Entrevista

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Había pasado casi una semana desde que Lena había llegado con Ruby a su departamento, tenía que admitir que la niña era un amor de persona, podía comprender a la perfección por qué Lena le tenía cierto aprecio. Ella permaneció con ambas en una de las enormes y lujosas casas que ahora le pertenecían a Lena, pero no pudo hacerlo todos los días como se lo había pedido Lena, pues aunque le encantaba la idea ella debía llegar a su departamento, ya fuera porque Alex iba a visitarla y a quedarse con ella o por el simple hecho de que le costaba descansar en cualquier otra cama que no fuera la suyo, era raro, pero así era ella y Lena lo aceptó. Permaneció tres de siete días con ellas en aquella casa, se suponía que hoy iría a quedarse allá, sin embargo la noticia que tuvo al llegar a CatCo la dejó con la boca abierta.

—¡Lena Luthor tuvo una hija fuera de matrimonio!

—¿Qué?

Kara miró a su jefa, Cat miraba unas fotografías con los ojos brillando como diamantes, fue minutos después que se percató que Kara ya se encontraba con ella en su oficina.

—¡Oh, Kerah! ¿Por qué estás aquí tan tarde?

—Yo... señorita Grant ¿Qué acaba de decir?

—Lo que escuchaste, ¡Tengo evidencia! Voy a exponerlo al mundo como el mayor escándalo de la clase alta de National City... ¡Imagínalo!

—¿De dónde sacó esa información?

Cat giró sus ojos, mostrándole las fotos que tenía y Kara las tomó. Eran fotos de Lena con Ruby, soltó una risa que hizo que su jefa la mirara con su ceño fruncido.

—¿Qué es lo gracioso?

—¡No es su hija!

—¿Acaso eres la mejor amiga de Lena para decirme eso Kara?

Kara iba a decirle que era su novia, sin embargo recordó que le pidió a Lena borrar el recuerdo que Cat tenía de ellas para que no se hiciera un escándalo con respecto a ella saliendo con la mortal y común asistente de Cat Grant. Carraspeó un poco, mostrándole las fotos a Cat de vuelta.

—En primer lugar, ni siquiera se parecen... en segundo lugar ¿Quién es el padre?

—Jack Spheer.

—¿Quién?

Presionando un botón de un control, las pantallas detrás de su escritorio le mostraron a Kara un hombre moreno, uno que Kara no conocía en absoluto.

—Lena salió con él hace doce años y adivina qué Kara... esa niña tiene doce años ¡Bingo! —Kara tenía unas inmensas ganas de decirle a Cat que aquello no era más que un error, sin embargo ¿Quién era ella para debatir con la grandiosa Cat Grant sin tener pruebas de que lo que decía estaba mal? Nadie —. El único problema es que Lena se ha negado a darnos una exclusiva del asunto —la mujer soltó un sonoro suspiro —, daría lo que sea por tener esa entrevista en mis manos.

—¡Puedo hacerlo! —Cat miró a Kara con suspicacia —. Quiero decir... si me lo permite... yo quizás... podría obtenerla.

—La señorita Luthor incluso me negó a mí, Cat Grant, una entrevista ¿Qué te hace pensar que te la dará a ti?

Kara debía admitir que aquel comentario le dolió, se habría ido llorando de ser cualquier otra persona, sin embargo estaba acostumbrada a los comentarios mordaces de su jefa.

—Si consigo la entrevista... ¿Podría tener la vacante de periodista?

Cat la miró sorprendida, no se esperaba aquel atrevimiento por parte de su asistente.

—¿Soñando en grande Kerah? —la determinación en la mirada de Kara no desapareció. Cat le sonrió, asintiendo con la cabeza —. Muy bien, tienes el día de hoy para hacerle una entrevista a la señorita Luthor y sacarle la mayor información posible acerca de su hija y lo que sea que pasó con Jack Spheer... el puesto es tuyo.

Tus deseos son mis órdenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora