Festival.

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— Hijo, ¿a qué no adivinas qué tengo para ti?— entraba la mamá de Graham a su oscura habitación.

Él dejó de escribir en su cuaderno y lo cerró con rapidez escondiéndolo debajo de su almohada.

Ella se sentó junto a él y puso una boleta en sus manos.

— ¡Mamá!— se escuchó alegre mientras la abrazaba con fuerza— ¿Cómo la conseguiste? Se suponía que ya se habían acabado.

— Pfff Grem, ya sabes que esa es la publicidad que siempre manejan los festivales para incitar a la gente a que compre rápido— respondió viendo la sonrisa en los labios de su hijo— Amo verte así, ¿sabes?

El castaño levantó su vista y volvió a su rostro natural.

— Gracias mamá— dijo apoyándose en su hombro.

— ¿Irás con alguien?

Graham suspiró mirando a su ventana donde alcanzaba a ver ese árbol especial que siempre le traía recuerdos.

— Creo que perfectamente sabes con quien amaría ir— confesó triste.

Su madre plantó un beso en su mejilla y se levantó.

— Yo también amaría que fueras con él— dijo cerrando la puerta.

El día del festival había llegado y con eso Damon también a su natal Londres.

Se sentía vivo de nuevo y al tomar el metro para dirigirse al parque donde el evento seria miraba a las personas con cierta ilusión de encontrarse con el rostro de Graham.

Cuando llegó no le tomó mucho tiempo en entrar ya que había llegado temprano y el parque aun estaba vacío así que decidió comprar una pizza con una cerveza y dirigirse al escenario principal donde para su suerte alcanzó primera fila. No podía esperar a que la noche llegara para poder ver a su artista favorito desde niño.

Amaba las letras de Bowie y le palpitaba el corazón de alegría sabiendo que estaba a solo horas de poder cantarlas en vivo.

De esa misma manera se sentía Graham quien ya salia de prisa de su casa para tomar un taxi.

Mientras esperaba a que alguno pasara vio como Jessica salia de la casa de enfrente y pasaba la calle dirigiéndose a él.

Extrañado intentó ignorarla ya que creía que de pronto ella no iba directamente a hablar a él. Quizá solo esperaría otro taxi también.

— Hola Graham— al verla se sintió melancólico al notar como esta tenia la misma mirada de el rubio— ¿Vas al festival?

El castaño miró la camiseta de Bowie que vestía y luego la miró con obviedad.

— De acuerdo,de acuerdo, ya entendí— sonrió mirando de vuelta a su casa para asegurarse de que su padre no la estuviera observando— Solo quería decirte que Damon también va a ir a ese evento. Espero... Espero que se puedan ver.

Graham sintió ganas de llorar ante lo que escuchaba pero no reflejo sus lágrimas.

— ¿Estás segura?— preguntó con su voz algo quebrada mientras ella veía la ilusión en sus ojos.

— Tan segura como que soy atea.

Él sonrió ante eso y Jessica se despidió pasando rápidamente la calle de vuelta y entrando a su hogar.

No podía estar más feliz: Vería a uno de sus músicos favoritos por primera vez y ahora existía la mínima posibilidad de que después de tres años pudiera ver a quien consideraba su persona favorita en el mundo.

Un taxi paró y él subió viendo por la ventana con una sonrisa todo el recorrido hasta llegar finalmente al festival.

Anoche soñé que te abrazabas con alguien— dijo Doherty mientras acompañaba a Damon a la estación de tren— Te encontrarás con alguien especial en ese concierto.

El rubio rió al recordar esa palabras que su tía le había dicho. Él sabia que ella leía las cartas y muchas veces decía cosas así de la nada que luego, para sorpresa de él, sucedían.

— Ojalá esa persona sea Graham— dijo tomando un poco de cerveza mientras se sentaba para descansar un poco sus piernas.

El castaño había tenido mas dificultad para entrar ya que cuando llegó una pequeña fila se asomaba en la entrada pero después de media hora ya se encontraba buscando que comer.

— Disculpe, ¿sabe si hay algún lugar de comida vegetariana?— preguntó a un señor de logística quien solo se burló negando con su cabeza.

Al final terminó comprando dos emparedados sacándoles el jamón que llevaban dentro. Sin duda no era la mejor comida pero no podría esperar hasta la noche con el estomago vacío.

Había llegado finalmente al escenario donde habían pocas personas y se alegró ante eso ya que eso quería decir que estaría cerca.

Se sentó en el seco pasto viendo como la mayoría de gente sacaba marihuana para fumar cuando de repente alguien tocó su hombro.

— ¿Graham?— preguntó aquella voz bastante familiar para él.

El pálido chico dirigió una mirada alegre y se levantó para abrazar a esa persona que no veía hace mucho.

— ¡Ha pasado tanto tiempo!— exclamó con una sonrisa en su rostro— Pensé que nunca volveríamos a vernos.

— Nunca digas nunca amigo— le lanzó una divertida mirada el pelirrojo quien estaba de la mano con su novia— ¿Viniste solo?

Graham asintió y él le propuso que fueran a la primera fila donde ambos ya habían asegurado un lugar. Él castaño aceptó sin duda y tomando su comida pasaron por entre las personas hasta llegar a la valla.

— Esperanos acá, vamos por unas cervezas— dijo Jamie y se fue con Megan en busca de ellas.

Damon había empezado a hablar con un joven quien había viajado desde Ucrania para ver a Bowie.

— ¡Vaya amigo! Qué increible— le respondió el rubio después de escucharlo hablar.

— Sonará loco pero lo amo demasiado como para perdermelo— decía con su acento bastante marcado— Pero bueno, el amor logra cosas imposibles.

Damon se quedó pensando en esa frase y miró al vacío escenario dejando escapar un leve suspiro.

— Supongo que sí.

Había pasado toda la tarde y otros artistas se iban presentando de a poco.

El sol caía dejando un hermoso atardecer naranja a su paso.

Graham había ido a uno de los baños ya que tomar tanta cerveza le estaba pasando la cuenta.

Se fue a paso lento disfrutando del mágico ambiente que solo los festivales pueden brindar.

Había luces de neón, bombillos de diferentes colores, personas disfrazadas pero sobretodo muchas sonrisas aunque él solo anhelaba ver una en especial.

Y la vio.

¿Qué tan difícil puede ser? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora