Era se una vez

Capítulo 13

Castle y Alexis conversaban mientras cenaban. El escritor seguía dándole vueltas a todo lo que había pasado las ultimas semanas.

-Vamos en resumen que Kate se lo ha tomado fatal - Castle miraba a su hija y asentía- Tiene su punto de lógica - Rick alzaba la ceja- La tiene, papá. Te vas a meter en su trabajo, ¿cómo te sentaría que ella decidiese pasarse todo el día a tu lado mientras escribes y aportase sus propias ideas a tu libro?

-No es lo mismo. No ha sido idea mía - Se defendía él.

-Ya, te han obligado. Te han puesto una pistola en el pecho y no te ha quedado más remedio que aceptar- Rick miraba a su hija con cara de enfado.

-No te pases, recuerda que soy tu padre - Alexis se sorprendía al escuchar aquello.

-No te pases tú. Parece que nadie te puede dar su opinión - Se ponía en pie e intentaba alejarse de la mesa siendo detenida por su padre.

-Lo siento. Pero todo ésto hace que mi humor no sea el mejor. Tú y Kate parece que no queréis creerme cuando os digo que no tuve nada que ver en la decisión - Lex se volvía a sentar.

-Vale, aceptaré que no fue tu decisión. Pero no irás a negarme que la semana pasada sí metiste la pata - Rick bufó- Te dijo un montón de veces que te fueras a casa, pero tú la ignoraste. Parece que te gusta sacarla de quicio - Rick sonrió - papá, ¿en serio? Es Kate, como se enfade te meterá un tiro. Aún no entiendo como no lo ha hecho ya - Rick puso su mejor cara de sorpresa.

-No he hecho nada. Ya me he disculpado por todo lo de la semana pasada y por lo que ha sucedido hoy. He prometido ser bueno y hacer TODO lo que ella me mande - Lex escuchaba a su padre, negaba ya que no confiaba mucho en que él cumpliera esas promesas.

Continuaron hablando pero ya con un café y sentados en el sofá del salón. Lex le contaba cómo iba su adaptación al nuevo colegio, sus nuevos amigos.

-Mañana he quedado con las chicas para ir a cenar, ¿te parece bien? - Rick sonrió.

-Me parece perfecto, parece que por fin vas a comportarte como una chica de tu edad - Lex le golpeó el brazo a su padre- Es cierto, desde que hemos regresado no has salido con gente de tu edad.

-Bueno, me está costando un poco hacer amistades - Dijo agachando la cabeza.

-Normal, echas de menos a los locos con los que salías en París - Lex asintió.

-Papá, ¿cómo hiciste para no echar de menos a tus amigos cuando nos fuimos? - Rick miró a su hija y suspiró.

Aquella pregunta inocente de su hija le transportó a muchos años atrás.

-Me voy, ¿no te vale con saber eso? - Su acompañante le miró negando.

-Rick, amas esta ciudad, amas tu trabajo y ahora ¿te vas sin más? - Rick asintió - No lo entiendo. Has luchado por dejar atrás la bebida, has logrado recuperarte, has vuelto al cuerpo de bomberos. ¿Qué me estoy perdiendo? ¿Qué no me estás contando?

-Nada, Jim, en serio, sólo necesito un respiro. Ha sido muy duro todo lo que ha pasado - Jim le miraba, sabía que algo se le estaba escapando pero no lograba saber qué era.

-Castle, ¿qué ha pasado para que pierda a mi mejor hombre? - Jim no se daba por vencido. Quería respuestas.

-Nada, te lo repito, sólo quiero salir de esta ciudad que me está ahogando un tiempo - Jim se dio por vencido, fuese lo que fuese lo que sucedía, Rick no estaba dispuesto a soltar prenda.

Después de hablar con Jim, Rick se marchó de la estación de bomberos. Había quedado con Jenny, su mejor amiga, su casi hermana, desde la época de preescolar.

A Jenny no le hizo falta que Rick comenzase a hablar, con solo ver su rostro sabía que algo estaba sucediendo. Caminaron sin hablar, no les hacía falta, entre ellos todo era siempre fácil.

-¿Me lo vas a contar? o continuamos caminando sin rumbo - Le dijo ella parándose frente a él.

-Me marcho - Jenny abrió la boca para decir algo pero al ver qué el quería continuar hablando decidió esperar- No puedo hacerlo, siento que estoy traicionando a Mer - Dijo casi en un susurro y se dejó caer en uno de los bancos de aquel parque.

-Rick, cariño, sabes que no es así. Mereces ser feliz. Mer querría verte feliz - Rick la miraba y negaba- Querido, no hay nada malo en que te enamores, sobre todo si lo haces de una buena mujer. Y por lo que sé, Kate es una mujer increíble. Date la oportunidad de volver a ser feliz, date la oportunidad de volver a vivir - Jenny se sentaba al lado de su amigo y le hablaba tomándole de las manos.

-No puedo, no ahora, no tan pronto. Además, creo que Kate está con alguien. Y es demasiado joven, soy viudo y tengo una hija - Agachaba la cabeza y negaba- Es increíble, nunca podré encontrar a alguien como ella, pero no puedo. No puedo apartar de mi mente a Mer y la sensación de engaño. Kate se merece alguien que la haga feliz y que pueda darle todo, no se merece a alguien roto.

-No te vayas sin explicarselo - Rick miró a su amiga sin entender- Rick, he visto como te mira, como sonríe cada vez que apareces, la he visto molestarse cuando alguna mujer se te acerca. No te vayas sin explicarle lo que sientes. Explicale que sólo necesitas tiempo para curarte.

-Estás loca Jenny, ella no siente nada por mí. Soy su amigo y nada más - Jenny miraba a su amigo.

-Sabes que lo que terminas de decir no es cierto. Sí sois amigos, pero tú eres algo más para ella, te lo aseguro - Insistió ella.

-Si es como tú dices, entonces más a mi favor para marcharme. No puedo permitir que se enamore de mi - Tras decir eso Rick se puso en pie- Además ya hablé con ella, fue la primera persona a la que le conté que me iba del país.

-Papá, ¡papá! - La voz de Lex le trajo nuevamente al presente.

-Perdona, ¿qué me decías? - Le preguntó.

-¿Cómo lograste dejar atrás a tus amigos? - Volvió a preguntar Alexis.

-Fue dificil. Dolió. Pero marcharme fue la mejor decisión. Tenía que curar muchas heridas. Cada día me dolía estar sin ellos, pero me decía que cuando volviera a verles sería nuevamente el Castle que ellos habían conocido - Lex asentía- Pero no pasó un sólo día en que no les añorase.

-Papá - Rick miró a su hija - ¿POr qué Kate nunca fue a visitarnos?

-No lo sé calabaza, se lo tendrás que preguntar a ella - Lex se dio cuenta del gesto triste de su padre al recordar que Kate no le visitó en diez años.

-¿Algún día me contarás qué hubo entre vosotros? - Aquella pregunta pilló desprevenido al escritor.

-No sé a qué te refieres - Fue lo que contestó.

-Siempre pensé que terminariais siendo novios y que os casaríais - Dijo Lex encogiéndose de hombros.

-¿Por qué?

-Por como os mirabais - Contestó como si aquella respuesta fue obvia.