Al día siguiente me sentí más vacío que el anterior.
No sabía el por qué, pero las palabras de YoonGi llevaban merodeando en mi cabeza desde el día anterior y no parecían querer abandonarla.
Pero había algo que me inquietó de verdad aquel día, y era que Min YoonGi no había asistido a clases.
Me encontraba sentado, mirando el reloj enorme que había Justo encima de la pizarra y ansioso porque sonara el timbre de una vez. Había estado moviendo las piernas de un lado a otro sin cesar, mientras estas me rugían que querían levantarse.
Se me había pasado por la cabeza millones de preguntas sobre el por qué YoonGi no había ido a clase y si tenía algo que ver con las palabras del día anterior.
No podía evitarlo; todo lo ocurrido se había quedado impregnado en mi cabeza y no parecían querer abandonarla. Me torturaban y me hacían trasnochar como una película de terror, sólo que esto era la realidad, lo que lo hacía más perturbador.
No pensaba con claridad; ni siquiera podía concentrarme en lo que habían escrito en la pizarra. El profesor apuntaba y apuntaba palabras que yo leía pero no captaba, y todo se debía a que el cien por ciento de mi atención la tenía una sola cosa:
Min YoonGi.
Mis mejillas se sonrojaron de inmediato al darme cuenta de aquel hecho, pues si iba a ser cierto al final de todo que el chico me había vuelto loco. Podía romper mi conciencia alocada si él deseaba con tan sólo un acto.
Yo quería saber qué le pasaba. Es más, lo ansiaba, por eso decidí ir a verle aquella misma tarde, no obstante; más que nada porque debía pasarle los apuntes que necesitábamos.
Pero por supuesto, también para preguntarle, aunque sabía que no me diría nada. Aquel ser humano sería incapaz de mostrarme su más mínimo interior en palabras.
YoonGi no era así. Ni siquiera podría serlo conmigo, ¿No?
El sonido que tanto había estado ansiando en escuchar resonó por todas partes con fuerza, adentrándose en mi cabeza sin piedad alguna y sacándome de mis más profundos pensamientos.
Santo y bendito timbre que tanto anhelaba escuchar.
Recogí todas mis cosas rápidamente y las metí en la mochila sin tan siquiera molestarme en guardar mis lápices con cuidado. Simplemente los tiré dentro de la mochila sin fijarme bien dónde habían caído.
Salí del aula como una bala, y en cuanto pude sentir el aire fresco de aquella tarde primaveral, me dispuse a preparar el dinero para el autobús y dirigirme así a casa de YoonGi.
Y mientras hacía eso, me preguntaba una y otra vez el por qué sentía tantas ganas de verle y tanto anhelo por saber cómo estaba.
El autobús no tardó apenas en dejarme por la zona adinerada de la cuidad.
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Dirty Hands »Yoonmin
Fanfiction"-Te destruiré y seguiré haciéndolo aún no queriendo, pero una vez comience no podré parar" »YoonGi; Top »JiMin; Bottom boyxboy 22 de julio: #488 jimsu 31 de julio: #445 jimsu