The Avengers: Redemption

Capitulo XXXII - La última noche

(Alerta Perver)

Chicas quiero decirles que este capitulo va a tener partes muy calientes y como no quiero quitarle la infancia a nadie les quiero decir que si no estas acostumbrada a esta clase de lectura te recomiendo que la saltes. (No te preocupes no va a pasar nada si no lo lees.) Imaginen que el chico del gif es rubio como Steve. 

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Sin saber cómo mis pies me guiaron a través del pasillo, ahora en perfecto estado después de la reconstrucción.  Llegue hasta la gran puerta de color ceniza que impedía el acceso a los aposentos del Capitán América. Golpee la puerta con los nudillos y espere impaciente por saber su reacción. Escuche unos pasos en el interior de la habitación y a continuación se abrió la puerta.

Steve abrió esperando encontrarse con cualquier persona excepto yo. Nada más verme intento cerrar la puerta, puse el pie para que no se cerrara y empuje para abrirla y conseguí entrar. El se aparto y yo cerré para situarme frente a él.

- ¿Qué haces aquí?- dijo en un tono gélido como un glaciar- ¿Piensas seguir haciendo el ridículo arrastrándote hasta mi?

A pesar de que sus palabras destilaban veneno, su rostro estaba inexpresivo, era incapaz de ver en que pensaba o que sentía, nada, eso era lo que demostraba ante mí.

- No. Tu y yo tenemos una conversación pendiente América,  no me voy a ir hasta que todo este aclarado entre ambos.

- Bien, en ese caso… Si tú no te vas, me voy yo.- Paso por mi lado dirigiéndose hacia la salida pero conseguí bloquear la puerta con mi cuerpo y él quedo delante de mí con sus brazos a cada lado de mi cabeza, apoyado en la puerta.

- ¿Por qué haces esto? ¿Porque lo complicas todo de esta manera?- pregunto con su vista dirigida al suelo.

- Porque no quiero hacerte daño, porque quiero que todo sea transparente entre nosotros y porque al contrario que tu, yo hace mucho que aprendí a exteriorizar mis verdaderos sentimientos. Tú me enseñaste a hacerlo Steve.

- Daena, esto no va a cavar bien- se lamento él con tristeza en su mirada.

- ¿Para ti o para mí?

- Para ambos. Cuanto más intento alejarte de mí, más te empeñas tú en estar a mi lado. ¿Es que no ves que lo único que deseo es poder prepararme para tu ausencia antes de que te vayas? Lo siento, lamento de verdad todo lo que te dicho, no pienso nada de lo que salido por mi boca en los últimos días pero pensé que hacerte daño o desilusionarte sobre mi era la única manera de alejarnos. Por supuesto, sigue doliéndome que me ocultaras tan gran secreto.

- Rogers ya te explique por qué no mencione nada acerca del diario. Todos cometemos errores. ¿No merezco yo una nueva oportunidad?

- Si, por supuesto que si pero no tienes tiempo para ello.

- Por eso Steve.- puse mis manos sobre su rostro y su mirada cristalina se poso sobre mis ojos- Acordamos vivir el hoy y no pensar en mi destino hasta que llegara el momento. No me apartes de tu lado, no ahora que es cuando más te necesito.

Rogers se mordió el labio como pensando que hacer, reflexionando sobre mis palabras y sin decir nada apoyo su frente sobre la mía.

- Vas a conseguir que pierda la poca cordura que me queda después de auto castigarme por ser un capullo contigo.

- No quiero castigos, no quiero perdones, ni más lagrimas. Lo único que necesito es a ti, ahora.

- ¿Cómo puedes seguir amándome después de todo lo que te dicho y hecho?