Capítulo 22

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Jamás me habría imaginado aquella situación

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Jamás me habría imaginado aquella situación.

Mis manos temblaban en mi regazo mientras mis ojos recorrían las facciones de aquel chico que se sentaba en el sofá justo delante de mí, fijándome en la espesor de sus cabellos negros brillantes y sus ojos pequeños pero hermosos, concentrándose en una sola cosa: yo.

Min YoonGi, el chico al que comencé a temer y que resultó ser aquel niño que salvó mi vida en el puente cuando sólo tenía seis años, aquel chico que me había robado hasta el más mínimo aliento, el que me había enamorado hasta volverme vulnerable sin él, convirtiéndome en su más humilde siervo amante y que ahora todo había resultado a cenizas. Aquel chico ahora me miraba desde su sitio a mi lado, concentrándose en los temblores de mis manos y piernas, en mi cara pálida.

—Hermanastro.

Hasta aquella palabra sonaba difícil de pronunciar para mi propia lengua; una combinación desconocida, un terreno nunca pisado por mis inocentes pies.

SeokJin asintió delante de mí sin vacilar; sin tan siquiera un pelo había resultado en su lengua cuando había decidido soltármelo así como así, como si yo no fuera débil de alma y difícil de comprender.

Como si no me hubiera costado años el hecho de que mi padre hubiera decidido abandonarnos a mi madre y a mí sin ninguna explicación.

—Así es, JiMin, soy tu hermanastro.

Parpadeé varias veces sin atreverme a mirar a nadie más en aquella sala. Todas las miradas estaba fijadas en mí, expectantes ante mis palabras como si les fuera a ofrecer un entretenido espectáculo. Y sí, mis palabras fluían más que antes, aquellas veces en las que era incapaz de pronunciar algo, de formular la más mínima letra.

Había sido YoonGi quién me las había devuelto, desde aquel momento en que pronuncié el primer "te amo" hacia él mientras sus gemidos hacían eco en mi conciencia y yo me retorcía bajo su cuerpo, envueltos por un calor abrumador y embriagador a la vez.

Tragué saliva, arrancándome un trozo de piel de la yema del dedo, nervioso; aterrado.

—He estado un pequeño tiempo protegiéndote desde fuera, ayudándote un poco a resolver las pistas por ti mismo, JiMin. Tú padre se sigue preocupando por ti,
él te quiere, y por eso me mandó para que yo lo hiciera.

Dirty Hands »YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora