Capitulo 16

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—No habla

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—No habla.

Silencio.

—¿No habla?

—No habla.

La madre de YoonGi y mi madre me observaban desde el umbral de la puerta con las bocas medio abiertas y los ojos fruncidos, analizándome mientras yo me limitaba a colocarme la mochila en la espalda con dedos temblorosos.

Era el primer día que volvía a clase después del accidente, y obviamente, los rumores sobre mi expectante mudez y lo que nos ocurrió en el campeonato ya se habrían expandido como la pólvora, por desgracia.

Me acerqué a la puerta y miré a las dos mujeres. La madre de YoonGi me miró con compasión, podía decirse que incluso con pena. Sentí una punzada en el corazón al darme cuenta de que aquello era lo que despertaba en los demás; Pena.

Y lo detesté.

—Ten un buen día, cielo. Ya sabes que voy a estar todo el día fuera —me informó.

Ni siquiera asentí. Simplemente me limité a salir de casa mientras soltaba un pequeño suspiro ahogado deseando desaparecer lo más pronto posible de aquel ambiente agonizante.

Me resultaba agobiante el tener que lidiar con esas miradas cada segundo del día.

Cuando me abrí paso por los pasillos, la gente seguía con sus cosas, caminaban de aquí allá recogiendo los libros de la esperada clase que se les vendría encima.

Sentí un tremendo alivio recorrerme de arriba abajo en cuanto me di cuenta de que nadie se fijó en mí.

Me dirigí hacia mi taquilla, con la cabeza medio agacha y el humor por los suelos.

Y entonces, una punzada en el corazón me azotó con fuerza en cuanto vi lo que había pegado en esta: una foto del enanito mudito de Blancanieves impresa a color justo delante de mis narices.

Dirty Hands »YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora