Capítulo 1

417 25 11
                                    

Rick terminaba de llegar a casa antes de meterse en la cama decidió prepararse un bocadillo, había sido una noche bastante movida por lo que no había habido tiempo para cenar, sacó una botella de cerveza de la nevera y colocó todo sobre una bandeja llevándolo hasta el salón y dejándolo sobre la mesa auxiliar. Antes de sentarse fue al dormitorio principal para cambiarse de ropa y ponerse un pijama limpio.

Al entrar en el cuarto se quedó parado al lado de la puerta, mirando como su mujer dormía plácidamente, giró sobre sí mismo y abrió la puerta contigua, sonrió al ver cómo su pequeña hija dormía abrazada a su osito preferido. Suspiró, odiaba llegar a esas horas a casa, porque nunca podía estar con sus mujeres, siempre que llegaba a casa ellas estaban dormidas.

Regresó a su dormitorio y cogió el pijama, con él en las manos se dirigió al baño de la entrada y se cambió allí como hacía cada día para no despertar a su esposa, por fin se pudo sentar a cenar y tomarse su cerveza.

Después de comerse el bocadillo y tomarse dos cervezas llegó la hora de irse a dormir, el reloj marcaba las cinco de la mañana, en dos horas su mujer se levantaría, y en dos horas y media ella y su hija saldrían rumbo a la guardería y el trabajo.

-¿Qué hora es? – Preguntó una somnolienta Meredith.

-Duerme cariño, aún es pronto – Contestó Rick abrazando a su mujer, sintiendo casi de inmediato la respiración pesada de ella.

El incesante sonido de su móvil hizo que se despertase comprobó la hora, tan sólo eran las nueve de la mañana, sólo había dormido cuatro horas, nada más contestar al teléfono saltó de la cama, cogió el primer pantalón y camiseta que encontró, se puso unas viejas deportivas y salió corriendo de su casa.

Castle decidió tomar su moto, por las noticias que había recibido sabía que moverse por la ciudad en coche sería imposible, llegó al World Trade Center, pocos minutos después de recibir el aviso.

En el vestíbulo se había creado un centro de mando, según iban llegando tomaban sus equipos y comenzaban a recibir órdenes de sus superiores, las primeras unidades entraron en el edificio y comenzaron a subir las escaleras.

Castle había entrado en el cuerpo de bomberos siguiendo los pasos de su padre, su abuelo y su bisabuelo. Alexander Castle falleció en un terrible incendio en los muelles, su hijo tan solo tenía diez años, pero desde ese mismo día el pequeño Rick había decidido que él también sería bombero.

Castle escuchó como su capitán le llamaba tan pronto le vio aparecer, sus órdenes de entrada fueron organizar un mando móvil también fuera, en Vesey Street.

-Jefe, ¿está seguro de que situar ahí el móvil sería acertado? – Rick elevaba su vista hacia las torres.

-No es idea mía, Castle, el jefe lo ha decidido. Cuando lo hayas organizado todo te quiero en la Torre Norte – Castle asintió pese a sus reticencias.

Una vez organizado el mando móvil y antes de ir hacia la Torre, sacó su móvil para llamar a su esposa, esperaba que aquel día la reunión de primera hora que tenía fuese fuera de las oficinas centrales, porque de lo contrario su mujer se encontraba dentro de la Torre Sur. El móvil no daba señal, el no poder hablar con Mer le ponía aún más nervioso, pero de momento debería centrarse en su trabajo y respecto a Mer sólo le quedaba rezar.

Cuando estaba a punto de entrar en la Torre su móvil sonó, pero antes de poder contestar perdió la cobertura.

-Castle, te necesito dentro – Se giró y vio a su capitán llegando a la carrera- Quiero que inspeccionéis las plantas por debajo del impacto y que saquéis a todas las personas que encontréis, pero os quiero fuera en cuanto os lo diga. ¿Está claro? – Castle asintió- Mueve a tus chicos, os quiero de vuelta.

Era se una vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora