En busca de un hogar

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Querida madre patria:

Me encuentro en una ciudad extraña; casas disonantes, arquitectura variada, calles fluctuosas, una enorme Basílica construida al lado de una Catedral, rincones y túneles llenos de historia. Todo parece construido "sin ton, ni son".

El frío extremo del invierno se convierte en calor infernal, saltándose la estación de primavera por el camino, pero... ¡De igual modo ocurre al revés! El otoño ni existe.

El viento, ¡Ay, el viento! ¡Qué hasta nombre propio tiene! El "Cierzo", ese compañero inseparable, a veces insufrible, que le confiere ese carácter tan especial a esta ciudad.

Pero lo mejor, la gente, los ciudadanos; afables, leales, honrados, trabajadores, humildes y familiares.

El "maño", como es conocido, reúne estas y otras tantas virtudes, motivo principal que convierte a Zaragoza, ciudad histórica y monumental, rodeada de campo, en un lugar en el que merece la pena vivir. Y es aquí, donde por fin, me quedo y te espero.

Atentamente, tu hijo.

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Este relato es extremadamente corto, debido a que ha sido presentado a un concurso en el que la extensión máxima eran 1000 caracteres, incluidos espacios.

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