mirar atrás. Aun así, reitero que es horrendo ponerse a pensar en estas cosas cuando estamos cerca de la muerte ya que, deberíamos intentar ser felices todos los días de nuestras vidas.

Cuando mejoré me mandaron a casa, tenía que seguir tomando un par de medicamentos que sabían horrible y cada quince días tenía que ir a controlarme. Llegar a casa después de estar acostada en esa camilla súper incómoda fue muy satisfactorio, no miento cuando digo que a partir del accidente comencé a ver todo de otra forma: Quería acercarme más a mi familia porque había comprendido que todos cometemos errores, a veces uno dice cosas que nos afectan demasiado pero hay que aprender a convivir con ellos, además que, luego de todo lo que sucedió todo mejoró notablemente y eso me agradaba demasiado; quería conocer gente nueva, salir a divertirme, dejé de tener tantos miedos porque los enfrenté; lo más importante (para mí) fue haberme "reencontrado" con el amor de mi vida.
Se quedó a dormir tres días seguidos en casa, desayunábamos juntas, mirábamos películas, cenábamos juntas y ya no teníamos que esconder nuestro amor frente a nadie. Confieso que a veces era duro caminar de la mano por la calle y que nos miraran extraño o voltearan para vernos pero no nos importaba porque nuestro amor era más fuerte, lo único que hacíamos si veíamos a alguien que nos observaba demasiado era besarnos y expresar nuestro amor exageradamente mientras reíamos. Era divertido ver las expresiones de horror de las personas homofóbicas. Y hablando de personas homofóbicas...Mis padres ya lo habían aceptado del todo, dejaba que se quedara a dormir, no le importaba si nos besábamos en la casa, no les daba vergüenza ni temor contarle a sus amigos de la iglesia que su hija tenía novia, creía que era un gran paso para mi familia y sus creencias. En cuanto a Gwen, le costó un poco más, de vez en cuando se le notaba su "asco" hacia nosotras, nos miraba de reojo o no quería que estemos encerradas en mi habitación, pero sé que intentaba tragarse sus pensamientos negativos para verme feliz de una vez por todas.

Lo que más amaba era acostarme junto a Chloe luego de un día agotador, nos acurrucábamos, hablábamos un rato entre carcajadas, nos mirábamos fijo a los ojos mientras nos decíamos cuánto nos amábamos, le besaba los labios y/o la frente y nos quedábamos dormidas. En realidad, ella se quedaba dormida siempre antes que yo, siempre fui de esas personas que no podía dormir con rapidez porque se quedaban pensando en miles y miles de cosas; la miraba y pensaba en que era preciosa, que su piel era perfecta, que sus oscuras y arqueadas pestañas también, la curvatura de sus labios, las extrañas formas de sus lunares me fascinaban, sus besos cálidos, su piel uniéndose a la mía...¡Ella en sí era perfecta! Muchas veces Chloe no creía en mis palabras, pensaba que yo mentía y creo que jamás comprendió que es totalmente perfecta y más para mí. Y una de mis metas de la vida era hacerle comprender lo hermosa y valiosa que era.