Capítulo 2

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N/E: Tal y como avise iré dejando alguna que otra pista además de hacer diversos recordatorios.

Pista: Hay capítulos en los que las muertes provocadas por los malos no contaran para este reto por qué no suponen una investigación para nuestra querida pareja, como ejemplo podríamos poner la muerte del capitán Mongomery.
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El mundo entero había presenciado cómo Estados Unidos sufría el mayor atentado de la historia de la humanidad, millones de personas pegadas a las televisiones lloraban de la misma forma que lo hacía el pueblo americano.

Las semanas habían pasado desde aquel fatídico 11 de Septiembre, semanas en las que los cuerpos de policía y bomberos no habían cesado en su empeño por encontrar nuevos supervivientes y cuando se dieron cuenta o más bien aceptaron que eso sería imposible centraron todos sus esfuerzos en la recuperación de cadáveres.

Los fallecidos, todos esos miles de personas que salieron aquella trágica mañana de sus casas pensando en que sería un día más en sus vidas, un día en el que todas y cada una de las víctimas tenían sus planes para cuando la jornada laboral llegase a su fin. Ir al cine, al teatro, al parque, a pasear, a cenar con amigos, con las parejas, con los hijos. También estaban lo que querían dar grandes noticias, futuras bodas, embarazos, exámenes aprobados, préstamos concedidos, casa nuevas que comprar o alquilar. Pero todos y cada uno de esos planes saltaron por los aires, se hundieron al mismo tiempo que las torres que tenían en su interior a los propietarios de esos sueños. Sueños rotos en el mismo instante en el que dos aviones impactaron contra las llamadas Torres Gemelas.

Las listas de fallecidos y desaparecidos aumentaban cada hora que pasaba desde el colapso de ambas torres. Desaparecidos, vaya metáfora, un avión se estrella contra el edificio en el que estás trabajando, el piso en el que lo hace desaparece al instante, los superiores quedan aislados del resto y de los equipos de rescate por el fuego que aparece en el mismo instante que los depósitos de queroseno del avión explotan, la gente de los pisos inferiores, si tienen suerte, podrá llegar hasta la salida antes de que el edificio colapse por que las altas temperaturas derriten los materiales de construcción, pero tú estás en los pisos superiores, tu posibilidad de sobrevivir es nula, y tu nombre aparece tiempo después en una lista como desaparecido, ¿por qué no llamarlo por su nombre? Has muerto, tu cadáver nunca se recuperará debido al calor que se alcanzó en el piso en el que estabas, pero has muerto.

Castle se revolvía en la cama, miraba el reloj, chasqueaba la lengua al descubrir la hora, otro día más que había pasado la noche en vela, en poco más de una hora su hija se despertaría y reclamaría su desayuno para ir al colegio.

Se tapó la cara con la almohada, el dolor de cabeza que tenía era de los grandes, se levantó y nada más poner los pies en el suelo corrió hacia el baño, dejando en el interior del inodoro todo el contenido de su estómago. Se miró en el espejo del baño, pasó su mano por aquella barba de varias semanas, bajo sus ojos tenía unas marcadas ojeras negras, signo de los días y noches que llevaba sin dormir. Se enjuagó la boca, lavó su cara, mojó su pelo y salió del baño.

Cuando la pequeña Alexis apareció tenía ya preparado el desayuno, fruta, cereales y leche, él sólo tomaría un café bien cargado, el estómago no aceptaba a esas horas otro alimento.

-Hola papi – Lex se abrazó a la pierna de su padre, Castle la tomó en brazos.

-Buenos días mi pequeña calabaza – contestó él abrazando con fuerza a la única persona que podía mantenerle con algo de cordura- ¿Has dormido bien? – Alexis asintió.

-¿Tú? – Castle decidió mentir y contestó que sí, haciendo que la niña sonriese- Tengo hambre – Castle la bajó y ella se sentó en su silla para desayunar- ¿Crees que mami volverá hoy?

Era se una vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora