The Avengers: Redemption

Capitulo III - Entrando en escena

No fue hasta que puse mis pies sobre el asfalto de la pista de aterrizaje de la plataforma que fui consciente de la importancia de la situación, esto ya no se trataba de mi, de Fury o ni tan si quiera de S.H.I.E.L.D,  esto tenía una importancia mucho mayor. Se trataba de gente inocente, personas a las que iba a conocer y me gustase o no iba a terminar queriendo y seria esa misma gente a la que vería sufrir, morir y desaparecer de mi vida como si nunca hubiesen formado parte de ella pero por ellos seria por quien lucharía. Ahora lo tengo muy claro, voy a defender y a pelear por  todas aquellas personas que sin merecerlo se ven envueltas en las catástrofes provocadas por ambiciosos con ganas de poder, porque lo quisiera o no, el mundo se estaba sumergiendo de lleno en una guerra, de la que tan solo uno de los bandos iba a poder salir vencedor, y ese iba a ser el mío.

 Al parecer Fury aprecio la determinación en mi rostro porque inmediatamente una diminuta sonrisa  apareció en sus labios, aunque desapareció tan rápido como se había formado.

-      Bienvenida de nuevo señorita Gold.- Me dijo él con una leve inclinación de cabeza a modo de saludo.

-    Me  gustaría poder decir algo como… vaya cuanto tiempo sin saber de ti o cuanto has cambiado en este tiempo, pero estaría mintiendo así que dejémonos de formalismos y vayamos al grano Fury.- sonreí fingidamente- ah y por cierto… hola.

-     Veo que el entrenamiento no ha podido con su personalidad, pero esa perseverancia la llevara por buen camino, caminemos. –dijo mientras se hacía a un lado y me invitaba a pasar por delante con su mano.- Supongo que ya la habrán informado que los agentes Barton y Romanoff se reunirán con nosotros en unas horas, será entonces cuando conocerá finalmente a mis hombres, antes debo hablar con ellos para ponerles al tanto de su situación, mientras podrá  instalarse en una de las habitaciones de la base.

-    ¿Es que acaso ahora el club de campo que ha formado con raritos debe someter a votación si me uno a ellos o no?- dije totalmente indignada mas porque me volvieran a dar una de esas feas habitaciones donde ya había pasado un par de días que por el hecho de que un grupo de mamarrachos llamados “Los Vengadores” decidieran si formaba partes de su equipo o me echaban a patadas.

-    Por supuesto que no- dijo el de inmediato respondiendo a mi pregunta- ya es un hecho que forma parte de mi equipo pero antes de presentarle ante ellos como es debido tengo un par de puntos que aclararles sobre usted, ahora si me disculpa debo acudir a la zona de control, Gwen la llevara al área de dormitorios para que elija el suyo- dijo mientras señalaba a una chica pelirroja de mediana estatura que se acercaba a nosotros con paso firme-   en un par de horas volveremos a vernos.

-    De acuerdo- dije comenzando a caminar al lado de la chica pero tras unos pasos me detuve- por cierto Fury- dije girándome y él me miro expectante- no le cuente muchas mentiras sobre mi a la chupipandi.- dije guiñándole un ojo y marchándome antes de que comenzara a reírme frente a él, lo cual hubiera sido una falta de respeto, pero me asombre a mi misma de mi propio autocontrol.

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Ya no lo soportaba ni un segundo mas, vale que esta habitación estaba mucho mejor que la anterior pero estaba aburrida, llevaba dos horas encerrada entre estas cuatro paredes así que me cambie de ropa por una que minutos después de dejarme asolas con mi nueva habitación Gwen me había traído para que me cambiara. No se basaba más que en un triste pantalón vaquero y una camiseta sin mangas de color negro, eso sí, con un buen escote. Me di un último vistazo y tras ponerme unas botas salí al pasillo.

Camine por la base y subí hasta la última planta donde se suponía que Fury iba a estar reunido con sus peones, sé que me había dicho que el vendría a por mí cuando fuese el momento pero presentarme yo allí iba a ser mucho más divertido aunque desde luego la sorprendida termine siendo yo. No camine más de tres metros cuando comencé a escuchar que una serie de individuos, entre los cuales claramente identifique al tío del parche en el ojo, hablaban sobre mí.