Una cura para la tristeza

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~Andy~

A pasado una semana. Melanie a mejorado un poco, ahora se alimenta; me preocupaba que no lo hiciera. En su estádo de ánimo no veo mejoras. Toda la semana e tratado de hacerla sonreír, pero no lo e logrado. De sus rasguños solo quedan cicatrices, la herida de su mano aún no está completamente sana. Cuando los chicos se enteraron de lo ocurrido no querían irse de mi casa, querían quedarce con Melanie y cuidarla. Ellos se esforzaron mucho para hacer mejorar el estádo de ánimo de Mel. 

Hoy es un día hermoso. El sol brilla. Estoy desayunando junto a Melanie. Ella observa su leche y no la bebe, está muy callada y distraída. De pronto se levánta de la mesa y sube las escaleras. Suspiré. En minutos ella bajó y se había cambiado de ropa, llevaba short's de mezclillas con pantis negras, zapatillas Converse, una polera negra, su cabello estába atado y se veía hermosa. -¿Vas a salir?- pregunté. Ella no respondió y caminó hacia la puerta. -Estaré por aquí cerca, no te preocupes- Dijo traspasando la puerta y luego cerrándola. Me quedé solo, desayuné y llevé las cosas a la cocina. Me tumbé en el sillón y no podía dejar de estár preocupado por Melanie...

~Melanie~

Quería aire libre y decidí ir un rato al parque que queda cerca de casa. En él sólo había un chico, que estába en el otro extremo del parque. Me senté en una banca y comencé a pensar y a observar a mi alrededor.

~Andy~ 

Me levanté del sillón y fui en busca de Melanie. Dijo que estaría cerca y, espero que sea así. Comencé a caminar. Pensé que podría estar en el parque y fui allí. Por suerte la encontré, la divicé a la distancia. Estába sentada en una banca, sola y, en el otro extramo del parque había un chico alto y rubio que la observaba a la distancia. Me dirigí hacia el parque. El chico se estába acercando  a Melanie lentamente hasta sentarce al lado de ella. Me detuve, me quedé a unos pasos de distancia de ellos. No notaron mi presencia. -Hola, ¿Te encuentras bien?- Dijo el chico extraño. -Sí- dijo Melanie desanimada. -¿Te acuerdas de mí?- Agregó tímidamente el chico. -No, perdón, ¿Quién eres?- Dijo Mel levantándo la mirada. -Soy...

Continuará...

Prosiguiendo...

-No, perdón ¿Quién eres?- Dijo Mel levantándo la mirada. -Soy... el chico que te llevó al hospital el día en que tus padres murieron- Dijo tímidamente el chico. Melanie lo observó detenidamente, cómo recordando. ¿Por qué ella no me había hablado sobre aquel chico? una de las tantas cosas que Mel no mea  contado. -Mh ¿Josh?- Preguntó. El chico sonrió -Sí- agregó él. -Estás igual de hermosa que el día en que nos conocimos- Dijo el imbécil. Sentí muchos celos y ganas de golpearlo. Melanie sonrió con las palabras de ''Josh''. Espera... ¿Sonrió? Dios, yo me esforcé toda una semana tratando de hacerla reír y no resulto y ese imbécil llega y en un par de minutos le saca una sonrisa. -Imbécil- susurré. Ambos me escucharon y se volearon a mirarme. -Andy- dijo Melanie sorprendida. -Descuida, vine a buscarte pero veo que estás ocupada, me sentaré allí a esperarte- Dije serio y con un tono frío. Caminé hacia otra banca que estába cerca y me senté en ella, serio y enfadado. Me invadían los celos.

~Melanie~

Andy llegó de sorpresa. Me asustó. Noté que estába enojado. Andy observaba a Josh con enojo y rabia ¿Por qué? ¿cómo saberlo?.

Se sentó en una banca que quedaba a metros de nosotros y desde la distancia nos lanzába miradas de odio. -Melanie, ¿Melanie? Planeta Tierra llamando a Melanie- rió. -Sí, sí que... ¿Qué pasa?- Dije tontamente. -Me preguntaba si te gustaría salir conmigo, algún día ¿Qué dices?- Dijo contento y levantándo sus cejas. -No sé, no creo que sea buena idea- Dije mirándo a Andy. Josh es un  chico lindo y agradable. Se nota que es buena persona. -¿Por qué no? así me cuentas más sobre tu vida y yo de la mía, ya que el día en que nos conocimos no hablamos casi nada por que no era el mejor día para hablar sobre nosotros- Dijo suspirando. -Está bien- le sonreí. -¿Te parece bien si paso por tí mañana? dijo entuciasmado. Acepté, le dije dónde vivía para que me pasara a buscar y la hora para que lo hiciera. -Josh, ¿Te mudaste por aquí cerca, verdad?- Pregunté. -Sí. Bueno, me tengo que ir nos vemos mañana- Besó mi mejilla tiernamente haciendo que me ruborizara y luego se fué. 

¡NO ME MIRES! (Andy Biersack) [Pausada por edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora