De pie, a un lado de la isla de la cocina, mientras pelaba una gruesa y larga zanahoria, trataba de no pensar en las implicaciones fálicas de mi gesto.
También procuraba escuchar la conversación entre melisa y Derek, por encima del alboroto habitual que acompañaba la preparación de la cena. Estaban sentados al otro lado de la isla, frente a mí.
-Conocí a un Derek, Creo que se encargaba de nuestra declaración de la renta -repuso melisa mientras tomaba un puñado de pistachos del cuenco que tenía enfrente.
-Hablas de Derek Arnaz, mamá -la corrigió Scott desde el lugar que ocupaba cerca de mí. No es que estuviera ayudando con la cena, pero le gustaba la vista. Isaac estaba junto a la encimera detrás de nosotros preparando una salsa con la batidora. Los niños se habían sentado a la mesa y dibujaban con lápices de colores.
- ¿Derek Arnaz se encargaba de nuestra declaración? Ah, espera, sí, era el marido de Lucy -dijo melisa-. No era pelinegra exactamente, ¿sabes? Tu pelo sí es un poco castaño, Derek.
- ¿Ah, sí? -repuso él y se lo tocó distraídamente, como si el color castaño tuviera una textura especial. No era castaño. Tenía el pelo negro, de un color oscuro como la noche. Me corté con el pelador.
-Derek Arnaz era colombiano, ¿sabes? ¿Eres colombiano? -preguntó melisa con una caída de pestañas muy similar a la que había utilizado maya, con la diferencia de que en el caso de mi tía daba la impresión de que tenía algo metido en el ojo.
-Hum, no.
-Me ha parecido que has dicho que sí -comentó melisa y se metió un pistacho en la boca, rompió la cáscara con los dientes y la escupió en el cuenco.
Observé cómo Derek arqueaba las cejas.
-No creo que haya dicho que lo era.
-Entonces, ¿de dónde eres? -Y empujó el cuenco de frutos secos hacia él. Derek lo rechazó.
-Escocés. Nací en Glasgow pero vine a vivir a Estados Unidos cuando tenía diecisiete años.
-Ah, por eso eres pelinegro.
-Ah, ese acento tan delicioso -añadió Scott.
Miré a Derek y esbocé una discreta sonrisa.
Me guiñó un ojo y volví a cortarme.
Melisa y Derek continuaron hablando, pero Scott les dio la espalda y cerró los ojos.
- ¿Qué haces? -le pregunté en un susurro.
-Si escucho solo su voz, suena como Tyler Hoechlin -me susurró a su vez Scott.
- ¿Quién es Tyler Hoechlin?
- ¿Que quién es Tyler Hoechlin? -Scott abrió los ojos de par en par
-. Creía que todas los hombres gay y mujeres heterosexuales estabais interesadas en Tyler Hoechlin.
-No sé quién es y ¿puedes callarte? No los oigo. -Scott emitió un sonido agudo sin abrir los labios. -No me obligues a clavarte el pelador -siseé con la respiración contenida.
-Mami, ¿puedo comer una zanahoria? -Preguntó maya, que apareció de pronto detrás de nosotros-. Me muero de hambre.
Scott le dio una zanahoria y la empujó de nuevo hasta la mesa:
-Ve a sentarte ahí, maya. Papi tiene un cuchillo en la mano y amenaza con utilizarlo.
-Shh, estoy intentando oírlos.
Necesitaba enterarme de qué bocados poco apetecibles extraía melisa de su excéntrica cesta para ofrecérselos a nuestro invitado. No es que importara realmente. Aunque no fuera heterosexual, algo que todavía tenía que descartarse, era demasiado atractivo y demasiado fino y, sin duda, demasiado conocedor de su habilidad para seducir a las mujeres y hombres, para que me interesara lo más mínimo.
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Mi Segunda Primera Vez ||Sterek UA||
Novela JuvenilStiles Stilinski, perfecto esposo, padre y, es un experto en poner orden. Pero cuando el caos invade su hasta entonces vida «perfecta», confía en que unas vacaciones de verano en la casa del lago de su tía, le ayudarán a reorganizarse. Stiles quiere...