Hábitos [Jookyun] ✨

D I E Z

Changkyun no logro aguantar la risa ante la situacion, simplemente era algo jodidamente increíble lo que había pasado; no pudieron ver ninguna película, gastaron dinero y Jooheon parecía que quería matar a alguien. Era jodidamente genial.

Lo último le llamo la atención, pues era extraño lo que había visto; El rubio estaba enojado, incluso había pronunciando algunas malas palabras en el transcurso. Eso fue algo que al principio sorprendió a Changkyun, pues Jooheon era alguien que se mostraba muy tranquilo y con un vocabulario ejemplar ante la universidad y las personas; sin embargo, también podía ser algo "normal" de vez en cuando, esto le gusto a Changkyun y sin duda mejoro el ambiente.

Cuando salieron de la plaza, Changkyun se sentía mejor, hace días que no reía tanto. Así que para agradecerle a Jooheon decidió llevarlo a un lugar muy especial para el.

Mientras guiaba a Jooheon, su cabeza recordaba innumerables ocasiones cuando era más joven. Un adolescente responsable a cuanto la escuela se trataba, sin embargo era usual que Changkyun se saltará las clases por alguna rabieta con alguien o con sigo mismo, por ende, pasaba bastante tiempo solo en esa gran ciudad buscando un lugar para relajarse; y un día, caminando por un bosque serca de su actual Universidad lo había encontrado.

Cuando empezaron a adentrarse en el bosque escucho como Jooheon empezaba a suspirar, posiblemente pensado a donde mierda lo había traído Changkyun, y como sus costosos zapatos se ensuciarían.

Cuando por fin llegaron, se dió vuelta a Jooheon y lo dejo entrar primero.

-Vaya, tu hiciste esto Changkyun? — el de hoyuelos solo podía mirar por todas partes la pequeña guarida.

-Si...cuando encontré este lugar tenía 16, recuerdo haberme puesto tan emocionado que incluso conseguí un trabajo y ahorre un tiempo; después pase todas mis vacaciones construyendo la casa y organizandola. Y cuando tenía rabia con alguien o mi día había sido una mierda, recuerdo venir aquí y relajarme con el silencio del bosque. Deje de venir cuando empeze en la universidad. Supongo que no tengo tiempo ahora.

Espero un rato y solo pudo ver como Jooheon seguia mirando la pequeña cabaña con tanta atención, parecía querer ver cada detalle, hasta el más pequeño. No paso sino un rato que hasta que dijo algo.

-Es impresionante, y es hermosa, esta muy bien construida para un niño de 16 años, además de que el lugar es perfecto, se amolda perfectamente a la cabaña. — Jooheon seguía sorprendido, parecía que encerio le había gustado su pequeño escondite del mundo real.

-Gracias... pero no nos quedemos afuera, qué tal si entras? — Changkyun ya quería ver que decía una vez adentro.

Cuando entraron, a Changkyun solo vinieron miles de recuerdos en esa pequeña Cabaña. Tardes enteras jugando videojuegos en la vieja tele que su abuela de había dado y que decidió mudar allá, había sido un dolor de cabeza encontrar la manera de que funcionara en medio de la nada. Pero con un poco de esfuerzo se ingenio un sistema de electricidad para encenderla, todo gracias a que su abuelo que había explicado como hacerlo y no morir electrocutado en el intento.

También recordaba todas las tardes en las que paso pintando cuadros en el bosque para después colocarlos en las paredes. O aquellas veces en las que había comprado demasiada comida chatarra y había pasado toda la tarde leyendo cómics y comiendo hasta reventar. Esos, eran de los pocos recuerdos que Changkyun apreciaba como un tesoro, aquellos que lo hacían sentir vivo.

Cuando cumplió los 18, dejo de ir aquella guarida; al principio pensó que los Vagabundos probablemente la tomarían para ellos en cuanto la descubrieran. Pero cuando regreso pasados varios meses, necesitado de unos cómics que quería leer, se dió cuenta de que nadie había estado allí, salvo por él. Esta sería su escondite para siempre, solo de él.