cαpítulσ nuєvє

7.6K 361 367
                                    


Si el domingo había sido un día largo, el lunes le estaba superando con creces. Aún así, Agoney se encontraba pletórico, había dejado completamente listo el decorado de su parte de la exposición, y sonrió para él mismo observando los lienzos, retocados estas últimas semanas, tapados por mantas rojas que cuando llegara la hora se quitarían para dejar a la vista sus pequeñas obras de arte.

Gozaba de unas horas para prepararse, por lo que decidió que lo mejor sería ir a su casa para asearse y de paso pasar tiempo con Ricky, quien estaba incluso más nervioso que él, debido a que tendría que perderse aquel momento tan importante para el canario porque esa semana comenzaba con el turno nocturno en el Mc Donalds.

Cuando llegó a casa, Ricky le preguntó qué tal le había ido y al llegar al salón sonrió con amplitud al ver a Ana y Mimi, completamente arregladas para asistir a la exposición.

- ¡Chicas! ¿Van a ir?

- ¿Cómo nos íbamos a perder algo así? Aunque los museos me parecen un coñazo - Ana le propinó a su novia un codazo, por lo que esta se apresuró a continuar - pero no pienso faltar al despegue artístico de mi querido Ago.

El canario se lanzó en brazos de las chicas, llenando sus caras de besos a pesar de las quejas de estas y en seguida tuvieron un peso más sobre ellos: el de Ricky.

Agoney se duchó y se vistió. Tras la insistencia de Ana por ponerse algo formal, terminó optando por sus vaqueros negros ajustados, una camiseta blanca y una chaqueta de traje, o bueno, algo parecido, pero qué culpa tenía él si nunca vestía así.

- Madre mía, si parece que te vas a casar.

El canario sacó el dedo corazón a su amigo, que riéndose tuvo que despedirse del grupo para irse a trabajar a carreras, no sin antes desearle suerte a su compañero.

- A por todas, y fóllate a todos los asistentes.

Dijo guiñandole un ojo, a lo que Agoney respondió con una carcajada.

- Lo haré, literalmente.

Contestó.

- Madre mía, Ago, ¿no estás nervioso?

- Mimi, preguntándole eso se va a poner más nervioso aún.

Le recriminó su novia, a lo que la rubia contestó sacándole la lengua, de manera infantil. El canario observaba aquella bronca desde los asientos traseros del coche de Ana, divertido. Esas dos estaban todo el día igual, aunque podían resultar realmente empalagosas cuando se lo proponían.

Agradeció que comenzaran a tontear de esa forma puesto que no sabía qué contestar. Estaba nervioso, mucho, se podía comprobar por la velocidad a la que se movía su pierna. Pero también estaba feliz, veía su sueño un poquito más cerca. No contaba con que a esa exposición fueran mucho más que unas 200 personas, pero entre ese número podía encontrarse algún ojeador, así que tenía que estar al tanto.

Agoney observaba por la ventana mientras se aproximaban al destino. En el momento que escuchó a la canaria murmurar por lo bajo algo acerca de lo lejos que tendría que aparcar, recordó algo.

- Aparcamiento Montalbán.

Ana observó al canario por el retrovisor, alzando una ceja.

- Pero si ese aparcamiento es carísimo, prefiero ir caminando desde aquí.

- Amigas, esta noche soy VIP, ¿recuerdan?

Sonrió sacando del bolsillo de su pantalón una tarjeta que su profesor de arte le había entregado para aparcar en el parking cubierto más cercano al museo. Ana captó al vuelo la idea y se dirigió allí, soltando un silbido de admiración ante los coches allí aparcados.

ɴᴏ ᴍᴇ ᴀᴄᴏsᴛᴜᴍʙʀᴏ ᴀ ᴘᴇʀᴅᴇʀ (#Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora