15 La propuesta

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Estoy solo, mi hermano se fue a dormir a casa de Clara. Después de estar como mínimo tres horas frente al espejo me decidí por una camisa a cuadros roja y pantalón negro, además de soltarme el pelo. Siento que me sudan las manos, me tiemblan las piernas y el corazón está a punto de salirse de mi pecho. Me miro al espejo otra vez, simplemente quiero que todo esté perfecto. La cena ya está lista y tengo mi piano en la sala. ¡Joder, hace mucho no sentía mi culo tan tembloroso!

Tocan a la puerta: es ella.

Respiro profundamente y abro.

-Hola - la saludo con una sonrisa.

-Hola - me da un beso en la mejilla - te ves muy guapo- sonrió de nuevo y si antes no parecía tonto con esa simple frase ya me tiene sonrojado.

Pasamos al comedor, charlamos un poco de Tri-line y luego de mis vídeos mientras yo servía la cena. Finalmente nos sentamos y empezamos a comer.

-Y, ¿ese piano? - me pregunta.

-Ignóralo, estaba limpiando - espero que me crea la mentira, primero quiero que cenemos, todo a su tiempo. Tiene que ser perfecto.

-Tú limpiado... OK- continúa comiendo.

Se ve muy linda: tiene su larga cabellera recogida en una trenza de lado, camisa de mangas verde oscura y jean negro, diría que no lleva maquillaje, pero ya la he visto sin él y sé que sus mejillas no son tan rojas, solo que se ve muy natural o quizá yo la veo hermosa siempre, también es una opción muy válida.

-¿Te gusta la comida? - le pregunto.

-Sí, está deliciosa: ¿la preparaste tú?

-Sí, solo para ti.

Luce con semblante preocupado, parece que tiene la cabeza en otra parte porque no está poniendo mucho empeño en nuestra charla, quizá ya se dio cuenta que esto no es solo una cena y quiere continuar con el siguiente paso.

Aunque estoy a punto de un colapso nervioso sigo comiendo y disimulando tan bien como puedo, constantemente secando el sudor de mis manos en el pantalón. Hasta que terminamos de cenar y decido llevarla a la sala:

-Aprovechando que el piano está afuera, ¿Quieres que te toque algo? - pregunto.

-Pues... - no dejo que termine la oración y empiezo a tocar, a lo que ella contesta con silencio.

Simplemente me mira mientras toco, luego cierra los ojos para fijarse más en la melodía, yo me concentro en las teclas, no quiero fallar ni una sola nota. Es una mujer muy lista, ya sabe porqué estamos aquí. Una vez termino vuelvo a mirarla, esta vez tienes la mirada fija en un punto incierto de la pared y algunas lágrimas ruedan por sus mejillas.

-Cuando hablamos dijiste que tenías algo para decirme ¿qué era? - la invito a hablar,apuesto que lo que sea que fuere ya no es tan importante como lo que ella ya sabe que estoy a punto de hacer.

Me paro del asiento para sacar de mi bolsillo su regalo. Ella se voltea por fin a mirarme pero sus ojos no reflejan felicidad, sino melancolía. Lo piensa un poco, parece estar sin palabras: es obvio, ¿cómo no va a estar sin palabras si evidentemente no esperaba esto?. Empieza a hablar:

-Yo... - hace una pausa para tomar aire - yo... me voy... me voy a vivir a Londres - me mira fijamente con los ojos llenos de lágrimas.

Me paralizo.

-¿Qué? - pregunto sin moverme, sin asimilar bien lo que me está diciendo. Siento como una punzada en el corazón.

-Yo... me salió lo del trabajo que te comenté hace días - se limpia la cara con la manga de la camisa - el trabajo... de mis sueños que... te dije que era imposible conseguir - aclara su garganta - Pues... resulta que me salió y... ya dije que sí - se mira los pies.

Estoy parado justo en frente suyo, no siento el cuerpo, es como si mi mente no estuviera procesando lo que me dice, pero en realidad sí le escuché muy bien: se va a ir y es definitivo. Tan pronto como mis piernas vuelven a responderme me voy corriendo al baño y cierro la puerta, me miro al espejo por enésima vez, pero esta vez es diferente, estoy llorando y no me había dado cuenta. Ella en cambio se quedó parada en medio de la sala.

Ahora las piernas me fallan y me dejo caer al suelo. ¿Cómo pueden ser que esto me esté pasando a mí? ¿Por qué a mí? ¡Me cago en mi vida! Golpeo con toda la fuerza que tengo el puto espejo que de nada me sirvió hoy. ¡Para qué me arreglé tanto si me iban a mandar a la mierda! Doy un grito sordo que resuena por toda la casa y me tumbo de nuevo al suelo dejando caer la cabeza hacia la pared. Siento que no puedo respirar, me falta el aire, me falta la vida, ella me va a faltar.

¡Esto no puede ser real! Tiene que ser una mentira, una maldita pesadilla, no puede ser cierto que me vaya a dejar, que se vaya a ir y yo no pueda hacer nada. Ella es mi vida y siento que se me escapa de entre los dedos sin que yo pueda detenerla.

Tengo que hablar con ella. Tomo fuerzas de no sé dónde, tiene que ser una mentira, me levanto e intento abrir la puerta sin lograrlo, lo hago de nuevo con más fuerza y esta vez sí abre. Voy a la sala.

Ya ella no está.

Salgo a la calle pero no la veo por ningún lado. Entro de nuevo desilusionado. Cierro la puerta de un golpe. No puedo evitar sentirme como mierda. Le doy una patada al piano, tumbo todo los platos que todavía estaban en la mesa con la primer silla que encuentro y grito. Grito mucho. Grito como si no hubiera nadie que me escuchara, porque en realidad es así: estoy solo, los vecinos me valen verga. Las lágrimas salen de mis ojos sin mi permiso, yo no quiero llorar, no quiero ¡pero parece que hoy importa una mierda lo que yo quiera! Parece que mis deseos y mis planes se los folla el destino ¡y se queda muy tranquilo el hijo de puta ese! ¡Maldigo mi vida!

Me tiro de rodillas en el piso rodeado de la mierda que tengo por casa. Me quiero ir de aquí. Intento limpiarme la cara con las manos, pero están ensangrentadas, seguramente cuando golpeé el espejo me hice daño ¡pero nada se compara al daño que sus palabras me hice hicieron!. ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Qué hice mal? Yo solo quería que todo fuera perfecto y esto está muy lejos de lo que tenía en mente.

¡Malditas lágrimas no paran de salir! Yo... Ahhh... ¿Por qué no le dije antes?... Quizá estaría conmigo ahora.

Tri-line me manda un texto preguntando cómo va todo a lo que yo le contesto con una nota de voz diciendo: "la vida es una puta mierda que hace lo que se le da la gana, con eso te digo todo".

Tengo un nudo en la garganta, un dolor en el alma, un corazón roto. Es su culpa, de todas formas ya había decidido irse, solo acepto la cena para decírmelo personalmente, no importaba nada más, seguro ella no me quería; sí, es eso, ella no me quería y de cualquier manera se va a ir. Yo... Yo tampoco la amo. ¡Mierda! ¡A quién engaño! ¡La amo más que a nadie! Ahh.

Al rato, porque no se cuánto ha pasado, la puerta principal suena: es Tri-line. Apenas me ve en el suelo con las manos ensangrentadas y los ojos llorosos se arrodilla a mi lado tan rápido como puede y me pregunta exaltado:

-8cho, ¿pero qué pasó?.

-Se va - atino a decir y lo abrazo tan fuerte como puedo mientras las lágrimas vuelven a salir. 


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Este capítulo fue elaborado con mucho amor para @carlaschizeinfan <3 (espero te guste)


A que te olvidas de mí... {Fanfic sobre 8cho}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora