El odio lleva a malos caminos.

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— ¿No vas a hablarme ya? ¿Planeas ignorarme el resto de tu vida? —Taehyung se inclinó en su asiento para verlo más de cerca— Vamos Hoseok, no pue−

— La mataste. —dijo serio. Mirando al frente e ignorando la mirada de Taehyung.— ¿¡Siempre vas a ser un animal egoísta?! ¡No te importó! ¡Sólo pensaste en ti! ¿No es así? —se levantó de su asiento.

— ¡Ella intentó matarme! —le gritó de regreso— Si hubieras conocido a la víbora que tenías como esposa entonces tú− —lo interrumpió una bofetada. Volteándole la cara.

Taehyung se quedó así por unos segundos antes de poner su mano sobre su mejilla. Entonces miró a Hoseok quien estaba llorando todavía con la mano alzada. Sus labios estaban abiertos como si no hubiera sido su atención.

— Sólo cállate y deja de arruinarlo más —bajó su mano y limpió sus mejillas.

— Hoseok...

— Él día que dejes de pensar sólo en ti... —estaba dispuesto a irse, pero la mano de Taehyung sobre su muñeca no se lo permitió.

— ¿No vas a creerme? ¿En serio? —lo miró a los ojos un poco decepcionado. Realmente consideró que Hoseok le creería. Es decir, Taehyung podía ser un hijo de puta unas veintidós horas y media al día, pero si se trataba de Hoseok el podía incluso tener corazón. Incluso dar su vida por él.

— Hace mucho tiempo dejé de creerte, Taehyung —se soltó de su agarre con brusquedad.

Esta vez si pudo avanzar por el amplio pasillo del departamento de Taehyung, casi a unos de metros de la puerta, decidido a dejarlo, olvidarse de Taehyung hasta que habló de nuevo.

— ¿Cuando es que esto se volvió tan personal? —Hoseok se paró en seco. Su mirada parecía perdida en el suelo, pero realmente meditaba lo que había dicho.— Ambos tenemos una reputación que mantener, Taehyung. No hay tiempo para sentir algo —imitó como Hoseok se lo había dicho hace unos meses.

— No hay nada personal en esto. Si estoy enojado contigo, si te odio es porque eres un puto egoísta. Asesinaste a mi esposa, ¡La asesinaste!

— ¡Joder, tú también matas personas! ¿Ahora vas a ser un hombre justo? —caminó hacia él.

— ¡¿Tenías que matarla?! 

— ¡Maldita sea, ella trató de hacerlo primero! ¡Créeme!

— Eres un puto monstruo. No te importan los demás, lo único que salvas es a ti mismo.

— Si, mira. Tú no te quedas muy atrás ¿De acuerdo? —se acercó más a él— Estamos metidos en esto. Los dos.

— Yo no la asesiné —se acercó más a él. Ambos estaban tan cerca que sus narices casi podían tocarse por tan solo unos centímetros.

— Si, pero si yo voy a prisión tú vienes conmigo —Mentira. Taehyung prefería vivir cadena perpetua antes de que Hoseok pisara la prisión. Él lo quería demasiado, pero en este momento Hoseok no parecía verlo.

— ¿Me estás amenazando? ¿Tú a mi? —frunció el ceño— Espero que te des cuenta de con quien hablas, pedazo de imbécil.

— Al heterosexual frustrado que me follo todas las noches, ¿no? —lo desafió.— Un gusto.

— Pedazo de mierda.

— Cuida tu boca si no quieres acabar como ella —La única manera de hacerlo obedecer era rebajarse a su nivel. Cruel y frío.

Taehyung estaba centrado en eso.

Hoseok no aguantó más y un puñetazo limpio lastimó la quijada de Taehyung.

— ¡¿Entonces que esperas?! ¡Quiero ver que lo intentes! —Hoseok se abalanzó sobre él. Taehyung lo detuvo tomando sus muñecas. Hoseok podía estar furioso, pero Taehyung siempre sería más grande y fuerte que él.

— ¡Suéltame! —intentó golpearlo o escabullirse pero le fue inútil. Decidió rendirse y dejarse caer sobre él mientras lloraba. Taehyung realmente había acabado con él.

— Cálmate Hoseok. —le susurró al oído.

— Suéltame  —dijo más tranquilo. Taehyung no pudo negarse, tenía que dejarlo para que se le enfriara el cerebro.

Entonces lo soltó.

Hoseok se levantó y tomó sus cosas de nuevo— Espero y te pudras en el puto infierno —salió del departamento con furia, azotando la puerta.

Taehyung no respondió porque no tuvo tiempo, además era mejor dejarlo ir y quedarse callado. No quería hacerlo explotar más.

Tuvo la suficiente consideración de dejarlo ir y quedar como el perdedor de esta pelea.

Su amor por él era grande. Nunca le desearía el mal ni lo amenazaría de muerte, pero si no lo hacía entonces no habría escuchado ni la cuarta parte de lo que dijo.

La verdad era que Hoseok ocultaba sus verdaderos sentimientos. La verdad era que ambos se irían al infierno.

Ambos pertenecían ahí.










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pied piper

We're the same ·vhope·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora