¡NO ME MIRES! (Andy Biersack) [Pausada por edición]

El sueño

Era una noche muy hermosa, la luna brillaba, afuera había un fuerte viento que me hacía pensar. Esa noche pensé en tantas cosas que me costó quedarme dormida, pero finalmente lo hice. No podía más con el sueño, los ojos me pesaban y de pronto caí en un profundo sueño. Al principio, el sueño era un poco confuso, lo único que se lograba apreciar eran unos hermosos ojos azules que me miraban fijamente, era una mirada intimidante y a la vez tranquilizadora. A través de esos ojos, que me miraban, pude notar que había un gran vacío en ellos, como si al portador de esos maravillosos ojos le faltara algo, algo vital para su felicidad.

  De un momento a otro los ojos que me observaban desaparecieron y otra imagen apareció, yo me encontraba llorando en el cuarto y de pronto un chico llega a tranquilizarme, pero cuando me voltee a mirarlo no podía observar su rostro, ya que en el cuarto había mucha luz, lo único que pude apreciar eran sus ojos azules. Ese extraño chico me abrazo, me besó en la frente y dijo con un tono cariñoso:

-Yo jamás te abandonaré, pequeña, pase lo que pase yo siempre estaré ahí contigo, hasta el final.

Cuando el chico termino la frase, desapareció del cuarto, quise buscarlo, corrí hacia la puerta y no conseguí abrirla, por más que lo intenté no pude. Corrí hacia la ventana y tampoco conseguí abrir ésta. Me encontraba desesperada, grité y nadie te hoyó, comencé a llorar, me senté en el suelo con la espalda apoyada en la pared, tapé mi cara con mis manos y seguí llorando, sólo que esta vez en silencio. Al pasar unos minutos, me destapé la cara, abrí los ojos y él estaba ahí, frente a mí. Me levanté del suelo, sin pensarlo dos veces y fui corriendo hacia él, lo abracé fuertemente y dije en vos baja:

-No me dejes sola, tengo miedo.

-No lo haré, ya no, ahora tú eres quien importa, tú eres quien se merece toda mi atención.

El chico se acercó a mis labios para besarme, pero de pronto…