𝙁𝙐𝙇𝙇 𝙈𝙊𝙊𝙉 [ 𝘚𝘵𝘪𝘭𝘦𝘴 𝘚𝘵𝘪𝘭𝘪𝘯𝘴𝘬𝘪 ] 𝘛𝘌𝘌𝘕 𝘞𝘖𝘓𝘍

•Capítulo 10•

Antes de ir a los bosques de Beacon Hills decido ir a visitar a Lydia, hablé con su madre por teléfono y me dijo que la han dado unos tranquilizantes, asique me paso por su casa.

Llego al lugar donde Lydia y su madre viven y llamo a la puerta.
El tiempo que tardan en abrir me dedico a echar un vistazo rapido a los alrededores, la casa es grande, es mas como una mansión, con un jardín bonito y muy cuidado.

Abren la puerta y me encuentro con la madre de Lydia, Natalie. Se parecen bastante, ambas son altas y delgadas, aunque Lydia tenga los ojos verdes y su madre azules eso no les quita el parecido.

-Maya, hola- Ella me sonríe y me invita a pasar. Entro a la gran casa y le dedico una sonrisa a Natalie.

-He venido a ver a Lydia, ¿Cómo está?

-Oh, ella está bien, esta en su habitación, con unos tranquilizantes. Ven, te llevaré hasta allí.

Asiento y subimos las escaleras que dan a un pasillo en el que se encuentra la habitacion de una de mis mejores amigas.

Llegamos a la puerta y su madre toca esta, que estaba entornada. Unas voces se oyen dentro de la habitación y su madre abre la puerta del todo

-Lydia, cariño, Maya ha venido a verte.

Al pasar a la habitación me encuentro con que ya había alguien mas visitando a Lydia. Stiles.

-¡Maya!- Lydia da un gritito de emoción y palmea su cama, justo al lado de donde está Stiles sentado. Quién está babeando por el revelador camison azul oscuro que lleva puesto mi mejor amiga. Stiles me sonríe y le devuelvo el gesto para después acercarme y sentarme a su lado.

La madre de Lydia se marcha.

-¿Cómo está?- Le pregunto al moreno mientras Lydia se entretiene mirando su manicura.

-Sedada, le han dado medio bote de tranquilizantes.

Asiento y juego nerviosa con mis dedos

-¿Y tú?- Su pregunta me pilla por sorpresa- Después de todo el lío de la tienda de discos, digo.

-Oh, yo... estoy bien. Sip, bueno cada vez que intento dormir la imagen de aquel hombre me viene a la cabeza y luego... -Suspiro. Stiles me mira con curiosidad- Luego no consigo dormir durante horas.

Me fijo en el bote de pastillas que hay en la mesilla de Lydia y lo cojo, para despues mirar a la pelirroja.

-Apuesto a que no repites tres tristes tigres comen trigo en un trigal.

Lydia me mira con las cejas alzadas- Tres tristres...- Deja de hablar al darse cuenta del error- Tes...

Rio un poco y vuelvo a dejar el bote en su sitio. Lydia pasa a tener la mirada totalmente perdida.

-Lydia dime, qué viste- Interviene Stiles.

-Algo...

-¿Podría ser un... león de montaña?

-Podría ser- Contesta ella.

-¿Seguro que era un león de montaña?

-Un león de montaña- Repite.

Me acerco a la mesilla y cojo el peluche de una jirafa que hay al lado de sus pastillas.

-¿Qué es esto?- Pregunto

-Un león de montaña.

-Vale- Comenta Stiles- Estás colocada.

Lydia deja caer su cabeza en la pierna del moreno, que abre la boca como si acabase de ocurrir un milagro, y yo decido que es mejor que me vaya.