Wake up! Sorry.

287 18 3
                                    

El sonido del timbre me despertó. Gruñí un poco y me moví de la cama, ¿en realidad me había quedado dormida con un libro encima? Oh joder, ¿estoy babeando? Me pasé la mano por mi boca, baje a paso lento y abrí la puerta. ¿Este quién le dijo donde vivía?

-¿Qué haces acá?-respondí con cara de pocos amigos-

-Te dije que pasaría por ti para ir al instituto-sonrió amablemente el chico de piel pálida-

-¿Cuándo?-pregunté dándole espacio para entrar-

-Te mandé un mensaje ayer en la noche…y me respondiste con un “Vale, llega temprano”-me mostró su teléfono y tenía toda la razón, yo le había dicho que pase por mí- Además, aún ni te has bañado, vamos a llegar tarde.

Giré mi rostro al reloj de pared. Siete de la mañana con veintiocho minutos.

-¡Joder!-grité-Espérame acá. No me demoro, me doy una ducha rápida.

No deje responderle porque ya estaba subiendo las escaleras de dos en dos. Entré rápido a la ducha, me lavé el cabello y enjabone mi cuerpo. Salí envuelta en una toalla. Me puse la ropa interior, las cremas y todo eso. Tomé un pitillo oscuro, me puse un polo de tiras negro, encima un sweater azul marino que me llegaba a la mitad de mis muslos y unas converses negras; cepillé mi cabello, tomé mi maleta y baje. Michael estaba apoyado sobre la capota de una camioneta negra. El condenado se veía jodidamente bien. Camisa roja, pitillos realmente ajustados –como suelen usar todos en la casa en la que vive- y botines negros.

-No te apresures, de todas maneras llegamos tarde-dijo sin quitarle la vista a su teléfono-Vamos, sube.

Cerré mi puerta y tome mi teléfono en mano. Ocho de la mañana con quince minutos. Demonios.

Subí al carro de Michael. El lugar era digno de él. Cupones de pizza. Algunos discos de Green Day, Slipknot, Blink-182 y otros más descansaban en el compartimiento abierto del auto.

Encendió la radio y una canción que se me hacía conocida empezó a sonar. Él puso en marcha el auto, daba leves golpes con sus dedos al volante. ¿Dónde la había escuchado?

-¿En qué piensas?-preguntó gracioso-

-Estoy tratando de hacer memoria de donde he escuchado esa canción.

-Still Waiting de Sum 41, ¿segura de que la has escuchado?-de lejos veíamos el instituto-

-Sí-recordé- mi mamá solía escucharlos cuando yo tenía 8 años.

[…] Apenas bajamos del auto hicimos que no nos conocíamos. Entramos y nos fuimos por caminos diferentes sin decirnos algo. Miré la hora de mi teléfono, ocho con treinta y dos minutos. Camine hasta mi salón, sabía que a esta primera hora tocaba Ciencias y se iban al laboratorio. Entré y me dirigí a mi asiento, lancé mi morral a un costado y me senté. ¿Habrá venido Luke?  Suspiré recordando lo que pasó el sábado. Respiré hondo. Me puse a leer.

Odio las alturas, pero estoy cayendo por ti…

Y escuché entrar a mis compañeros, riéndose, preguntándose con quienes salieron y lo vi, lo vi entrar, de negro, como siempre,  tenía el cabello despeinado y una cara de no haber dormido bien. Me observó por unos minutos, se acercó hasta el sitio, tomó su mochila y se pasó a unas carpetas más adelante, probablemente John había faltado. Suspiré hondo, pase mis manos por mi rostro con desespero, ¿por qué demonios se comportaba tan infantil?

-¿Puedo sentarme acá?-escuché su voz, ¿por qué demonios me estaba hablando?-

-Haz lo que quieras, total, ya estas acá-Verde contra Marrón. Marrón contra Verde.

-¿Sigues molesta por lo del año pasado? Vamos ______, fue en el pasado-mostró sus dientes perfectos en una enorme e incómoda sonrisa-Además, solo fue un beso, no significo nada, ¿cierto?

Exacto, mi día estaba empeorando más y más. Excepto por lo de Michael, si no hubiera sido por él, no hubiera venido –aunque considerando mejor no hubiera venido-, Luke estaba tan resentido como un niño que no le han traído regalo en navidad y ahora Logan Hepburn. Y mi pregunta era, ¿Dónde demonios estaba la maestra de inglés?

Recordé que me pasé todo el verano llorando por aquel idiota, sin salir de mi casa, aislándome de todos, estaba rota, con un simple “Lo siento, pero no me gustas” hubiera sido menos doloroso al “Me gustas pero no quiero estar contigo porque dañarías mi apariencia”. Giré mi cabeza, sabía que estaba a punto de llorar ahí mismo.

Crucé los brazos sobre la mesa y me acosté sobre estos, no podía seguirle viendo la cara, menos los ojos, peor si son sus labios.

Al cabo de unos minutos sentí unos brazos abrazándome estrujándome sobre un pecho. Y definitivamente dejé abrazarme. Lo necesitaba. Su perfume me tranquilizó. Su abrazo me dio fuerzas.

-Lo siento-pronunció, con algo de dificultad-

¿Por qué se disculpaba? ¿Por ser un inmaduro de mierda? ¡Claro! Mucho que lo voy a perdonar, pero necesito un abrazo, de quién sea.

-Lo siento-volvió a decir-Lo siento por decirte cosas feas aquel día, lo siento…te quiero.

Terminó la frese con un beso en la coronilla, algo muy extraño del grandísimo Luke Hemmings, ¿Qué demonios le pasaba?

________________

Uhm, espero que les guste, perdón por estar retrasada con las subidas, estoy en exámenes mensuales y bueno, ustedes ya saben <3

Gracias por las leías, nos vemos pronto :))

Try Hard - Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora