-Niaj -Duncan se paro tras él, observándole.
Suspiro sin obtener respuesta. Llevabas horas ahí sentado, en la tierra, mirando las ruinas. Las mismas horas que las hermanas de la Luz se habían llevado a Sienna a esas misma ruinas.
-Niaj -Fue Eder quien se paro ante él y se agacho, para mirarle a los ojos -Tu primo te necesita, quiere hablar contigo.
Niaj lo miro, con los ojos rojos, con los restos de las lagrimas en sus ojos y el miedo y el dolor aun latiendo en ellos. Se levanto y se giro caminando hacia la tienda en la que Mail se encontraba, todos le observaron en silencio.
-¿Crees que...? -Ewan miro hacia las ruinas.
-Si las brujas se la han llevado es por algo -Aclair respondió, serio.
Niaj se inclino accediendo a la tienda, apenas iluminada. Vio a su primo, tumbado con las vendas ensangrentadas cubriendo su herida. Una de las hermanas estaba arrodillada a su lado, colocando un paño de agua en su frente.
Ella le miro y se aparto, para dejarle el lugar.
El se acerco y se arrodillo a su lado, observo su rostro cubierto por el sudor, con apenas color.
-Está viva - Mail habló con los ojos cerrados, giro el rostro hacia su primo y abrió los ojos para mirarlo -Ella nunca permitiría que vuestro hijo muriera, está viva. Volverá a tu lado.
Niaj lo miró, con las lagrimas brotando en sus ojos, se agacho y colocando la cabeza sobre el pecho de su primo, lloró. Mail alzó la mano y la coloco en su cabeza, cerró los ojos con fuerza y una lagrima resbaló por su mejilla.
-Cuida de ellos por mi -hablo en apenas un susurro.
Todo estaba oscuro, silencioso, pero aun así, no había frío, no había soledad.
Caminaba sobre el agua, sentía como se movía en sus pies, pero no podía verla.
¿Esto era la oscuridad?
No, había luz, había luz al final.
Y estaba....
El.
Estaba de perfil, apoyado en una carreta, mirando al frente. El pelo caía sobre su cara, ocultando su rostro. Pero no necesitaba verlo.
Veía la espada. A pesar de que tenia los brazos cruzados y la sujetaba en la mano contraria, ocultando el mango con su propio cuerpo, podía ver la hoja de acero. Y sabía que era la espada de su protector. La espada de Niaj.
Él giro el rostro, hacia ella y la miro.
Sonrió, con ternura, con un inmenso amor.
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La Bruja
RomanceESTA ES LA SEPTIMA ENTREGA DE LA SAGA (Se recomienda haber leido las anteriores) Niaj Bukchaman decide tomarse un descanso de su familia y no es porque no los aprecio, pero tanto amor y tanto niño, empiezan a agobiarle. Se marcha a visitar a su tío...