¿Predicciones falsas?

275 13 7
                                    

Era viernes por la noche de la cuarta semana y como era costumbre,  Roni se reunía con una amiga que iba a visitarla de un lugar cercano a Hyperon Hytes.  Su compañera de andanzas, era una chica rubia, un poco mas bajita que ella.

Su amiga viajaba en carretera constantemente, asi que  el kilometraje de su auto, rebasaba  los 150 mil kilómetros. La mujer había conducido un par de minutos para probar los mejores tragos de Seattle,  como ella los llamaba,  sin embargo la pila de trabajo no disminuía, mucho menos en una revista prestigiada. Aún tenía que corregir el nuevo número de su columna semanal. Espacio dedicado  principalmente a  escribir horóscopos. 

También contaba con un establecimiento para leer cartas,  actividad que ejercía 3 días a la semana. Era muy divertida porque de vez en cuando se dedicaba a engañar a pobres ilusos,  esperanzados con el amor o temas banales.
Fue la culpable de varias rupturas, y bodas que terminaron en divorcio por eso tuvo que mudarse varias veces. Independientemente de los engaños, la habilidad de la chica para predecir el futuro era auténtica como si se le diera de forma natural.

—Un apuesto caballero, sin armadura y sin dinero, tocará a tu puerta para decir te quiero...será difícil hallarlo,  pero lo distingue algo...un felino con un gran rugido está plasmado en su antebrazo.

—¿Estás ideando otra suerte de engaño?.- preguntó Roni,  acomodando un par de botellas. 

—-No.  Es tu suerte tontita. Roni la miró extrañada. Sus predicciones eran tan imprecisas que podían suceder, bien en 3 meses o nunca.

—Bueno, me ha llevado algo de tiempo descifrarte. La morena la miró atenta,  cuestionándose exactamente el porqué, su amiga rápidamente lo intuyó: — Es como si tuvieras muchas vidas, pero los granos de café no engañan,  el patrón se ha repetido constantemente...lo cual quiere decir que no me equivoco.

—¡Ah!.- Hizo una mueca extraña.- ¿así que por eso me inpediste servirme otro café?-¿Estás consciente de que me quitaste el líquido sagrado que me ayuda a soportar los de viernes de borrachera de otras personas?

—Eso no importa ahora.  ¿No lo entiendes?, Tú amor verdadero vendrá a ti para cumplir un destino forjado desde hace años...Es como si Cupido hubiese guardado una flecha especial para ambos.-Dijo emocionaba. 

—Eso es ridículo, si fuera así, no me habría hecho fracasar 15 veces.

—El próximo será el correcto, te lo aseguro.-Dijo muy convencida. Roni prefirió no tomarlo tan enserio.

—Quedarás sorprendida cuando te lo topes! ,  es apuesto...¡ah! ¡y tiene los ojos azules!.-

—¡¿Azules?!.- Recordó aquel incidente con la bufanda. Extrañamente la había conservado como si se tratase de algo verdaderamente preciado. No le comentó nada a su interlocutora, Roni prefería guardar algunas cosas para sí, además de que aquella noche había sido tan extra que para que su amiga no pensara que abusaba de la bebida,  no mencionó nada al respecto.

— Roni.- Miró su reloj de muñeca.Tratando de concentrarse en lo que haria despues 

— ¿Umm?.-

—Debo irme, aún tengo una reunión.

—¡¿Reunión?!, ¿así que ahora les llamas de ese modo?- dijo  alzando las cejas.-La rubia se sonrojó y escondió el rostro en el hombro de su amiga.  -Te veré la próxima semana.- Le recordó abrazándola.

—Quiero detalles.- Murmuró, correspondió al abrazo.

Justo cuando estaba por irse,  la campanilla del establecimiento comenzó a sonar.

—Parece que los chicos guapos salen después de media noche.- susurró la rubia, detrás de la barra. Ambas sonrieron con complicidad.
-Es una lástima que tenga que irme. - dijo falsamente herida. Eider se quedaba en un hotel de paso,  prefería permanecer  un par de horas en la ciudad  para no conducir por las noches.

Apenas se separó unos cuantos metros,  antes de tropezar  con su propio pie.

— Perdón.-Se disculpó,  pues fue a caer, prácticamente a los brazos del hombre. 

—Señorita, ¿se encuentra bien?.- 
En realidad estaba algo mareada, platicar con Roni siempre implicaba un par de tragos.

Miró de reojo a su amiga, prestaba total atención al hombre y a ella, especialmente a su mano,  que en un intento por sostenerse se aferró al brazo del tipo. Era alto y moreno, se veía fuerte, sin duda con suficiente resistencia para un maratón.
— Lo lamento, creo que estoy algo ebria.
—Quieres que te lleve?.- preguntó la voz preocupada de Roni.
-No es necesario,  mi acompañante está esperando afuera. Su pretendiente era demasiado olvidadizo, así que ni ella misma se lo creía.

Volteó a todos lados  y efectivamente no estaba allí.

—¡Genial! Tendré que caminar.-dijo entre furiosa y  resignada.

Sus piernas se tambaleaban intentando de alguna forma obtener el equilibrio. Esos tacones de 7cm no ayudaban,  habían sido buena idea al principio para complementar  su outfit además de que le gustaba la altura extra,  pero ahora le estaban complicando la acción. Se sentía en la  cuerda floja y su relación por supuesto que se encontraba en las mismas circunstancias.  No era la primera vez que Evan llegaba tarde a un compromiso.

Lo había hecho bastante bien,  ya no se encontraba afuera del bar, sino frente a una avenida que esperaba cruzar con éxito.

Chocó con otro hombre en la acera esperando a que el semáforo cambiara. Tenía una sudadera arremangada que dejaba a la vista sus brazos.

—¡Oh!, ¡que curioso tatuaje!... Tal vez tú seas el afortunado.-Rió recordando sus palabras. Y se desplazó cuando vió que era seguro, pero no contaba con que un auto se pasara el alto.

El sujeto la tomó del brazo con fuerza. Jalandola de nuevo a  la banqueta.
— Ten cuidado Tinker Bell. No la habían llamado así,  desde la primaria. Cuando la comparaban con esa hada tan famosa. Incluso una vez en Halloween se disfrazó de ella para darle gusto a sus administradores. Por supuesto, Roni también quería llamar la atención y se vistió de La Reina Malvada, aunque todo derivó en una pelea porque ambas había prometido ir del complemento de la otra.

Se perdió momentáneamente en el recuerdo, pero agradeció al hombre que la salvó. No logró ver su rostro o al menos no lo recuerda con exactitud.

Una luz verde la deslumbró y  cuando logro ver de nuevo,  se percató de que estaba en la habitación de su hotel.

________
Me costó muchísimo escribir este capítulo. Ya tenía un borrador, pero aún así, corregí y agregué  varias cosas.

Me gustaría saber:  ¿qué opinan del Dr. Facilier? (Si, él era el tipo que traté describir).
No estoy viendo los capítulos conforme los transmiten,  así que solo tengo una vaga idea de la relación que tiene con Regina.

Aún sigo considerando incluirlo en la historia.

Eterna Adicción. [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora