Hope.

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De vez en cuando Roni observaba por la ventana. Era demasiado temprano para que alguien fuera precisamente a beber, a menos que haya tenido un mal día, que en su caso era algo constante. No precisamente por los clientes que escaseaban, sino porque Victoria Belfrey se creía la dueña de todo. Bueno, tal vez lo era, pero eso no le daba derecho a arruinar la vida de su hijastra, manejanejando a todos a su antojo especialmente a Jacinda.

Cambiar de paisaje siempre era buena idea para aclarar su mente. A veces se replanteaba la propuesta de Victoria sobre alquilarle su bar y hacer negocios, pero no quería darle esa satisfacción, era el único lugar en el que Jacinda podía desahogarse. Una vez a la semana la chica acudia a Roni por consejo y de alguna forma platicar con ella aminoraba la carga y el estrés de criar a una hija prácticamente sola. Aunque las cosas se estaban complicando demasiado, pues la rubia encontraba la manera de arruinar los planes.

Roni vió por el ventanal a una pequeña niña agarrada de la mano de la que supuso era su madre, observando a través de una enorme vitrina los juguetes que se exhibían en la tienda del barrio, no muy lejos de su local.

-Inocencia pura-dijo para sí misma, recordando la expresión de Lucí al tener entre sus manos a un osito cariñosito que escogió de esa tienda hace algunos años.

De pronto el panorama cambió. La niña se soltó de su madre y corrió muy rápido, parecía que sus pequeñas piernas apenas tocaban la acera y daba la impresión de que no se detendría jamás. Podía sentir la energía de un ser joven irradiar como si se tratara del mismísimo sol. Era extraño, esa niña captaba completamente su atención.

Sus movimientos eran elegantes como si fueran fríamente calculados, parecía que la acera se hubiera alargado porque podía sentir que la niña corría y corría impaciente por alcanzar algo. Un coche se aproximó velozmente para cruzar la misma acera, pero en sentido contrario- pensó que la niña no se detendría, por suerte lo hizo.

Miró justo antes de cruzar la calle.

Roni sonrió.

-Chica lista.-Exclamó reconociendo la inteligencia de la pequeña. Casi le da un infarto al ver que un coche se aproximaba hacia ella.

Quien diría que sentiría la misma adrenalina que al ver una película de acción mientras limpiaba los vasos....
No se percató de la entrada de un hombre


-Hola.-Una voz masculina trató de llamar su atención.

El joven le sonrió nervioso.


Roni le devolvió el gesto tratando de ser cordial. Se removió en su asiento y cambió su postura. -Soy Roni ¿qué puedo servirte?

- Ohh, lo siento, en realidad no estoy interesado en lo tragos.

Esa frase de nuevo

-¿Qué tiene de malo mi bar?. Ya van dos personas que me dicen eso.

-Siendo sincero es algo tranquilo. La cantinera y el letrero son interesantes, pero el bar es demasiado pacifico. A los chicos les gusta algo mas movido.

-Ya lo tengo acabas de darme una brillante idea. Organizaré una fiesta de Haloween con la primera ronda de tragos gratis para quienes vengan disfrazados.

-Eso suena interesante claro que estaré aquí -Es tu hija, pude notar que no paras de observarla.

-No...Es sólo una niña rebelde que se soltó de su madre.

Eterna Adicción. [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora