capítulo 25

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Sehun se encontraba inquieto y temeroso en la habitación.
Quería levantarse, pero su cuerpo no respondía.
Le dolía el pecho y la cabeza, además estaba mareado y sudoroso.

De pronto se sintió perdido.
Stephanie no regresaba y estaba seguro que se había marchado.

Además del malestar físico, estaba molesto consigo mismo.
Trató de despistar a JongDae cómo todos los días, pero no contaba con que ésta vez, el chico lo seguía en un auto, siempre lo hacía a pie y era mucho más fácil escapar de él, pero en esta ocasión, JongDae vigilaba dentro de un auto, seguramente de JongIn o tal vez del mismo JunMyeon.

Sehun había engañado todo esté tiempo a JongDae.
Lo llevaba hacia un edificio cercano al suyo y entraba, para luego salir por la parte de atrás sin ser visto.
JongDae pensaba ingenuamente que Sehun vivía ahí.

Pero en esta ocasión, Sehun no pudo salir como todos los días.
La puerta trasera estaba cerrada y la única salida posible, estaba custodiada por el joven mesero.
Espero varias horas, hasta que JongDae decidió marcharse.
Para entonces, llovía a cántaros y el frío era insoportable.

Caminó rápidamente bajo la lluvia y el frío, hasta llegar al local en donde siempre compraba la cena para Stephanie y para él.
Para ese momento ya su cuerpo empezaba a manifestar malestar.
Había amanecido con síntomas de gripe, pero no había hecho caso.
Ahora parecía que todo se iba a complicar.

Regresó a casa lo más rápido posible, pero las molestias ya eran evidentes.
Entró y se dejó caer en el sillón.
Estaba mareado y un gran dolor en el pecho lo molestaba.

Esperó un rato, creyendo que al entrar en calor se sentiría mejor, pero no fue así.
Se había quitado ya la ropa húmeda y puesto una pijama cómoda.

Caminó a paso lento hasta llegar al sillón, el mareo y el dolor de cabeza le impedían incluso ver bien.
Escuchó débilmente a Stephanie gritar su nombre a través de la puerta y
Quiso responder, pero no pudo.

Siguió escuchándola y se levantó con mucho trabajo del sillón.
Caminó hacia la habitación de la chiquilla para llevarle la cena, seguramente estaba hambrienta.

Entró sin ganas y sin fuerzas.
y notó que la chiquilla lo miraba con asombro.

Trató de sonreír, lo que parecía más bien una mueca.
Le entregó la bolsa con la cena y se disponía a salir, cuando sintió un gran mareo y su cuerpo no lo sostuvo.
Escuchó a Stephanie gritarle y llegar hasta él.
Sintió como lo ayudaba a llegar a la cama y le hablaba, pero él no la escuchaba bien.

Stephanie lo ayudó a recostarse, mientras le decía que iría a buscar medicinas.
Sehun reaccionó en ese momento, si ella salía de la habitación, seguramente escaparía y él sería atrapado.
Trató de impedir que saliera, pero su cuerpo lo traicionó y volvió a caer en la cama...no podía moverse.

Vió cómo la chiquilla salía de la habitación y cerró los ojos con resignación...
Estaba perdido.

No supo cuanto tiempo había pasado.
Abrió los ojos con pesadez y vió a la chiquilla frente a él.
Parecía un ángel, seguramente era un sueño o una visión.
La visión estaba hablándole y él no alcanzaba a comprender lo que decía.
Se vió a si mismo tragando algo y volviendo a caer pesadamente en la cama, luego
Sintió una suave mano posarse en su frente.
Era agradable, la sensación era tranquilizante y Sehun se dijo a si mismo que sólo era un sueño.
Cerró los ojos y se abandonó a la reconfortante sensación que tenía en ese momento.
Ya resolvería sus problemas después.

