Capítulo 19

6K 507 334
                                    

—¿Dónde está JungKook? —había preguntado después de una larga sesión de abrazos y lágrimas con YoonGi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Dónde está JungKook? —había preguntado después de una larga sesión de abrazos y lágrimas con YoonGi.

Me sentí despedazar, como cuando te has recompuesto levemente después de una caída pero luego viene aquello, esa pequeña pizca o piedra cruel que te retuerce hasta la más mínima pared interior con tan sólo un impacto.

Había estado a un lado de la sala, observando en silencio cómo ambos amigos se retorcían de felicidad al volverse a ver. Había sido mágico, en cierto punto, verlos allí abrazados y reencontrados después de la angustia y desesperación.

Pero claro estaba, había otra angustia peor que los iba a azotar después de aquel abrazo, una más fuerte y retorcida, esa alarma que resonaba en todos nuestros oídos y que nos quitaban el aliento; JungKook había desaparecido hacía dos meses.

Sentí un impulso de derrumbarme ahí mismo, de dejar que las lágrimas brotaran sin cesar y sin escrúpulos, creando la más dramática escena de todos los tiempos en aquella habitación de hospital.

"¿Dónde está JungKook?" Había preguntado.

Y eso fue suficiente para saber que aquel iba a ser el derrumbamiento del chico que algún día fue feliz y pleno.

Kim TaeHyung me miró.

—¿Tú...?

—Él es JiMin. El estaba cuando te encontramos.

TaeHyung me mostró su más sincera y débil sonrisa. Algo que en estos días era imposible mostrar, pero él lo consiguió, irradiando un aura de luz en la sala y llenando un poco mi corazón vacío.

—En-encantado, JiMin.

Me incliné levemente con una sonrisa sin dejar de mirarle. No pude evitar sentir aquella punzada de dolor azotar contra mi alma y pecho.

Ambos sabíamos que la bomba estallaría una vez le contásemos la verdad. Miré a YoonGi a través de la sala, buscando unos ojos perdidos en un mar infinito lleno de angustias.

Sus ojos no encontraron los míos.

TaeHyung me miró de nuevo, provocando que algo dentro de mí se atisbara contra un barranco profundo.

—Tú... —dijo débilmente—. Tú lo conoces, ¿cierto? Tú rostro... —tragó saliva—. tú rostro me es familiar...

Aquello abrió una brecha dentro de mi conciencia, dejando que un montón de preguntas y revueltos internos se abrieran paso por todo mi ser.

Yo no lo conocía a él, nunca lo había visto, pero, ¿Por qué él sí creía haberlo hecho?

YoonGi se adelantó:

—JiMin... JiMin no habla mucho.

No obstante aquellas palabras no fueron del todo ciertas, yo sentí que sí podía hablarle a aquel chico, que algo en nuestras piezas internas encajaban de alguna forma.

Dirty Hands »YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora