Capitulo 11: Nunca

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-¡¡¿Niaj?!! -la voz de Miyed se escucho a lo lejos.


-¡¡Aquí!! ¡Aquí! ¡Sacadme de aquí! -golpeo la puerta -¡¡En el granero!!


-¡¡Niaj!! -Gudman abrió la puerta y se vio empujado a un lado -¡¿A dónde vas?!


-¡Con ella! -el grito, corriendo hacia la parte delatara de la casa y se paro ante esta, mirando hacia el bosque. Con la respiración acelerada y sus ojos recorriendo cada rincón del bosque que se extendía ante él. -¿Donde estas Sienna?


-¿Niaj? -Miyed se acerco, colocando una mano en su hombro -¿Estas bien?


-Se ha ido y me dejo aquí -el se giro para mirarla -Se expuesto para que la siguieran a ella y me dejaran atrás.


-Dios mío, estas sangrando -Ella llevo la mano a su pecho, visible por la camisa rota -Tenemos que curarte.


-No -el se aparto, volviendo a mirar hacia el bosque -Tengo que ir con ella...


-Niaj -Ella giro el rostro y miro a su marido.


-Necesitaras armas -Gudman se acerco a el -Por lo que veo ya no tienes tu espada.


-La recuperare -miro a su tío -Pero necesitare algo mientras.


-Tengo varias espadas escondidas -el coloco la mano en su hombro -Vamos. -le guio al interior de la casa y se dirigieron a la chimenea, aparto una piedra junto a esta y saco dos espadas envueltas en tela. -Coge la que quieras.


-Gracias tío -el tomo la espada rápidamente y camino hacia la puerta.


-¡Niaj! -se paro en la puerta al oírle y giro el rostro para mirarle. -Ten cuidado.


Solo asintió y salió de la casa, dispuesto a ir hasta el fin del mundo por encontrarla.


-Llévate sus cosas -Miyed se acerco a el, con la bolsa de Sienna.


-Gracias -el se inclino y deposito un beso en su mejilla al tiempo que tomaba la bolsa, cuando fue a alejarse sintió el agarre de su tía en su brazo. -Te estás arriesgando demasiado por ella.


-La quiero -respondió con decisión, se giro y entonces frunció el ceño, volvió a mirarla haciendo una mueca -Nunca le cuentes que dije esto a Mail.-escucho entonces un aullido y miro hacia el bosque, corrió hacia Naya, sabiendo que la guiaría hasta ella.





Se agacho, tomando un puñado de hojas secas del suelo y cerrando los ojos, sintiendo la fuerza, vislumbro a los caballos trotando por ellas, hacia la salida del bosque. Suspiro, sabía que había cubierto cada rincón de la salida de Sherwen, solo le quedaba esperar, esperar el momento adecuado. Se incorporo y se apoyo en un árbol.

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