Eterna Adicción. [Terminada]

Ha pasado algo importante.

Pasaron varias semanas y el abultado abdomen de la alcaldesa empezaba a notarse.
"Pronto tendré que decirle a todos lo que tengo". – Pensó Regina acariciando su vientre mientras se veía en el espejo. Sonreía pero a la vez estaba triste. Las hormonas la ponían sensible y extrañaba mucho a Henry. Regina le había pedido a Whale que mantuviera el secreto.  El doctor le había jurado no decir nada y ella estaba bastante preocupada por los resultados de paternidad. Robín tenía menos del 20% de probabilidad de ser el padre y si se daba la posibilidad de que el padre fuera Morfeo su hijo sería un semi dios con dones mucho más potentes que los suyos. 

No sabía con que cara decirle a Robin que se había dado la oportunidad con alguien más en el amor.  Él no la perdonaría,  tal vez ni siquiera lo entendería, pero pasó tanto tiempo y tantas cosas que tarde o temprano eso pasaría.

―Regina, querida… ¿Te encuentras bien?.-Dijo una voz melodiosa del otro lado de la puerta de su habitación. ―He pasado semanas sin verte. Zelena ya no vive contigo para respetar tu privacidad. Solo vas del trabajo a la casa.  Pides comida para llevar y ya no frecuentas la cafetería.  Ni siquiera pasas a saludar a Emma.  Por favor háblame. – Pidió su hijastra y Regina supo que ya no podía ocultarlo más. Se bajó el suéter de lana para cubrirse y se amarró el abrigo beige que llevaba.  Con lo holgado del abrigo no se notaba nada.

Giró el pica porte y se quedó mirando de frente a su interlocutora

—Nieves.  Tendrás un hermanito. – Forzó una sonrisa mientras se descubría el abrigo.

Nieves dio un paso hacia atrás

—Wow eso es nuevo y parece que tiene tiempo…-Dijo viendo su pancita. —Y ¿por qué no dijiste nada? – Soltó una sonrisa al tiempo que le tocaba la panza. —Mi padre siempre quiso verte embarazada. -Blanca se puso sentimental y derramó unas lagrimitas. —Es lindo cumplir uno de sus sueños. -Quitó la mano después de unos segundos.

Regina suspiró

—Hood volvió y tuvimos sexo. Snow se sorprendió por la noticia y dio un pequeño brinquito de alegría. —No sé quién es el padre- Dijo sin más miramientos. —No lo sabré hasta que nazca.  No tuve corazón para deshacerme de él. Sé que sabe cuando no lo quieren y aunque no sé quién es el padre deseo tenerlo. No supe como decirle a los otros. Solo lo sabe Whale.

—¿Enserio?, ¿Whale se entera antes que yo?

—Es el doctor, ¿Qué esperabas?

—Creí que estabas deprimida o en un hechizo de sueño de nuevo. Nunca se me pasó esto por la mente. Debemos decirle a Emma y a Zelena.

—No puedo decirle a Emma. – Dijo Regina con cierto temor en su voz. —Ella pensará que fui imprudente y me juzgará.

—A Emma no le importará. Ella te quiere

—Zelena querrá volver de nuevo a la casa y estará sobre mi todo el tiempo, sobreprotegiéndome.  – Se llevó las manos sobre la cara, frustrada.

—Alguien debe cuidarte Regina.  Es por tu bien y el del bebé. Siento que es una Ella, sabes. -Comentó Nieves, genuinamente feliz. -Regina comenzó a llorar.

—Tienes razón no puedo ocultarlo más.

Snow les mandó un mensaje a Emma y Zelena. 

“Vengan directo a casa de Regina a tomar el té. Ha pasado algo importante” -No dio más detalles y fue a la cocina a poner hierbabuena y buscó algo de galletas en la encimera.

—Ponte cómoda Regina ya vienen para acá.

Regina se sentó en  la sala con las manos sobre el estómago mirando el reloj cucu esperando que el tiempo se detuviera.

.....

Zelena y Emma llegaron pasados unos minutos.  Se quedaron calladas al ver a Regina. No sabían que palabra decir para que no sonora incómodo hasta que la pelirroja se atrevió a hablar.

 
—Guau si que estuviste ocupada con Morfeo.

Emma se quedó callada y trató de contener una sonrisa

 
—Creo que deberías sentarte Zelena. – pidió su hermana tomándola de la mano.

—No me digas, que hay más- Dijo Zelena sentándose en el sillón

—Robin Hood volvió y también estuve con él.

 
—Oh, Regina. – Los ojos de Emma se abrieron como platos.

Ambas cayeron en cuenta de que no sabrían quien era el padre hasta que naciera el bebé

—No te preocupes te apoyaré así como hiciste conmigo – Dijo Zelena rompiendo aquella tensión

—Yo siempre seré su tía y  te daré unos buenos consejos en base a mi experiencia. – Habló Swan acariciando el hombro de Regina. Regina se relajó

—Me alegro porque sé que mi bebé será bien recibido y dichoso en este pueblo.