¿Qué tienes pensado?

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Lena miró a Kara con confusión, sin entender por qué la mujer aún reconocía el verdadero rostro de Lena Luthor y no había estado bajo el efecto del deseo de la mujer con la que había hecho un trato horas antes. Se paseó por la sala de estar con su mirada fija en la rubia, dejando su bolsa sobre el sofá, parecía estar acechándola más que mirándola, sin embargo su mirada penetrante no parecía tener efecto alguno sobre Kara, pues ella continuaba mirándola con sus brazos cruzados y su ceño fruncido, esperando una explicación.

—¿Y bien? ¿No vas a decirme nada?

Lena negó con la cabeza sin comprender.

—¿Cómo conoces a Lena Luthor?

—¡Ese no es el punto! —la pelinegra frunció su ceño, cruzando sus brazos al igual que Kara y mirándola con sospecha, a lo que Kara giró sus ojos y contestó —Mi... primo es periodista en Daily Planet, un periódico de Metropolis, lo visité justo cuando Lena fue a su hogar para revelarle información acerca de su hermano Lex, sólo la vi durante unos minutos pero conozco su rostro... ¿Qué le hiciste?

La pelinegra soltó una risa sarcástica ante aquellas palabras.

—¿Qué le hice? ¿Acaso se te olvida quién soy? —por un momento Lena no sintió aquella especie de control que había tenido Kara sobre ella desde el comienzo del día —Sí, quizás tú deseaste que fuera tuya ¡Y estoy cumpliendo con mi parte del trato! Fui tuya ayer e iba a serlo hoy en la mañana, he actuado como cualquier novia lo haría, te serví el desayuno, te di un aventón a tu trabajo y adicionalmente obtuve tu café favorito y el de tu ostentosa jefa, pasé por ti para almorzar como lo pediste ¡Conseguí una vida, un apellido y un oficio como me lo pediste! ¿Y aun así te atreves a cuestionar mi verdadero trabajo? Es el colmo, he tenido suficiente en un solo día, ustedes las humanas son increíbles.

Hizo un gesto con sus manos girando sobre sus talones para comenzar a caminar en dirección a la puerta. Kara la detuvo, tomándola del brazo para que no se marchara.

—¡No se me olvida quien eres! —Kara soltó un suspiro, mirando a Lena con un gesto suplicante en su rostro que hizo a la otra mujer sentir un escalofrío en su espalda —Lena, no olvido quien eres y no cuestiono tu trabajo, únicamente quiero saber qué sucedió con la verdadera Lena... ¿Ella está bien? ¿No la... desapareciste o algo así?

Lena soltó un suspiro, quitando de su brazo la mano con la que Kara la sostenía, sosteniéndola entre las suyas por un momento y fijando sus ojos en su mano, detallándola, su piel era blanca, sus uñas ligeramente largas estaban pintadas con un esmalte de un color cremoso, era suave y delicada, podía recordar como esa mano recorrió, junto con la otra, su cuerpo el día anterior sin pudor alguno, acariciando cada rincón de su cuerpo, haciéndola sentir una extraña sensación de calidez... lo cual le parecía extraño porque su temperatura corporal generalmente era más caliente de lo normal, sin embargo al sentir las manos de Kara contra su piel había sentido una calidez que no podía explicar. Era raro. Todo en Kara Danvers le parecía raro. Entrelazó su mano con la de Kara y por fin la miró a los ojos.

—No la desaparecí —jugó con sus dedos entrelazados —, ella estaba desesperada, luego de desenmascarar a su hermano varios aliados del mismo trataron de hacerle daño, inclusive su madre trató de quitarla del camino... no podía confiar en nadie —llevó la mano de Kara a sus labios, depositando un pequeño beso sobre el dorso de la misma —. No voy a decir que fue una coincidencia, no lo fue... todos mis clientes son personas que alguien suele investigar minuciosamente hasta encontrar el momento perfecto para que yo aparezca frente a ellos, ella no fue la excepción, su desesperación la llevó a aceptar un trato rápido.

—¿El mismo trato que hiciste conmigo?

—Correcto, el mismo... su alma a cambio de algo que deseara —Lena liberó la mano de Kara y ésta la llevó hasta su mejilla, acariciándola con parsimonia —, me dijo que deseaba desaparecer, le expliqué que eso implicaba morir... así que le ofrecí algo mejor. Ella podría iniciar una vida normal, desde cero, en cualquier lugar que deseara... inclusive aquí en National City o Metropolis, yo tomaría su lugar es decir que mi rostro sería reconocido por todas y cada una de las personas que la conocieran como el de Lena Luthor, mientras que ella no sería sino una simple ciudadana más... Tess Mercer. Y al morir, como siempre, su alma sería mía.

Tus deseos son mis órdenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora