Cuesta abajo

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~~Narra Mike~~


Grité al sentir un cuchillo clavarse en mi pierna, más concretamente en el gemelo, creo. Me dolía todo el cuerpo, y no podía distinguir demasiado bien dónde estaba cada cosa. El mareo y dolor de cabeza que tenía no ayudaban en absoluto.

Pero creo que me he adelantado.

Habíamos abierto el portal y sí, lo admito, me decepcioné un poco cuando vi que allí no íbamos a ayudar demasiado. Más que nada, porque los escombros lo cubrían todo. No acababa de entenderlo, la verdad. Es decir, ¿qué hacíamos aquí? Estábamos corriendo cuesta abajo, persiguiendo algo que ni siquiera imaginamos, algo que lo está destruyendo todo a su paso. Y nosotros estamos fingiendo que hacemos algo, pero no sabemos cómo hacer que eso deje de avanzar. Y no había forma de esquivarlo, no teníamos tiempo, solo podíamos dejarnos caer al vacío sin nada que impida que nos choquemos. ¿Era yo el único que se daba cuenta de esto? Sentí la necesidad de sentarme un momento, ahora que nadie me veía. Me obligué a inspirar profundamente, intentando ignorar todo esto. Sobre todo porque cada vez que pensaba en ello me entraban ganas de vomitar. Intenté centrarme en algo en particular. No me pareció mala idea analizar mi entorno, por si acaso. Básicamente y sin muchos detalles, eran todo escombros. Dónde antes había casas ahora había montañas de madera, piedras y ceniza, y los restos que quedaban en pie no estaban en muy buen estado que digamos. No había ni una planta, ni un rastro de agua, ni un solo animal o pájaro. Era lo que conocíamos como "dimensión hueca". Lo sé, en absoluto original, qué le vamos a hacer. No tenía por qué tratarse de una ciudad en ruinas, simplemente puede ser un lugar deshabitado en el que por cualquier motivo ya no se puede desarrollar una nueva civilización. Me pregunté cuántas más dimensiones acabarían como esta antes de que nosotros pudiésemos hacer algo. Cuántas más personas morirían, personas inocentes. Tres segundos después de pensar todas las posibles respuestas a esa pregunta, las náuseas volvieron y tuve que levantarme de allí a toda velocidad. Empecé a andar sin rumbo, por un momento se me olvidó qué había venido a hacer.

- Ah, sí. - Me recordé, empezando a murmurar en voz baja. - Vienes a ver si hay algún superviviente para sacarle de aquí. 

Eso sí, sin cruzar una palabra con ellos. Porque a ver quién es el que les explica que nosotros somos los encargados de salvar el mundo, pero que no tenemos ni idea de cómo hacerlo. Y que por eso mismo  acaban de destruir su dimensión, y nosotros no hemos sido capaces de ayudarles. ¿Hemos hecho todo lo que podíamos? Porque me atrevería a decir que no. Aunque tengo que admitir que para mí, nunca se ha hecho lo suficiente hasta que no consigues lo que supuestamente deberías haber conseguido. Y claro, así me iba. Quería dejar de pensar, me fatigaba estar constantemente sumergido en todo esto. Me dediqué a hacer lo que tenía que hacer, buscar gente viva. Caminar entre los escombros era bastante desagradable, sobre todo desde que empecé a ser consciente de que estaría caminando sobre cadáveres sepultados. Y no, no me daba asco, solo eran remordimientos. Ahí fue cuando empezó a dolerme todo, y puede que fuese sugestión, o puede que fuese porque llevaba caminando mucho tiempo (en realidad, no sé cuánto tiempo llevaba buscando), pero yo lo sentía bastante real. Igual de real que el cuchillo que se clavó en mi gemelo de repente. Ahora sí, podemos seguir donde lo habíamos dejado.

