"-Te destruiré y seguiré haciéndolo aún no queriendo, pero una vez comience no podré parar"
»YoonGi; Top
»JiMin; Bottom
boyxboy
22 de julio: #488 jimsu
31 de julio: #445 jimsu
Quería agradecer eternamente por los 3k de leídas que aún sigo sin creerme, de verdad. Cuando comencé esta historia pensé que nadie la leería, y ahora veo esto. No sé expresar con palabras cuán agradecida y plena me siento. De verdad. Os adoro demasiado, os daría un abrazo a todo quién me lea si pudiera. Quiero decir que he hecho algo, es algo pequeño y poco significante. Se llama LITURGIA, y es un OS YoonMin a modo de agradecimiento. Lo podéis encontrar en mi perfil. Pasaros si queréis ♥️.
Ah y sí, el final se acerca. Constará de tres partes. El capítulo a continuación será la primera parte.
♥️ Muchas gracias. Os adoro eternamente. ♥️
1/3
Adiós, para mí, es lágrima Incluso sin que me diera cuenta, florece alrededor de mis ojos Las palabras que no podría haber dicho ahora fluyen El amor persistente se arrastra en mi cara.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una catarsis fatal; un desbordo de sentimientos; la explosión masiva de mi interior hecho pedazos.
Miré las puertas del hospital. El día relucía, brillaba y el sol calentaba con fogosidad. Llevaba una simple camiseta blanca y unos pantalones negros ceñidos, pero aún así seguía teniendo calor.
La gente salía y entraba: unos más contentos, otros más tristes. La dualidad de las personas y las situaciones me sorprendían cada vez más a la par que seguía mirando aquella puerta, esperándolo.
Ya habían pasado dos días.
Entonces la puerta se abrió, mostrándome su rostro pálido ahora brillante a causa de la luz del día. Tenía los labios rojizos e hinchados, los cachetes carmesí y los ojos brillantes.
Me vio esperándolo en aquel banco en frente del hospital, así que se acercó a mí con paso medio apresurado, intentando disimular la desesperación por verme más de cerca.
Mis manos comenzaron a temblar en cuanto estuvo frente a mí, con la venda sobresaliendo de su manga.
—Hola, JiMin —saludó cordialmente.
—Hola. —yo fui más seco, frío.
El viento de verano comenzó a golpearnos, brindándonos una suave sacudida. Pude ver mejor aquella venda que llevaba por su brazo izquierdo hasta el hombro.
—SeokJin no saldrá hasta un tiempo. Tiene un leve traumatismo.
Asentí con dolor en el pecho al recordar la imagen de SeokJin inconsciente en el suelo y cuán derrotado e inestable había estado después.
