Capitulo 23: La muerte

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Silencio, demasiado silencio en un lugar que había estado lleno de vida, de magia. El día había dado paso a la noche, una noche oscura, demasiado oscura. Ni una estrella brillaba en el manto de oscuridad, solo la luna, en su plenitud, llena y con un brillo que llegaba a ser maquiavélico.


El fuego crepitaba en el c entro del campamento, con El Diablo sentado ante él y justo enfrente Mail. Ambos enemigos tiempo atrás y ahora unidos, por algo más fuerte que la batalla. La lucha por los suyos, eran una familia y solo bastaba mirarse para comprender que darían todo, por su familia.


El viento soplo levemente, como un susurro, recorriendo cada rama seca que les rodeaba, levantando sutilmente, el polvo de la tierra que ahora era prácticamente ceniza bajo ellos. Ambos hombres se miraron, sintiendo el escalofrío de la muerte pasar junto a ellos.


La luna se tiñó de rojo, un rojo tan fuerte como el de la sangre y el fuego se fue apagando, lentamente, como si se hubiera consumido en sí mismo.

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Los gritos se sucedieron, el gran portón de madera se removió, retumbando por todo el castillo, el sonido del gran troco impactando contra el mismo. Guerreros corrían con sus armas, dispuestos a luchar hasta la muerte.


-¡¡Impedid que entren!! - Dalias apretaba su espada en la mano.


-¡Lleva a los niños a la habitación! -Niara grito a Helen.


-¡¿Y vosotras?! -La Duquesa observo como La guerrera sostenía su espada, después miro a Freya, viéndola sacar sus dagas.

-Nosotras nos situaremos arriba de la escalera, con los arcos -Eara habló, entregando un arco a Ayla y otro a Jannet.


-¡¡Iros al cuarto mujeres!! -Dalias las miró lleno de preocupación.


-Necesitas gente -Jannet lo miro a los ojos -Son nuestros hijos, lucharemos por ellos.


-¡Mama! -Javrik agarro la muñeca de Niara mirandola a los ojos.


-Ve con ellos -Ella miro a su hijo a los ojos y después a Isobel, que estrechaba contra su cuerpo a Kristal, con las lagrimas bañando sus ojos -Tienes que protegerlos.


-Dame una espada -Helen miro a Freya -No voy a quedarme alli sin nada con lo que defender a los niños, si llegan a nosotros.

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