Surrender {SeBaek}

Celos.

Capítulo XXI

Su mente se encontraba siendo invadida por el tormentoso recuerdo de los MAMA, entendía a la perfección que, por los términos de su relación, no podía reclamarle nada al menor, y eso convertía a su tortura en algo peor.

El mes pasado había tenido que soportar al maknae tratando de levantar su camiseta durante la plática de un concierto; también el beso de Jongdae que, por cierto, ¿qué ocurría con él? ¿cómo se atrevió a hacerle eso a Hun? Tuvo que dejar pasar esas situaciones por el hecho de tratarse del fan service del grupo, pero ese momento...

¿Por qué Sehun se vio tan apenado y a la vez tan feliz cuando Seungri se sentó sobre él? Sí, había sentido celos y le rogaba a todo lo que conocía para que no se le hubiese notado durante la transmisión. No llevaba ni un mes teniendo sexo con el menor y ya se sentía desesperado... Necesitaba algún progreso, algo que le indicara que su esfuerzo no era en vano.

-Detente- dijo Baek, los besos sobre su cuello cesaron al instante.

No había podido concentrarse en lo que hacía por pensar en el asunto. De hecho, todavía recordaba a Sehun deseando conocer al integrante de BIGBANG como él lo hizo hace poco más de dos años. Si tan sólo pudiese apartar la idea de su cabeza, lograría pasar otra increíble noche junto al alto, como venía sucediendo desde la primera vez.

-¿Qué ocurre?- preguntó el menor, apartándose un poco.

-No tengo ganas- se excusó, quitando completamente al otro de encima suyo.

El maknae no comentó nada, se limitó a observar al mayor salir de su habitación. Podía intuir lo que le pasaba a su hyung, debía de haberlo tomado como una advertencia para concluir sus encuentros en ese instante. Sin embargo, no fue así, posiblemente debido al alcohol en su organismo.

Se habían retirado temprano de la reunión con los miembros, en la cual, tenían en mente tomar una copa de vino y después a descansar. Claro que algunos habían bebido más y terminaron dormidos en el sillón, como Junmyeon.

Después de varios minutos de una nublada reflexión, sus pies se movieron de manera automática, siguiendo los pasos de Baek, no obstante, no tuvo éxito en encontrarlo en su recámara. Recorrió la casa, en su búsqueda, hallando a todos sus compañeros inconscientes, excepto por alguien en el baño.

No requería de un sexto sentido para saber la identidad de la persona, así que accedió al cuarto. La mayoría de su ropa había sido regada por su recámara, por lo que sólo tuvo que deshacerse de una delgada prenda que resguardaba su virilidad.

-Dije que hoy no- pronunció Baekkie, adivinando de quién se trataba.

Al menor no le sorprendía que su hyung advirtiera su presencia sin verlo, no era la primera vez, tampoco sería la última, o eso le gustaba creer. Corrió la cortina, siendo esperado por el otro con el entrecejo fruncido y el agua tibia cayéndole por el cuerpo.