Escamas: Parte 11

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Mi medio hermana me puso una manta por los hombros y me pasó una taza de chocolate caliente.

-¿Estás bien?

Me quedé en silencio. ¿Estaba bien? Sí. ¿Sí? Sí.

-¿Hola?

-¿Eh? Ah, si... Claro

Entre Maya y Kyra me cogieron de los brazos y me intentaron arrastrar hasta mi nuevo cuarto.

No tengo miedo a admitir que me caí un par de veces por el camino. A todo esto, ¿Y Albert? La última vez estaba cargando directo al ojo de la "tormenta" Parece que todo el mundo alrededor mía está destinado a un mal final. Suspiré desesperado y me dejé llevar por las tentaciones del sueño.



Cuando me desperté el sol estaba ya alto en el cielo. Me asomé por la ventana y miré a los jardines. Eran verdaderamente preciosos. Al darme la vuelta me fijé en que había ropa nueva y una mesita con comida. Comí como si fuese mi última comida, hasta llenarme. Me puse la ropa nueva y me preparé para salir. Antes de hacer nada, preferí esperar un poco.

Me subí al alfeizar de la ventana y puse mis brazos agarrando mis piernas.

Respiré.

Y por primera vez en mucho tiempo me fijé.

Respiré.

El aire estaba cargado.

Respiré

Me sentí afortunado y desafortunado. Querido y odiado. Perdido y Encontrado.

Suspiré profundamente.

Me bajé del alfeizar. El ambiente era caliente y seco. Los ropajes se pegaban al cuerpo por el sudor. Me armé de valor por segunda vez en poco tiempo y giré el pomo de la puerta con el miedo de que leches estaba pasando encogiendo mi corazón. El hierro del pomo estaba caliente al tacto. 

Hala, siento la inactividad. Pues eso, vuelvo al rodeo. ¡Hasta la próxima!

P.D: Escuchad Maggie May, de Rod Stewart, o la versión de M-Clan, Maggie despierta, ¡muy chulas!

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2018 ⏰

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El dragón y el bastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora