NNo detuvo sus acelerados pasos hasta que estuvo lo más lejos posible de la cafetería, en la cancha de fútbol americano. Allí vio el momento exacto en el que Charles entraba a las duchas y lo perdía de su campo de visión.
Excelente, ahora si los amigos de Eric Sharman la encontraban moriría sola y entre terribles sufrimientos.
Suspiró y sin mucha gracias se acercó a la gradería para recostarse con desánimo. ¿Qué había hecho? Se cubrió el rostro con ambas manos, frustrada. ¿Por qué lo había hecho? Seguía enojada con Blaze por haberle mentido acerca de la verdadera razón para entrar en su habitación hace dos semanas, podría haber dejado que los imbéciles amigos de Eric siguieran despotricando acerca de él.
¡Pero era tan horrible! Era horrible la manera en la que se referían a la muerte de Alissa Bellfire como si él lo hubiera planeado todo. A las personas les encantaba el morbo de imaginar a un Blaze de seis años empujando a su hermana frente a un auto, ellos amaban usar eso de excusa para tenerle asco en silencio pero ser incapaces de hablar cuando lo tenían cerca. Les asustaba. Porque no lo admitían, pero le tenían miedo.
—Lo que hiciste en la cafetería me hizo recordar porque me agradas tanto.
Se levantó de golpe de la grada y sus ojos se chocaron con los de Blaze que la miraban fijamente, parado a unos cuantos centímetros de distancia. Estaba segura de que él desconocía la razón por la cual había atacado a esos dos ya que, segundos antes de cometer su delito, lo había visto sentado en una mesa con el resto de su pandilla maligna lo suficientemente lejos como para no escuchar la montaña de babosadas que habían dicho. Winter cruzó la piernas aún en la grada y entrecerró los ojos al dirigirse a él.
—Aún estoy enojada contigo.
—Sí. Lo sé, lo sé—. Sé acercó a paso lento hasta ella y pudo notar una pequeña dificultad al caminar, estaba cojo pero se esforzaba por ocultarlo. Decidió que no lo mencionaría por el momento—. Pero por lo menos esta vez estamos manteniendo una conversación cordial.
—Admito que la última vez fui un poco agresiva— golpeó sugerente el espacio a su lado, él se sentó—, habla.
—No tengo mucho para decir en mi defensa, realmente. Entré a tu habitación persiguiendo a Hannah y luego ambos nos escondidos bajo tu cama, al salir ella tiró al suelo un vaso y por eso fingí que había entrado a buscarte. Pero no supe que ella había tomado tu teléfono hasta por la noche, cuando vino a reprocharme por haber salido contigo.
—¿Reprocharte?
—Sí. Hannah puede ser muy intensa cuando quiere y luego de molestarme un rato le dije que hiciera lo que quisiera.
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Friendzone Escape (Reescribiendo)
Teen FictionConoce a Winter Maze, una chica de diecisiete años con mucho drama en su vida. De hecho, este drama comenzó en el momento exacto de su concepción, cuando su adolescente madre se acostó con algún joven de identidad desconocida para Winter hasta el mo...