A que te olvidas de mí... {Fanfic sobre 8cho}

6 La cena

Wow, estoy muy nervioso todo el día he estado pensando en la cena, bueno, ¿a quién engaño?, llevo toda la puta semana pensando en esta noche, escasamente he dormido y eso que no muy bien. Hace dos semanas le propuse a Erika una cena, tenía algo de miedo a que me dijera que no, pero aceptó. Le pedí su número de teléfono y afortunadamente me lo dio, es una mujer muy interesante e inteligente, eso además de lo obvio que es lo hermosa que se ve, desde entonces hemos estado en contacto, al principio no muy seguido, pero ahora es todos los días y no me canso de escucharla, le pedí sus redes sociales y tampoco se negó, lo malo es que en realidad no sube muchas fotos ni es muy activa por allí, lo que me forza a preguntarle "personalmente" cualquier cosa que quiera saber y dejar de lado mis habilidades como stalker.

Ella por su parte, también me ha escrito continuamente, la mayoría de veces es para hacerme buenos comentarios sobre los videos de YouTube, como el último ("Preguntas, retos no kawaiis, especial 300.000 y Tri-line") del que me preguntó cómo es que había pasado de hablar de películas de terror en un top a mostrar mis calzoncillos rojos, yo le contesté simplemente con una evasiva: -Me gusta el color rojo. En realidad no sé la respuesta a esa pregunta o cómo he logrado tantos suscriptores en tan pocos meses, tampoco sé qué piense de mí, hago tantas tonterías en el canal pero soy tan diferente con ella que definitivamente 8cho parece más un alter ego que parte de mí, no es que 8cho sea un fake, simplemente no se me da bien mostrarme tal y como soy, no quiero que me hieran, pero más que nada no quiero decepcionar a las personas que creen en mí.

Siendo sincero tampoco me es claro cómo es que realmente concertamos la cita, ambos empezamos a bromear con ello, diciendo que la llevaría a comer a un buen sitio, que jugaríamos a ser personas elegantes y distinguidas para codearnos con los tontos avaros que se creen mejor por tener algo de dinero, el punto es que ahora estoy pidiéndole a Tri-line que me ayude con el nudo de la corbata, le pedí prestado a un amigo su auto y pasaré por ella a las 7:30 pm. Ambos parecemos tener algo de locos, debemos estarlo para planear esto, pero creo que es muy bueno, la gente "normal" me aburre. Ya veremos qué pasa, quién quita y esta noche me va mejor que la vez que la conocí, eso si mis ojeras no la asustan y sale corriendo.

Llego a la casa de su amiga, que aparentemente no está y cuando la veo quedo atónito. Lleva puesto un vestido rojo ceñido al cuerpo que le llega hasta encima de la rodilla, tacones negros, cabello suelto: ¡Dios, le dije que me gustaba el rojo y es justo lo que decide usar!  ¿esta mujer sabrá cómo me está poniendo? ¿pero qué se propone? ¡y eso que apenas acabo de llegar!.

La plática en el auto transcurre con normalidad, llegamos al restaurante y ordenamos. No puedo dejar de mirarla, se ve despampanante, aunque con tacones me supera un poco en altura y debo verme gracioso a su lado.

-Clara me mandó a casa las fotos de la vez pasada, nos vemos bien- me dice.

-Ah.. ¿sí?, creo que ese día estaba especialmente tonto.

-Pues hazte el tonto más seguido, porque así te ves muy lindo- se ríe entre pícara y nerviosa - voy a quedarme con ellas si no te molesta.

-¿Qué vas a hacer con ellas? - le arqueo una ceja.

-Verás, soy bruja - me mira seriamente - planeo convertirte en mi esclavo y obligarte a obedecerme hasta que me canse de tí.

-Ajá...No me digas - le respondo- y una vez te canses, ¿qué vas a hacer conmigo?

Se queda pensando durante unos instantes.

-Probablemente te deje a tu suerte, igual ya no me importarías- me mira con cara inexpresiva hasta que los dos estallamos en risas.

Charlamos sobre nuestros gustos, nuestros amigos, hasta sobre nuestros miedos, hace mucho no me sentía tan cómodo hablando con alguien y creo que me encuentro en un sueño, hasta que me saca de mi letargo con una pregunta:

-¿Verdad?

-¿Ehh? - estoy de nuevo como tonto.

-Que quizá ya hay gente que te reconoce cuando sales.

-Pues no son tantos, bueno, depende del lugar y la hora, aquí no creo que alguien sepa quien soy por YouTube.

-Mmmm... Yo creo que si sigues creciendo así, en poco tiempo vas a llegar al millón de suscriptores y entonces no va a ser tan fácil salir y pasar desapercibido.

-Bueno, para eso todavía falta.

-Pues... Creo que tus videos gustan mucho y eso no está tan lejos como piensas, ya verás - me sonríe. Es verdaderamente dulce cuando se lo propone, tanto como para darme cuenta con todo y el hecho de que le llevo ganas, ahora que lo pienso...

-Y... ¿Tú amiga está en casa? - le pregunto.

-No. Salió y no creo que llegue esta noche - me mira sabiendo exactamente lo que en realidad estoy preguntando -Y ahora que hablamos de allegados, ¿cómo está Carlos? - he notado en ella una increíble habilidad para cambiar de tema, en eso le doy mérito.

-Pues bien - le contesto - creo que está en casa, aunque en realidad no le pregunté si saldría - le respondo.

Y así se nos va la cena sin siquiera darnos cuenta, acordamos pagar la cuenta juntos, me encantaría decirle que no, que puedo solo, pero la verdad es que YouTube todavía no da para tanto. La noche está algo fría, deliciosa para dormir acompañado, mejor dicho, para no dormir...

-Y si nos tomamos algo - me propone.

-Porqué no - le contesto - creo que conozco un sitio que no está muy lejos.

-¿Y si compramos algo y vamos a mi casa para tomarlo con tranquilidad? - ¡Sí! ¡Joder! Si esto no es la felicidad, yo ya no sé cómo describirla.

-Claro, suena más cómodo - contesto tan calmado como mi corazón me lo permite.

Le sonrío. Me devuelve la sonrisa. Salimos del lugar y nos disponemos a entrar al auto, esto resultó mejor de lo que pensé.

De repente se escucha una gran explosión a poca distancia.

Las alarmas de los autos se disparan. La gente corre, se escuchan gritos, por todas partes hay polvo, miramos en todas las direcciones intentando comprender qué sucede. En eso una mujer se tropieza justo a los pies de Erika y la toma por el brazo, tiene una herida en la cabeza, mientras le grita: ¡Por el amor de Dios , corre! Erika se queda pasmada temblando.

Logro reaccionar a la vez que la mujer se va y entro a Erika al auto, me subo y conduzco tan rápido como puedo para salir del lugar. Una segunda explosión es detonada a nuestra espalda. Presiono nuevamente el acelerador.