Vigésima segunda parte.

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Los dolores en el pecho y el llanto eran totalmente normales en mi vida cotidiana, sentía que mi cuerpo no podría aguantar más tanta angustia, la pérdida de Chloe me tenía muy mal, el tiempo se pasaba lento, mi cuerpo estaba desganado y yo sólo soñaba con verla otra vez. Todos los días pensaba en ella, en su preciosa sonrisa, en su suave pelo, en sus pestañas rizadas y en sus ojos que te llevaban hasta el infinito.
Me había dolido demasiado su ausencia en el cumpleaños de mi mamá, pero debía entenderla, posiblemente no quería ni verme en fotos y eso dolía aún más. Pasada esa noche comencé a fumar todos los malditos días, me ayudaba mucho para descargarme ya que no tenía a nadie con quién hablar.
La misma noche de la fiesta de mi mamá, luego de que se apagara mi cigarro entraría a la casa para ir al baño y lavarme rápido los dientes, pero en la entrada me topé con Karen y admito que fue muy incómodo pero la ignoré. Realmente no sabía si ella estaba enterada de lo que había pasado con su hija, pero de seguro algo sospechaba. Me dolía verla a ella sola, me dolía no ver a Chloe, necesitaba sus besos, sus abrazos, la necesitaba a ella cuanto antes.

Luego de que todos se hayan marchado nos quedamos los cuatro a limpiar y a guardar todo. Estaba terminando de lavar unos platos hasta que mis padres nos dijeron que estaban cansados, que se irían a dormir, hice un gesto de aprobación con el pulgar y los perdí cuando subían los escalones. Quedamos Gwen y yo en la cocina y de nuevo me sentí incómoda.

-¿No me pensás hablar nunca más? -Preguntó furiosa. Al no oír una respuesta de mi parte tiró un vaso de plástico con mucha fuerza, quise reírme pero me controlé. -¡Sos una tarada! No te cuesta nada tratar de ser buena.

-Si a vos te cuesta ser buena a mí igual. Me harté de que me tratés mal, me harté de que todo el tiempo me digas cosas horrendas y después hagas como si nada hubiese pasado, estoy dolida y a veces siento que... -Me callé antes de decir cosas que no debía.

-¿A veces sentís qué? -Preguntó con asombro mientras levantaba el plato del suelo.

-A veces siento que te odio. -Resoplé.

-Genial, adiós. –Dijo irónicamente, terminó de ordenar las cosas, revoleó un trapo y me dejó sola.

Sabía que posiblemente le había dolido mis palabras, pero se las merecía y yo no solía mentir con mis sentimientos. Quedé perpleja unos segundos recordando aquella escena y me sentí un poco mal, porque yo no era como Gwen, yo no solía decir esas cosas horrendas, pero lo dije de todos modos.
Terminé de lavar, acomodar y guardar todo y me fui a mi habitación a descansar. Me tumbé en la cama, me sentía angustiada y sola. Necesitaba hablar con alguien o al menos despejarme, sentía que no podía más. Las lágrimas caían de mis ojos como cataratas, caían con velocidad y a montones. Quizás llorar era una buena forma para descargarse. Sin ver con exactitud por las lágrimas que me nublaban la vista, tomé mi celular y me quedé viendo un largo rato el contacto de Chloe. "¿La llamo? ¿Qué le digo? No, no la molesto. No..." No sabía qué hacer, estaba a nada de llamarle y decirle algo, pero no sabía qué, simplemente necesitaba escuchar su voz y calmarme un poco. Pero sabía que todo saldría mal, debía sacarla de mi mente rápido. Tenía que hacer algo fundamental, borrar su teléfono y las pocas fotos que teníamos juntas, era muy doloroso, pero era lo correcto. Al presionar el botón que lograba borrar su número por completo, sentí un dolor inmenso y una sensación extremadamente extraña. Yo jamás borraba los números, ni las fotos, ni las conversaciones, pero este era un caso diferente y de verdad debía hacerlo. A veces tenemos que hacer sacrificios para salir adelante. Al borrarlo me sentí vacía, ahora si estaba totalmente sola pero ya no tenía que haber una Chloe en mi vida y tenía que seguir adelante, como pudiera. Entré a la galería y seleccioné las veintitrés fotos que teníamos juntas y las eliminé. "Adiós Chloe..." solté en voz alta y entre lágrimas. Suspiré hondo, intenté dejar de llorar inhalando y exhalando, pero se me hacía imposible porque no podía dejar de pensar ni un puto segundo. Puse música alegre pero en mi mente no sonaba tan alegre como realmente era.

Minutos después ya algo tranquila, estaba a punto de dormirme hasta que sonó mi celular. Con un ojo cerrado y el otro abierto prendí la pantalla y noté que me había llegado un mensaje de un número que yo no tenía agendado. Rápidamente salté de la cama para tomar el celular, debía ser ella. Con el corazón practiacamente en la mano abrí el mensaje y era un simple "Hola." Pero la foto no era Chloe, al abrirla pude darme cuenta que era Cameron. Me decepcioné un poco pero a la vez me alegré.

Cameron dice:

Hola. ¿Cómo estás?

Alice dice:

Hola ,bien .No esperaba tu mensaje.
¿Vos?

Cameron dice:

¿No? Que pena. Perdón por defraudarte jaja.

Alice dice:

No pasa nada, no lo hiciste.

Cameron dice:

No pensé que seguirías despierta...Ya es muy tarde. Pero tenía que pasarte mi número.

Alice dice:

Lo mismo pienso de vos. Yo me quedé ordenando y limpiando un par de cosas. ¿Vos qué hacés despierto?

Cameron dice:

Pensando.

Alice dice:

¿En...?

Cameron dice:

Muchas cosas...
Así que no esperabas mi mensaje hoy, ¿no?

Alice dice:

La verdad que no, no lo esperaba.

Cameron dice:

¿Y el mensaje de quién esperabas? Si se puede saber...

Alice dice:

El de una persona que debo olvidar.

Cameron dice:

Lo imaginé, realmente no te conozco pero te sentí extraña, apagada, cosa que no te veía así cuando nos saludábamos luego de las misas.
Y hablando de misas, ¿Por qué dejaste de ir?

Alice dice:

Laaaaarga historia. Muchas cosas sucedieron.

Cameron dice:

Ojalá algún día me la puedas contar, en persona.

Alice dice:

Quizás.

Cameron dice:

Ya me voy a dormir, es tarde. Pero...Sonreí ¿si? No estés triste, debemos sonreír e intentar ser felices pase lo que pase.

Alice dice:

Trataré de seguir tu consejo, pero no prometo nada... Gracias. Buenas noches.

Cameron dice:

Buenas noches.

Me parecía extraño cómo un chico que ni siquiera me conocía presentía que yo me sentía mal, era todo muy raro. Decepcionada porque no era Chloe, logré dormirme, pero anteriormente a eso, la pensé todo el tiempo. 

Más cigarros con ella. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora