The Avengers: Redemption

Capitulo XXX - Cuando menos lo esperas

Dos días habían pasado desde mi “charla” con Fury y desde que descubriéramos que teníamos exactamente siete días para impedir lo que podía sumir al mundo en la destrucción total. Las últimas 48 horas habían sido una hecatombe, todos andábamos de un lado para otro, montando guardia, preparándonos y solventando los conflictos que cada pocas horas sucedían a lo largo de todo el estado, y no solo aquí, en todo el país los monstruos supervivientes de Lukin estaban causando problemas. Esto nos hacía suponer que ellos también buscaban el punto idóneo donde abrir el portal que conectaría los nueve mundos y acabaría con el equilibrio de las realidades.

Os preguntareis que sucedió cuando le revele al jefazo lo que sabía, pues bien en realidad no sucedió nada. Fury se sorprendió momentáneamente, luego discutimos, pasamos a llorar, y si, Nick Fury lloro, me suplico perdón y a partir del momento en que me largue de su despacho no habíamos vuelto a cruzar palabra. El estaba arrepentido, avergonzado, pero seguía queriendo mi cabeza en bandeja y yo por otro lado, no sabía cómo se suponía que debía comportarme ante él. Además, el pobre Steve estaba de por medio, se veía entre la espada y la pared, su obligación y compromiso con Fury y la organización, sostenidos con su juramento de proteger a la población civil que comenzaba a darse cuenta de que algo terrible se avecinaba, o sus sentimientos incondicionales hacia mí. No quería presionarle más de lo debido por lo que en los últimos días, habíamos dejado de hablar acerca de lo que sabíamos que iba a ocurrir cuando solo quedaban cinco días.

Después de acabar mi ronda de vigilancia por la ciudad, que sorpresivamente resultó terminar sin problemas, lo que me decía que por algún motivo Nevada quedaba descartado como punto de encuentro para la batalla final, me dirigí a los subterráneos del edificio. Mucho más abajo del los parkings, donde se guardaban algunos coches de todas las gamas y que ajustaban a cualquier tipo de necesidad, algunas motos, incluida la del capitán América, helicópteros y otros vehículos, en el nivel inferior se encontraban las celdas.

Lugar donde momentáneamente se encerraba a los prisioneros hasta que fuesen juzgados ante la ley, si era posible, y de ser casos “especiales” un jurado de ancianos de S.H.I.E.L.D.,Fury y Naciones Unidas eran quienes decidían su futuro. Ahora nuestro traidor estaba allí, la jaula de contención de Hulk había sido trasladada a aquel nivel después de que supiéramos quien era el traidor. Baje hasta allí dispuesta a hacerle frente a Loki pero justo cuando entraba, Kane salía.

-          Hola ¿Qué hacías aquí?- pregunte.

-          Lo habitual, trayendo a un nuevo candidato a la soga. ¿Tu?- no respondí- Se que vienes a verle, lo has hecho los dos últimos días. Te sientes culpable de que este ahí dentro y créeme Daena el único culpable es él. Puedes seguir castigándote por algo que no te corresponde o afrontar la situación y aceptar que él no es, ni ha sido nunca uno de los nuestros. Por cierto, ¿sabes lo de la mudanza?

-          Si, Banner me lo ha contado cuando hacíamos la ronda juntos por la cuidad. Es bueno que la base flotante vuelva a estar reparada y lista para recibirnos de nuevo. Por lo que la agente Hill me ha contado ya han comenzado el traslado de las cosas importantes y esta tarde se llevaran las gemas en furgones blindados y también a Loki.

-          ¿No te parece un riesgo absurdo meter en un mismo lugar al ambicioso asgardiano con las gemas del infinito?

-          El traslado se hará simultáneamente en vehículos distintos. Yo iré con Loki en un furgón, y las gemas se le trasladaran en el otro, además en cada vehículo habrá un escuadrón de los hombres mejor preparados, no solo de S.H.I.E.L.D., también de los que trabajamos para Naciones Unidas.