CHERRY BOMB | guardians of the galaxy vol. 1 [moonstone series #1]

D I E C I S I E T E

Cherry se libró del agarre de Gamora y corrió, jalándola con ella. Corrió hacia Peter, aunque el poder de la Gema intentara mantenerla alejada y con esfuerzo, extendió su mano hacia Quill. Tal vez, si todos se tomaban de la mano, el poder se distribuiría y así podrían contenerla un poco más. O tal vez morirían, pero al menos lo harían juntos.

—¡Toma mi mano! —exclamó Cherry. Lágrimas se deslizaban por su rostro. La idea de perder a Peter la aterrorizaba más que nada. Conforme se acercaba, podía sentirse a ella misma como si la piel se le arrancara, pero no importaba. Tenía que llegar a Peter. Éste no dejaba de gritar de dolor, destrozándole el corazón a Cherry—. ¡Peter!

Peter volteó a verla, solamente que en medio de su propia destrucción, no vio a Cherry. Vio a su madre, en la cama de hospital, en sus últimos días. "Toma mi mano", dijo su madre. Por un momento, Peter olvidó todo lo que sucedía a su alrededor. Tal vez estaba muriendo. Una solitaria lágrima se deslizó por su mejilla.

—¡Toma mi mano! —seguía gritando Cherry, desesperada. Finalmente, Peter la tomó.

Una descarga de electricidad recorrió a Cherry, como si un rayo le hubiera caído. A su lado, Gamora le tomó la mano, compartiendo el poder entre los tres. Ambas aullaron de dolor.

Luchando contra la energía de la Gema, Drax logró llegar hasta ellos, tomando a Quill del hombro y absorbiendo el poder de la Gema del Infinito.

Si Cherry tuviera que describirlo sería como estar dentro de una licuadora siendo despedazado mientras te disparan rayos, te arrancan la piel con un pelador de papas y estás dando a luz. Todo al mismo tiempo.

Rocket tomó la mano de Drax, y ésta vez, los cinco fueron los que estaban compartiendo el poder de la gema.

Esto bastó para que el dolor se detuviera. El dolor se transformó. En energía pura. Se sentían poderosos. Cherry comprendió entonces el por qué la gente quería poseer la gema. Aun así, era demasiado peligrosa. Claro que ahora les venía bien eso, con Ronan en frente.

Una sonrisa vengativa cruzó el rostro de Cherry. Groot había muerto. Muchas personas habían muerto, y Ronan pagaría por ello.

—¡Ustedes son mortales! —gritó Ronan, sorprendido, pero también casi como si le ofendiera que pudieran controlar la gema—. ¿Cómo lo hicieron?

—Lo dijiste tú mismo, idiota —siseó Quill—. Somos los guardianes de la galaxia.

Ronan intentó atacarlos, pero solo bastó que Quill abriera su mano libre, donde la gema estaba contenida en su puño, para que retrocediera. Aun así, era demasiado tarde. Ronan estaba jodido.

Comenzó a desintegrarse. Todo el dolor, el sufrimiento que habían pasado los Guardianes de la Galaxia al contener la gema, estaba siendo pasado a Ronan. Gritó, pero fue en vano. Ronan se rompió en pedazos, causando una pequeña explosión.