✳️❇️✳️

A la mañana siguiente...
Sehun abrió los ojos y de nuevo, el dolor de cabeza lo sacudió.
Trató de moverse y no pudo.
Se dió cuenta entonces que Stephanie se encontraba sentada en una silla al lado de la cama.
La chiquilla sostenía su mano, mientras apoyaba la cabeza en un extremo de la cama.
Estaba profundamente dormida.

Sehun no pudo evitar que su corazón latiera de forma apresurada.
Eso era algo que no esperaba.

Él juraba que Stephanie se marcharía aprovechando su situación y sin embargo, no lo había hecho.
No sólo no se marchó, si no que pasó la noche cuidándolo.
Estaba realmente sorprendido.

Con mucho cuidado se deshizo del agarre de la chiquilla, y con suavidad quitó un mechón de su cara, observándola con detenimiento...
Stephanie era muy hermosa, pero pareciera que el embarazo la hacía lucir aún mucho más linda.
La recorrió lentamente con la mirada, hasta que sus ojos se posaron en su pequeño y abultado vientre.
Vió la posición en la que estaba y pensó que seguramente estaba muy incómoda.

Con cuidado tocó levemente su hombro para despertarla.

Stephanie abrió los ojos despacio y cuando logró enfocar bien se incorporó rápidamente.

-¡ Sehun!.. ¿estás bien? ¿Te sientes mejor?-

Preguntó mientras ponía su mano de nuevo en la frente e Sehun.
El chico se estremeció ante el contacto.

-¡ Ya no tienes fiebre.. eso es bueno!-

Dijo sonriendo y Sehun sintió que el corazón le daba un vuelco rápido.
¿Qué demonios le estaba pasando?

- Iré por tus medicamentos y te prepararé el desayuno -

Stephanie se levantó de la silla, pero Sehun la detuvo tomándola de la muñeca.
Ella lo miró intrigada.

-¿Qué sucede?-
Preguntó.

El chico no dijo nada y bajó la mirada.
Stephanie le regaló una media sonrisa,
Había comprendido lo que pensaba.

- Sehun...no me iré, si eso es lo que temes, No voy a dejarte, voy a cuidar de ti hasta que estés bien -

Dijo con una sonrisa y salió sin prisa de la habitación.

Sehun sonrió emocionado.
Ella se quedaría ahí, cuidaría de él...
hacía tiempo que estaba tan solo.

Pronto su emoción pasó a ser desconcierto e incertidumbre.
Seguramente ella después volvería a pedirle que la dejara ir, sería lo justo.

Pero él no podía.
No quería.

Sabía y tenía muy claro que era un completo miserable por tenerla ahí a la fuerza.

Pero algo había pasado.

¿Desde cuando había dejado de verla como un instrumento de venganza?
Se llevó las manos al rostro con desesperación.
Estaba conciente que lo que empezaba a sentir no era parte de sus planes.

Mientras tanto, Stephanie buscaba en la heladera y la alacena algo que le sirviera para alimentar a Sehun.
El chico estaba muy débil y necesitaba algo sustancioso.

Encontró muy poco, pero haría algo con eso.

Caminó hasta la habitación de Sehun para tomar más medicamentos y al pasar por la sala, su mirada se detuvo en la puerta.

Suspiró resignada, le había prometido a Sehun quedarse con él hasta que estuviera bien.

Enfocó la mirada en el teléfono que estaba sobre la cómoda.

¿Y si sólo llamaba a JunMyeon para decirle que estaba bien?

Moría por escuchar su voz.
Por verlo y abrazarlo.

Tomó el teléfono y estaba a punto de marcar, cuando se dió cuenta que sería un error.

Si llamaba a su esposo, él iría por ella de inmediato.
Seguramente la policía lo acompañaría y Sehun estaría en demasiados problemas.

¿Porqué le preocupaba tanto Sehun?

Él la tenía secuestrada, y aunque fuera bueno con ella, había cometido un delito.

Tomó un respiro y se fué a terminar el desayuno de Sehun.
Con un poco de suerte, cuando él estuviera mejor la dejaría ir.

Estaba contando con que eso pasara.

Un Amor Inesperado (Kim JunMyeon)© #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora