CHERRY BOMB | guardians of the galaxy vol. 1 [moonstone series #1]

D O S

—Hoy hubo disturbios aislados en el imperio Kree en protesta por el reciente tratado de paz firmado por el emperador Kree y Nova Prime, de Xandar... —decía el tipo del noticiero en la pantalla de holograma. Cherry estaba viéndolo atento mientras limaba las uñas de sus manos en un gesto aburrido, ignorando la mirada letal de la amiga de Peter sentada al otro extremo de la improvisada mesa.

—Es mi turno de ver la televisión —le recordó Cherry, al notar perspicazmente la mirada de Peter.

—Son aburridas —se quejó, alargando la voz.

—Pues si te aburren tanto vete a tu cuarto con tu amiga y déjame sola aquí.

—Tengo un nombre —refunfuñó la chica en voz baja. Cherry ni siquiera se molestó en verla.

—Es gracioso que digas eso como si realmente me importara —hizo una pausa, antes de añadir maliciosamente—. Si Peter ni siquiera lo recuerda, ¿por qué tendría que hacerlo yo?

—No seas grosera —la regañó Peter, aunque Cherry lo conocía lo suficiente para notar que estaba aguantando la risa.

—Ni sias grisiri —lo arremedó Cherry, volviendo su atención a sus uñas.

—Peter, tienes una llamada —dijo la chica de Peter, presionando para aceptar la videollamada.

—¡Mierda! —siseó Cherry, abriendo los ojos de par en par al ver a Yondu en la gran pantalla de holograma, viéndolos a Peter y a ella bastante molesto.

—Quill, Cherry —exclamó Yondu, con esa voz autoritaria y socarrona que lo caracterizaba. Peter y Cherry se voltearon a ver, alarmados.

—Contéstale —siseó Peter.

—Contéstale tú —gruñó Cherry, entrecerrando los ojos. Se miraron por cinco segundos hasta que finalmente ella terminó cediendo—. Hola, Yondu —saludó, con falsa dulzura.

—Estoy en Morag y no está el orbe ni están ustedes —dijo Yondu, acercando su cara azul demasiado a la pantalla.

—Estábamos en el vecindario y pensamos ahorrarte la molestia —dijo Peter secamente, aunque todos sabían que era una vil mentira, y una inútil.

—¿Y dónde están ahora, muchachos?

—¡Yondu! Se está cortando la llamada —exclamó Cherry, poniéndose de pie y haciendo una mueca—. Tss, tss. Hay mucha estática. ¿Quién diría que eso también existe en el espacio? ¿Qué dijiste? Hablamos más tarde...

—No te atrevas a colgarme, niña —gruñó Yondu, apuntándola con el dedo—. ¡Trabajé como un esclavo para hacer ese trato!

—¿Hacer llamadas es trabajar como esclavo? —preguntó Peter, negando con la cabeza.

—¡Y ahora me van a estafar! —Bufó, interrumpiéndolo—. No nos hacemos eso entre nosotros. Somos Saqueadores. Tenemos un código.

—Sí, y el código dice: "Róbale a todo el mundo" —enfatizó Peter.

—Ding, ding —canturreó Cherry, cruzándose de brazos—. Punto para Quill.

—No te metas en esto, Cherry. Dime dónde están.

—Lo lamento, Yondu —se encogió de hombros—. Estoy con Peter en esto.

Yondu negó con la cabeza, como si no pudiera creer la traición. Volteó a ver a Peter, la ira presente en su mirada.

—Cuando te recogí de la Tierra...

—"Te recogí" —farfulló Peter, arremedándolo, molesto. Recoger era una verdad endulzada sobre lo que había hecho en realidad.