Al llegar pude comprobar que al igual que yo el resto de vengadores había optado por usar ropa informal, en lugar de nuestros trajes habituales, incluso Thor había decidió experimentar con la moda del Midgard, estaba fantástico, resultaba toda una tentación para mis ojos, para los míos y para los de cualquier otra mujer supongo. Si Rogers pudiera escuchar mis pensamientos me estrangularía ahora mismo, reí ante mi propio pensamiento y me acerque hasta Stark que observaba como algunos hombres terminaban de cargar las últimas cajas que faltaban por subir a los helicópteros.
- ¿No ayudas?- me coloque a su lado.
- ¿Y ensuciar mi ropa nueva? No gracias, prefiero mirar.
- Lo suponía- bufe- Por cierto, acerca de lo que viste hace un rato, veras Steve y yo...
- No te preocupes, soy una tumba, supongo que no queríais que vuestro tórrido romance salga aun a la luz.
- ¿Qué tórrido romance? Pero si, era eso lo que quería decirte.
- No tienes de qué preocuparte, no me corresponde a mi contarlo a nadie, eso es vuestro problema. Además – se puso ahora frente a mi tapándome la visión del helicóptero- me alegra saber que por fin el Capi a encontrado algo con lo que ocupar su tiempo, necesitaba soltarse, no ser tan estirado y rezo cada noche porque tu lo consigas. Es un aburrido.
- No te pases, Stark.
- ¿Qué le has visto? No tiene mi sex-appeal - bromeo- Enserio puedes estar segura de que por mí no se sabrá nada, es un secreto. Vaya- dijo él haciéndose el sorprendido- tengo un secreto con el Capi, tendré que extorsionarle, pedirle algo a cambio de mi silencio- él se llevo la mano a su barbilla pensando alguna idea que no quería ni imaginar.
- Es hora de irnos- dijo el doctor Banner llegando a hasta nosotros.
Todos subimos en los helicópteros, donde nos dieron unos cascos para cancelar el estrepitoso sonido que provenía de los motores del vehículo. En poco tiempo llegamos a la escarpada garganta excavada en el norte de Arizona, en cuanto los helicópteros aterrizaron a varios metros de distancia de donde Fury y sus hombres habían levantado un pequeño campamento, bajamos.
El cielo estaba totalmente cerrado, con nubes grisáceas que daban a entender que la tormenta eléctrica que estábamos esperando llegaría en pocos minutos. El tiempo pasaba y todos esperábamos a que el portal se abriera. A una distancia prudente, delante de nosotros, un círculo con formas rúnicas se había formado sobre la tierra, todos nos movíamos de un lado a otro, debíamos esperar hasta la hora acordada para que el portal se abriera y con el Loki llegara a la Tierra. Fury permanecía a distancia observando los monitores de los ordenadores que controlaban las idas y venidas meteorológicas, la agente Hill daba órdenes a los agentes para que se movilizaran o acabaran de dar los últimos arreglos, nosotros, Los Vengadores permanecíamos dentro de una de las carpas del campamento a la espera de que se produjese lo que todos esperábamos.
Las agujas del reloj marcaron las nueve de la noche, Thor avanzo hasta el circulo para solicitar la apertura del portal y una vez estuvo en el centro de la circunferencia se detuvo para mirar hacia el cielo.
- Heimdal abre el puente del arcoíris- todos guardábamos silencio esperando a que algo ocurriese pero extrañamente nada sucedía.- ¿Heimdal? ¿Puedes oírme? Abre el puente.
Thor continuo llamando al dios guardián pero seguiamos sin obtener respuesta, verbalmente era imposible que la recibiésemos, Heimdal no hablaba, solo lo estrictamente necesario pero tenía un oído realmente fino, por eso, a pesar de la distancia que separaba el Asgard de la Tierra él debería estar escuchando nuestra petición, de hecho debería estar listo para abrir el portal ya mismo.
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The Avengers: Redemption
Hayran KurguDurante años había vivido engañada, obligada inconscientemente a robar, matar y vengar a aquellas personas con las que llevaba catorce años trabajando codo con codo creyendo que lo que hacían eran actos nobles, creyendo que trabajaba para una compañ...