Como decía, el mareo y el dolor de cabeza que había ido acumulando horas antes no ayudaban en absoluto. Instintivamente me tiré al suelo sabiendo que no iba a ser difícil derribarme estando en la cima de un montón de basura; era como pedir a gritos otro cuchillazo. Muy imprudente por mi parte; una lástima no haberme dado cuenta antes, la verdad. Porque ahora estaba prácticamente inmovilizado e ilocalizable en medio de las ruinas. Me deslicé para ocultarme detrás de un montículo. Llevé la mano a mi cinturón para buscar la pistola que había guardado ahí antes de salir. La cargué e intenté levantarme, apoyando todo mi peso en la pierna que, básicamente, no estaba perforada. No sé si me alivió o no el no ver a nadie por ninguna parte cuando me asomé. No iba a pensar en ello, así que me agaché de nuevo y agarré con fuerza mi pierna justo por encima de la herida. Después agarré con firmeza el mango del cuchillo y tiré de él, provocando que la sangre empezase a brotar con más intensidad de la herida. No estaba pensando con claridad, ¿debería haber hecho un torniquete primero? Probablemente no estaría sangrando tanto si lo hubiese hecho. Lo primero era lo primero; con ayuda del cuchillo corté la pernera del pantalón para poder ver mejor la herida. No era nada grave, la verdad. Con el trozo de tela que había arrancado hice el torniquete, y después intenté presionar la herida para cortar la hemorragia. Claro que yo sabía que era inútil, porque tenía que salir de allí, a pesar de que el hecho de que mi atacante estuviese acechando me inquietaba bastante. Al mismo tiempo que me levantaba y empezaba a andar cojeando, intentando no gritar, no pude evitar sentir algo de rabia. No nos habíamos arriesgado a ir a otras dimensiones porque podrían atacarlas mientras estábamos allí y podríamos salir heridos. Pero yo ahora estaba herido y no había salvado a nadie, allí tal vez sí. Pero no había nadie con quien enfadarse, o eso me obligué a pensar, por no sulfurarme. Gruñí al ver una mano asomar de una de las ventanas de las casas que seguían en pie. Lo primero que pensé fue que tenía que correr hasta allí y salvar a esa persona, aunque en seguida me frustré al acordarme de que tenía que ser prudente. Así que saqué el arma y me acerqué lentamente, no porque quisiese sino porque no podía avanzar con más rapidez por culpa de la pierna. Eso sí, cuando oí una bala silbando a unos metros de mí, corrí a pesar del dolor que sentía. Directo al edificio, igual que ese disparo. Vi la mano desaparecer de repente, y a mí no se me ocurrió mejor idea que correr hacia allí también. Miré por la ventana y retrocedí en cuanto vi el cuerpo inerte de un hombre en el suelo. ¿Era esto personal? ¿Tenían que matar a cada una de las personas que viesen? No era capaz de entenderlo, en absoluto. Empecé a correr, sabiendo que esta vez el .exe que me perseguía no iba a desaparecer sin más. Eché atrás mi mano para coger el móvil y llamar a Timba, o a Trolli, o a quién apareciese primero en mi lista de contactos. Decidí dejar de hacer el imbécil y me paré en seco, apuntando con mi pistola al robot. Apreté el gatillo dos segundos después, y vi el cuerpo caer al suelo. Intenté recordarme el por qué no había hecho eso antes, pero la llamada entrante de Musi me distrajo.

                         

                                                                                          *    *    *


- No te has esforzado demasiado en hacer este torniquete, ¿no? - Dijo Cero, con una sonrisa torcida.

Timba me estaba mirando la herida, y Cero observaba la escena recostado en una roca que había a unos metros de mí. Todos se habían alarmado, no entiendo cómo puede caber tanta sangre en el cuerpo humano, porque parecía que yo ya la había sangrado toda. Y tanta cantidad preocupaba, hasta yo me sorprendí cuando vi que la herida parecía una manguera a presión.

- Intentaría defenderme, pero ni yo puedo negar que tienes algo de razón. - Suspiré. - En el futuro negaré que estuve a punto de desangrarme por no hacer un buen torniquete.

- No había nadie vivo en tu zona al final, ¿verdad? - Preguntó Timba, llamando mi atención.

- Podría decir que no y libraros del disgusto, pero sí. Lo había, hasta que el .exe que me perseguía le disparó. 

Todos guardamos silencio y por un momento casi me arrepentí de haberlo dicho que tanta amargura en la voz. Ellos sabían cómo me sentaban estas cosas y lo insoportable que me ponía, así que no me molesté en corregirme. 

- ¿No seremos nosotros los más productivos, audaces e inteligentes del mundo? - Dijo Cero sarcásticamente.

- No me hagas pensar en eso si no quieres que te vomite encima. - Advertí yo.

- A ver, tampoco somos tan terribles. - Rió Timba.

- Si no es por eso. - Dije yo. - Es solo que me cuesta un poco asimilar que esto nos va a pasar una y otra vez hasta que no le echemos algo de lógica a todo esto. 

- Chsst. - Me mandó callar Cero. - Déjanos ser felices un momento antes de volver a la realidad.

- Qué dramático eres. - Me quejé, rodando los ojos.

Y así fue como dejé que siguiesen con lo suyo, hablando de sus cosas o lo que sea que quisiesen hacer. Yo  me centré en observar con detenimiento el suelo, como si me interesase. No había nada mejor que hacer ahora mismo.













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Fin del capítulo! *Editado* 20/07/18 He cambiado hasta el título XD

El capítulo de hoy es más largo, para compensar que los últimos fueron cortitos!

Qué creéis que va a pasar? Irán a más dimensiones?

Y bueno, ahora me voy a ver el directo de Sparta, que ayer no lo vi :'^

Adioss!! 💕💕

El principio del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora