Ella me hace fuerte.
Ella me hace sonreír.
Ella alegra mi corazón...
Pero lo sigo amando a él
y él solo me mira con tristeza.Damon leyó por ultima vez la nota que había escrito y la dejó en la lapida junto con una flor amarilla.
A un año de la muerte de Lisa, el rubio tuvo que hacerse cargo de su hija al cien por ciento.
Jessica lo había ayudado en los primeros seis meses pero tuvo que devolverse a Londres porque había dejado demasiado a su familia de lado.
— Lo harás bien.
El rubio negó de inmediato con sus ojos cristalizados.
— Ella es tan pura y estoy segura que Lisa no habría querido que alguien como yo la criara.
Su hermana sonrió ante eso colocándose su abrigo. Su tren saldría en una hora y no podía quedarse más.
— Damon, ¿qué cosas dices?— lo abrazó con fuerza acariciando su cabello— Tú eres su papá.
Se separaron y unas silenciosas lágrimas se asomaron por su rostro.
Jessica las secó y levantó su maleta mientras abría la puerta del apartamento.
— Me siento extraño— confesó sosteniendo la manija.
— Bienvenido a la paternidad, hermanito— y sin decir más se fue con paso lento.
Damon caminó a su habitación y en absoluto silencio se acercó a la cuna donde Andromeda dormía.
Sonrió al verla tan frágil e inocente pero a la vez lloró por todo aquello que eso implicaba ahora en su vida.
— No voy a hacerte daño— susurró acariciándole una sonrojada mejilla.
Era impresionante el parecido que la niña tenia con Damon: Tenia sus mismos ojos y su misma nariz mientras que de Lisa tenia la sonrisa y el color chocolate de su cabello.
Era realmente preciosa.
Estaba tan inmerso en esa pequeña criatura que no escuchó que golpeaban a su puerta hasta que alguien gritó su nombre.
Damon se estremeció un poco y sacudiendo la cabeza se dirigió a abrir.
— ¿Qué haces aquí?— preguntó asombrado al verse cara a cara con Graham quien lucia con un semblante un tanto serio.
— ¿Puedo pasar?
El rubio asintió y se corrió dándole espacio para que entrara.
No se habían visto desde el funeral de Lisa.
Era como si literalmente al castaño se lo hubiera tragado la tierra y aunque Damon no lo había buscado, pues todo el shock entre ser padre y la pronta partida de ella lo habían sumergido en una profunda depresión de la cual aun intentaba salir, sin duda sí que había echado de menos a Graham.
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¿Qué tan difícil puede ser?
FanfictionDamon y Graham se enfrentan a algo que pensaron imposible: La paternidad. Con el tiempo se darán cuenta que el amor logra cosas imposibles aunque la dolorosa perdida de eso mismo que los unió y la locura de uno de los dos intente tomar el control de...