"-Te destruiré y seguiré haciéndolo aún no queriendo, pero una vez comience no podré parar"
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boyxboy
22 de julio: #488 jimsu
31 de julio: #445 jimsu
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Había pensado mucho acerca de ese momento.
Había estado seguro de que iba a socorrerme aquella situación, de que en cualquier hora, minuto, segundo, yo iba a sentirme así de nuevo.
Vacío, y además de vacío, solo.
Observé cómo TaeHyung movía la foto entre sus largos y finos dedos, mirándola con detenimiento, como si la persona que se mostrase en ella no fuera él mismo.
Había estado guardando aquella foto como si se tratase de mi propio hijo, aguardando por su seguridad, anhelando las manos que me la tendieron.
Y fue cuando vi el brillo de los ojos de TaeHyung cuando me di cuenta de que había sido verdaderamente importante y que el cuidado que puse en ella no había sido en vano.
Había estado reflexionando sobre lo que acababa de hacer, esa foto podía aguardar millones de recuerdos en TaeHyung, desde buenos hasta malos, incluso traumáticos. Había aceptado las consecuencias, la carga en mi conciencia, con tal de saber más, de descubrir por mí mismo lo que nadie más me estaba contando.
—¿C-cómo has conseguido esta foto? —dijo con voz temblorosa, esperanzada.
Un pequeño detalle adornaba esa, ya de por sí, situación difícil, y era el hecho de que TaeHyung aún no sabía qué JungKook había desaparecido. La salud del castaño estaba muy débil, inestable, acababa de despertar de haber estado inconsciente por días... quién sabe si no fueron más que sólo días.
Y yo no era el encargado de darle esa noticia a TaeHyung.
—Yo... JungKook me pidió que se la guardara un día y se le olvidó pedirme que se la devolviera... —excusé de la forma más tonta y poco creíble.
Por alguna razón, TaeHyung mostraba símbolos de ser más inocente que yo, así que creyó cada una de mis palabras sin poner objeción siquiera.
—No entiendo muy bien el por qué —comenzó—. Esta foto... Esta foto no está completa —dijo con una sonrisa melancólica, sin despegar sus ojos del papel.
Fruncí el ceño, avivando las alarmas de mi interior, poniendo cada uno de mis sentidos en alerta ante cualquier palabra, cualquier símbolo o algo que TaeHyung pudiera proporcionarme.
Me sentía avergonzado de mí mismo. Estaba recurriendo a un chico indefenso; traumado, aún débil y adolorido para conseguir respuestas, para alcanzar la verdad de un misterio que se interpuso en mi vida hacía tiempo, tanto, que ni siquiera era capaz de darme cuenta.
