Terceros.

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Capítulo XXXIV

Su mirada permanecía absolutamente perdida en la fuente danzante, mientras su mente repasaba una y otra vez los errores que había cometido. Había obedecido a Baekhyun esa noche, lo conocía bien y sabía que debía dejarlo a solas por varios minutos para que se tranquilizara, pero eso se transformó en horas, en días... Ahora, esas palabras no dichas le dolían en lo profundo de su pecho, querían salir aun cuando ya no existía posibilidad alguna de reconciliarse.

A pesar de que Junmyeon y él hacían todo lo posible por distraerse en Las Vegas, la realidad era que sus pensamientos yacían al otro lado del mundo, con aquella persona que no dejaba de apoderarse de sus recuerdos. Porque incluso con la excelente compañía de su amigo y de los divertidos momentos, algo faltaba.

Esa sensación le resultaba realmente molesta. No logró deshacerse de ella en la comida, ni en la limusina, en la cual había escrito varios mensajes para su hyung pero no se animó a mandar alguno, ya que no tenía pensado confesarse por celular. Afortunadamente, las cámaras ya se habían apagado, sino los espectadores serían capaces de ver la trsiteza en sus ojos.

-¿Qué te ocurre?- cuestionó Suho, poniendo una manos sobre el hombro del maknae.

Sehun cerró sus párpados, el mayor le había escuchado hablar del tema tantas veces en el pasado que no deseaba molestarlo nuevamente. Sin embargo, las palabras que trataba de retener ya comenzaban a lastimar su garganta.

-Ojalá él estuviera aquí- susurró el menor.

Jun sonrió brevemente. Sabía que al alto no le desagradaba su compañía, y entendía que prefiriera la presencia de quien quería.

-Durante años, he visto el modo en que te atormentas por el mismo motivo- comentó el líder, aplicando un poco de presión a su agarre-. Incluso sé que intentaste desparecer tus verdaderos sentimientos siendo pareja de otras personas- continuó, esperando que, después de tanto tiempo, Hun por fin hubiese despejado sus dudas-. ¿Qué sientes por Baekkie?

La mente del maknae inmediatamente lo transportó cuando le pidió a Junmyeon dejar de insinuar una posible relación entre su hyung y él. Tal vez todos en el grupo sabían desde ese entonces sobre sus sentimientos, todos excepto él.

-Creo...- calló rápidamente y sacudió su cabeza, había pronunciado una palabra innecesaria porque en su ser ya no existía duda-. Estoy enamorado de Baekhyun... desde hace años- confesó, cubriendo su cara con una de sus palmas, debido a que sus ojos y nariz le advertían que era imposible seguir conteniendo el llanto-. Pero lo perdí, JunJun, y ya no puedo hacer nada para remediar las cosas.

-No digas eso- murmuró el mayor, acariciando la espalda de su amigo-. Pronto regresaremos a Corea y arreglaran sus problemas, estoy seguro.

Suho abrazó al otro, aun cuando dijo eso realmente rogaba por no equivocarse. Porque conocía todo lo que Baek tuvo que soportar, que parecía algo injusto pedirle que regresara con Sehun.

...

Se suponía que debería estar descansando, pero no podía. Se encontraba demasiado intranquilo pensando en la situación que vivían el maknae y él, aunque el problema ya no tenía solución, era algo que se resistía a abandonar su cabeza.

Bajó la escalera, con la esperanza de matar su pena con comida. Lamentablemente, su idea se esfumó cuando halló a Junmyeon en la cocina, prácticamente, su andar se congeló.

-No exageres, Baekkie- comentó el líder, metiendo un par de uvas a su boca-. Soy amigo de los dos, no tenemos que dejar de hablar mientras se arregla su malentendido.

Surrender {SeBaek}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora